Los demonios de mi cabeza no callan, por favor necesito ayuda.

Quiero que callen, no logro que lo hagan.

Ellos me mantienen despierta, lo veo, me muestran. Ellos me dicen que es el futuro, el pasado que revivirá en cualquier instante.

Ahí está él con ella. Ella tiene toda su atención y en mi corazón aparecen grietas.

Esto es más difícil de lo que creí.

Pensé que la distancia me ofrecía sólo amor pero me estoy destrozando. Quiero que él esté aquí, lo quiero, lo amo.

Mis lágrimas son tan ácidas, no me puedo controlar. Quiero hablar con él pero no puedo. Quiero gritar.

Lo necesito de una manera que no creía hacer, o al menos no por ahora. Los demonios no se callan, ¡quiero que se callen! Él la besa y le hace el amor dulcemente como siempre he soñado. Él la ama y yo soy nadie.

No puedo mirar más, no hay más voces. Él y ella. Ya no puedo, quiero estar con él.

¿Para qué tener alas si al final me las voy a arrancar?

Quiero recordar su voz. Eso me calma, pero mi corazón se estruja más y más.

Estoy desesperada, el sueño se ha ido y las imágenes no cesan. Las voces me susurran cosas dolorosas ¡paren ya!

Necesito que paren, no soy tan fuerte. Quiero noquearme como en el pasado, llenarme de pastillas, pero le prometí que no lo haría, que no me haría daño. Él me prometió por Dios que no me haría daño y a eso me aferro.

Mis lágrimas son hijas de puta, ya no puedo mirar.

¡Brida!, maldita la hora en que las voces te posaron en mis manos. Mi mago está lejos. Mi mago está con alguien más.

¡Es una agonía!

¡Ya!

¡Paren!

¡Él es mío!

¡Él me lo dijo!

¡Ya paren!

Por favor, paren.