La última vez que lloré así fue hace dos semanas.

Si de una obra de teatro se tratase, sería el acto más ridículo y emotivo de todos. Las decisiones como esas son fáciles, se toman con el corazón pero para alguien que no vive su propia realidad representa dolor. Que mejor que todos sean felices. Que lo sean con las personas que quieren.

¡Qué ingenuidad al creer eso!

Los sacrificios van acompañándola, ¿por qué? no lo sabe ni ella. Está claro. Tal vez le gusta hacerse la mártir, tal vez quiere la felicidad sin el sufrimiento que la llevará hasta ella. O quizá sólo quizá no es capaz de ser firme en una decisión por el dolor de alguien más.

Oh, cariño. ¿Y qué hay de ti? Te me estas escapando entre los dedos.

Te engañas, volviste a pintar creyendo que eso sacaría a la creatividad que mataste dentro de ti. Dejaste de escribir porque estas aturdida. Ay, pobre de ti. Lees todas las noches imaginando que vives en carne propia cada una de ellas. Pero al abrir los ojos qué te queda.

Tu y yo sabemos que nada. Las personas son efímeras, pero los sentimientos no. Incluso cuando tratas de matarlos en tu interior, y esa incapacidad tuya por olvidar. ¡Vaya tormento, querida!

Dime, ¿qué recuerdas, qué pasa por esa cabecita tuya?

¿Las veces que amaste sin fijarte a quien?  Y la misma historia. Lloraste hasta maldecir el aire que respiras.

¿Las veces en las que tomaron tu corazón y bailaron sobre el?

Oh, y toda esa gente que te dice que no es para tanto.

Alejas a los que te importan de la manera más cruel, ¿y por qué?

Ah, si. Tienes miedo. Porque no eres suficiente para aquellos que te importan. Si te conocieran realmente voltearían la cara.

Siempre quieres ser linda, pero por dentro eres un monstruo. Yo te conozco a mi no me engañas. ¿De qué lloras ahora? es lo que mereces.

Tu mente es un enredo al que no le tengo envidia, ya no sabes lo que es dormir tranquilamente. No tienes idea de lo que esa palabra es. Pero aparentas muy bien.

"Todo está bien, no es para tanto". Te veo decirlo una y otra vez.

Mentirosa. Tu corazón sangra a chorros cuando lo haces.

No puedes ser honesta con tu reflejo porque tu rostro comienza a deformarse por el llanto. Pero para los demás siempre estás bien.

Ay, ay, ay. Te veo y quisiera poder arrancar el dolor de tu corazón, el ruido de tu mente y el cansancio de tus ojos llorosos. Quitar ese jardín marchito en tu interior y plantar uno nuevo.

Pero no lo haré, he visto lo que sucede. Ya lo intentaron, estabas siendo tu otra vez y lo arruinaste. Te estás pudriendo en un pozo fangoso.

Tal vez yo me equivoco, tal vez esa persona radiante no eras tu. Quizá esta alma podrida eres tu. Siempre tu.

Quisiera dejarte. Pero no puedo, a pesar de la pena que me das, no puedo. Lo sabes bien. Fue una promesa.