La furia, la pasión y el desenlace
En la ciudad de Pafos (Πάφος en griego >:D ) , situada en la isla de Chipre, vivía la diosa del amor, la lujuria, la atracción física y el sexo. Se hallaba en su aposento, cerca del océano, mirando su figura en el espejo y luciendo su mejor vestimenta.
Se percató de la presencia de Alectrión, que siendo un gallo le pedía constantemente volver a su cuerpo original, ya que por no vigilar una noche al dios Helios, que espiaba a Afrodita con su amante, el dios de la guerra convirtió a Alectrión en ese animal por haberse adormecido. De esta manera, el dios Helios confesó la traición a Hefesto, quien era entonces el esposo de Afrodita, y el dios de los artesanos atrapó a la diosa del amor con Ares, debido a una red que se escondía bajo la cama.
Así, Hefesto los había enseñado ante los demás dioses y más tarde se separó de Afrodita con la ayuda de Poseidón.
-Eras mi más leal confidente de mis amantes. Nos traicionaste. Y no me arriesgaré de nuevo por vuestro insolente despiste -aclaró la diosa Venus mientras peinaba su dulce cabello- ¿No veis acaso la hermosura que llevo dentro y fuera? Para perderla por usted, feúcho traidor –agregó con repugnancia, sin perder el orgullo.
Dos minutos después, ambos escucharon dos golpes provenientes de la entrada. La diosa sonrió y alargó el brazo, mostrando que el invitado podía pasar a verla. El dios olímpico de la guerra vestía de armadura, sandalias y casco, preparado para la nueva batalla que estaba por venir. Su expresión, al contrario que la de Afrodita, era seria y respetable.
-¡Oh, mi querido Ares! Tan apuesto como siempre. No sabes cuánto te extrañaba... -comentó la diosa, acercándose poco a poco a uno de sus amantes.
-Hoy no, lo lamento –murmuró, observando su vestido rojo- Vengo para advertirte, como divinidad que eres –respondió el dios Marte, manteniendo la compostura y calma sin recorrer la estancia-
-¿De qué se trata, pues? –preguntó Venus, con aire de seducción.
-Se avecina una guerra –anunció Hefesto, que se presentó de la nada en la habitación, con una camisa de rayas marrones y unos pantalones negros, al igual que sus zapatos.
-Esos modales, dios Vulcano –advirtió Afrodita, señalando con el dedo índice.
-Te recuerdo que consagrábamos matrimonio, no hagamos debatir acerca de modales cuando se puede hablar de traiciones –dirigiéndose hacia su ex mujer-. Aviso de que el titán Cronos ha despertado. Tiene capturado a varios semidioses y se precipitará aun más si no le paramos los pies –declaró, dando vueltas en torno al aposento-
-Eso mismo, sí -afirmó Ares, conteniendo la ira- Mi hija está allí, además del hijo de Poseidón y otros muchachos del campamento mestizo. Debes estar al frente, Afrodita –añadió, fijando la mirada en la diosa- aunque estés en el Olimpo, divisando junto a Atenea.
La diosa Venus se detuvo frente a ellos y esbozó una pequeña mueca.
-Lo que sea por mi querido Percy. –concluyó ésta. Al ver la mirada penetrante de Ares, se estremeció- Y por Clarisse, por supuesto.
El dios Hefesto se esfumó en polvo en un santiamén. El gallo se encogió en un rincón, tembloroso.
Los otros dioses se encaminaron hacia el Olimpo, para averiguar hasta qué punto el titán Cronos está dispuesto a arrebatar lo que antaño no fue capaz.
Afrodita puta :v ok no XD
Los dioses griegos son especiales. Cada historia tiene un punto de WTF y me flipa, lo sabéis :D)
Gracias 💬♥
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