-¡Wow!-
Eso era lo único que había dicho desde que entré.
Todo estaba fantástico, los pisos y paredes en perfecto estado, de un blanco pulcro, con sutiles dibujos en algunos muros y decoraciones en el techo de lo que parecía ser oro, seguro imitación.
Aunque no estaría mal un día de estos subirme al techo y pegarle unas mordidas. Solo para asegurarme.
También habían muebles de madera con diseños algo antigüos pero en muy buen estado. La cocina completamente moderna ,con todos los electrodomésticos necesarios.
Los baños y las habitaciones ni que decir. Todo olía a limpio, todo estaba nuevo , sábanas, toallas y jabones.
Y un maldito baño , con una ducha y mil chorros.
-¿No quieres bañarte?- le dije a Leonardo con una gran sonrisa. El lobo solo me sonrió y me dió un dulce beso a un lado de mi cuello.
- es uno de mis sueños- me respondió el hombre.
Sonreí, pero justo en ese instante tuve que girarme a un lado y estornudar. Es bueno que algo este limpio,yo era fan de eso, pero el lugar estaba extra limpio.
Mi nariz se estaba quejando por ello.
- esto está más limpio que un hotel. Puedo oler el jabón y el cloro desde la habitación de aseo. Incluso detecte el olor del cloro en el patio trasero- dije arrugando mi nariz.
- con el paso de los días pasará - dijo Leonardo - y si dejamos nuestro olor por el lugar ...dejaras de estornudar-
- esa solución me gusta mucho ¿Empezamos?- le dije .
Está vez fue Leonardo quien sonrió antes de lanzarse por un beso liberador.
- no pensé que aceptarías tan rápido- me dijo Leonardo sin quitar esa mirada pícara .
Pasé mis manos por su cuello.
- no sabes lo loco que me pones Leonardo, desde el primer día que entraste a la hacienda ,me perdí , no tuve ni tengo opciones, tampoco las quiero - le dije de forma sincera.
Que podía decir era un hombre enamorado.
Tomé su boca de nuevo en la mía esta vez con ganas de disfrutarlo lentamente, de sentir sus labios , su lengua. De devorarlo con la parsimonia necesaria.
Podía tomarme todo el tiempo que deseara para saborearlo, para sentir su calor, sus manos.
Era el paraíso.
Me separé unos milímetros mordiendo su barbilla en el camino.
- vamos - le dije tomando su mano camino a la habitación.
Nada más entrar , me tomo de espaldas y empezó a repartir mordidas por mi cuello, unos segundos antes de retirar mi camiseta y seguir con su trabajo.
Yo solo me dejaba hacer como el lobo mimado que era. Sabía que Leonardo era consciente de mis puntos débiles, entre ellos, las caricias y las mordidas.
Siempre fui un lobo travieso, y amaba morder, y ahora que Leonardo lo hacía sobre mi cuello y sobre mis hombros me tenía volando.
Leonardo tomo mi cabeza y me giró para reclamar de nuevo un beso mientras su otra mano se paseaba por mi abdomen.
- eres una delicia Jhon - me dijo volviendo a mi boca .
Gruñi cuando sentí su lengua enredándose en la mía.
- lo sé y más genial que soy Tu delicia- le dije separándome unos milímetros, pero al parecer eso hizo poner mucho más a Leonardo porque me soltó y me giró para caer sobre la cama.
Frente a mi Leonardo se quitaba una a una sus prendas.
- te daría un maldito dólar por cada prenda ...bueno si tuviera , ahora no recuerdo donde está mi billetera- le dije mientras observaba como sus manos retiraban su pantalón.
La carcajada de Leonardo no se hizo esperar.
- lo cobraré en especie - susurro el lobo.
- en especie , si claro... Toda la especie que quieras - casi y por poco le ruego. Se me hizo agua la boca cuando su ropa interior bajo y luego fue tirada a un lado.
Tragué fuerte al ver tal espécimen frente a mi. Alcé mi vista para ver a Leonardo acercarse con una sonrisa de suficiencia.
Pasé mi lengua por mis labios.
Justo antes de tomar sus caderas, acercarlo más y besar la punta de su miembro.
- maldita sea- gruño el lobo.
Pasé mi lengua por cada lado de su miembro, sintiendo su textura y su calor. Empecé lentamente , introduciendo en mi boca centímetro a centímetro con la delicadeza necesaria para una parte tan sensible pero a la vez con la succión necesaria para que el lobo gruñera sin control.
Las manos de Leonardo llegaron a mi cabeza y empezó a halar y llevar un ritmo que con facilidad seguí. Mis manos se fueron a sus testículos para mejorar la estimulación.
Antes de retirarme pasé mi lengua por la pequeña ranura, sentí como Leonardo tembló.
Sonreí al mirar al hombre.
- ¿Cómo le vamos a hacer ?, ¿Quién irá arriba esta vez ?- le pregunté.
Leonardo se subió sobre mi, sin dejar de mirarme.
- no lo sé- respondió con la voz ronca.
-¿Piedra papel o tijera ?- le pregunté con una sonrisa.
- como quieras - me dijo mientras sus besos se iban a mis pectorales y luego al abdomen.
- piedra , papel o tijera- dije alzando mi mano en lo que creí eran tijeras, prácticamente tenía los ojos cerrados. Leonardo ni siquiera alzo su mirada o se despegó de mi piel , solo alzo su puño con lo que parecía ser una "piedra" , la verdad era que a Leonardo no le importaba jamás el orden , simplemente me daba el gusto de decidir con un juego tonto. A veces ni sabíamos quien iba a dónde. Nosotros simplemente parecíamos una maraña de piernas.
Mi pantalón fue retirado con brusquedad y mi cabeza se fue a la cama con el tirón de Leonardo.
-¿Alguien está desesperado?- le pregunté en burla , al ver cómo el sudor le escurría de la frente . Bajé mi mirada y también observé muy bien como también le escurría el pene.
¡Leonardo estaba como quería !
Suspiré cuando la mano de Leonardo separó mis piernas y de una su boca se fue a mi miembro y un dedo a mi entrada.
Oh lógicamente estaba desesperado, eran muchos años sin compartir ambos una cama.
-¡Por todos lo cerdos !- suspiré al sentir un segundo golpe con otro dedo.
- se supone que yo gané- le dije en un intento miserable.
- no seas mentiroso Jhon - dijo justo antes de darme un nalgada. Gemi al sentir como acariciaba la zona lastimada.
-¡Ni siquiera estabas mirando!- le dije cuando todo su cuerpo cubrió el mío
- siempre sacas tijeras Jhon - susurró el lobo antes de apretar mis manos sobre mi cabeza, girandome sobre el colchón y aplastando mi cara sobre la almohada.
No alcance a quejarme pues ya tenía el culo al aire y un líquido frío que me recorría y que poco a poco tomo bastante temperatura.
Sentí una mordida sobre mi glúteo.
- amo tu lunar - susurro antes de darme otra mordida .
¿Que podía decir al respecto? Nada , mi mente no servía para hacer y hablar. Simplemente me deje llevar de todas las sensaciones cuando los dedos del lobo comenzaron a estirar los músculos. El proceso si se hacía lento no dolía como tal, aunque jamás podría decir que estaría acostumbrado a la extraña sensación de ardor al entrar un dígito, dos ,tres o toda una longitud dura y caliente.
La situación siempre radicaba en qué intentaba ayudar a Leonardo para que para ambos fuera satisfactorio, además de que teníamos un punto en común que nos funcionaba muy bien.
Y era la facilidad con que entendíamos el cuerpo del otro. La tensión , el dolor , el placer , las risas y las tristezas. Entendíamos tan bien cada parte, cada reacción que era muy natural nuestros encuentros.
Cuando estaba dentro de mi Leonardo no paraba , yo tampoco lo hacía en caso contrario. Besos, caricias, mordidas, gruñidos , no había lugar que no tocaramos con adoración.
Adoraba a Leonardo y podía decir con seguridad que el italiano sentía lo mismo. La dedicación con la que tocaba cada parte de mí me lo decía.
Un rato después de mucha acción, de un vaivén suave y lento y luego de uno rápido y desesperado lleno sudor, mi cuerpo quedó sin fuerzas, intentando respirar , con el corazón a punto de salirse de mi pecho.
- si así comienzan estás vacaciones, creo que no voy a querer que acaben nunca - dije distraídamente mientras me quedaba allí acostado con un brazo sobre el pecho de Leonardo y otro sobre mi rostro.
Sentía que había una pierna del hombre enredada de alguna manera extraña en las mías.No le puse importancia y solo me quede allí , como un ser muerto.
Unos cuantos minutos después sentí que Leonardo se levantó de la cama.
Mi consciencia estaba más allá del sueño , a punto de caer en la profundidad.
- voy a ducharme ¿Me acompañas?-
- esta cama está muy comodita - dije en un susurro dejando que el sueño me tomará.
Una pierna halada, un grito y una subida al hombro como si fuera un bulto después, estaba bañado y con una gran sonrisa en el rostro mientras bajaba las escaleras con la intención de atracar la nevera.
La decepción fue encontrar todo vacío .
- somos un par de idiotas - susurré-debimos pensar en la comida primero -
- ¿Qué ocurre Jhon ?- preguntó Leonardo entrando en la cocina.
- que esperaba encontrar aunque fuera un limón viejo en la nevera y ni eso - le dije mirándolo con tristeza.
Leonardo sonrió.
- podemos ir a cenar al pueblo - recomendó el lobo.
- si , por hoy podemos hacer eso , pero no podemos estar viajando todos los días, está lejísimos y si de nuevo llega el taxista odioso será un martirio- le recordé.
- saldremos a cazar de ser necesario- completó Leonardo.
Entecerre mis ojos.
- ¿Hablas enserio?- le pregunté bastante sorprendido- porque hasta donde sé, yo nací en una granja , y la mitad de mi vida ha sido salvaje. Ahora tu con tu glamour y trajes ...¿Haz cazado alguna vez?- le pregunté
Leonardo me tomó de las caderas y me subió al mesón de la cocina.
- un par de veces si, no creas que porque vista bien ,no puedo dar unas buenas mordidas , los bosques espesos son mi especialidad- dijo Leonardo.
- esa idea me gusta mucho, podemos tal vez en la noche pasarnos y cazar algo - le dije con una gran sonrisa.
Leonardo me dió un beso.
- lo haremos pero no hoy, estamos cansados y estoy seguro que tú estómago no es el único que está sonando, llamaré a pedir algo, bueno , espero encontrar algo en línea y que lleguen a traer algo hasta aquí. En la guía de viajes me dijeron que habría un representante para ubicarnos y acomodarnos en la casa- comentó Leonardo.
- pues no apareció- le dije con obviedad.
- tal vez llegue mañana - dijo Leonardo alzando los hombros- por lo menos hoy tenían toda la casa abierta así que es seguro que sabían que veníamos . Tal vez hubo alguna confusión de fechas- concluyo leo
- si, tal vez - dije pensativo .
- llamaré , si traen a domicilio genial , sino iremos al pueblo - dijo Leonardo.
- me parece - acepté.
Para nuestra suerte Leonardo encontró un local de pizzas en el pueblo que hacían domicilios por todo el sector, el único problema fue que nos tocó esperar una hora.
Cuando sentimos el motor de la moto y el olor característico de la pizza. Leonardo y yo nos miramos como dos hombres caníbales.
Yo salté del mueble y corrí hacia el porche. Mientras Leonardo soltó un aullido justo detrás de mi.
Para cuando estuvimos al pie de la puerta parecíamos dos muy recatados hombres, nada que ver con los instantes antes.
Yo tomé las cajas mientras Leonardo pago. El chico de las pizzas no dijo más que los saludos cordiales , su cabeza siempre gacha y tímida. El olor a nervios era bastante perceptible.
-¿Tu primer día de trabajo?- le pregunté
El chico solo negó con la cabeza rápidamente.
- muchas gracias- dijo esto último recibiendo el dinero de Leonardo y luego saliendo de la casa a toda prisa.
Miré a Leonardo, ambos alzamos los hombros, y sonreímos , estás tres cajas se iban a ir devoradas.
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