Tal vez quiera.
Adelina se encontraba haciendo la fila para montar en los carritos chocones, ya sólo faltaban dos minutos y podría empezar a divertirse un poco. Ella miró una vez más la fila y negoció consigo misma para dejar de observar a aquel chico que le atrajo en una mirada instantánea. La ropa negra que él llevaba puesta dejaba resaltar su bello rostro, sus ojos cafés y la sonrisa que se le había escapado.
—Señorita, ya puede entrar. - Dijo el que dirigía el juego.
Ingresaron quince personas al salón y entre ellas estaba el chico. Adelina se puso la seguridad y sonrió. Ella no sabía manejar muy bien, pero de seguro que disfrutaría mucho esto. Los carros empezaron a funcionar y muchas risas ya inundaban el lugar. Adelina fue chocada dos veces y la segunda vez fue por el chico, por Andrew, por el coqueto, porque así le quiso poner después de ver como él le picaba el ojo y le volvía a chocar. Adelina quería desquitarse, pero sus intentos eran nulos y servían como gracia para el chico.
—Deberías intentarlo una vez más, tal vez logres chocar este carrito, o mi corazón, como tú quieras. - Él giró y Adelina se quedó pasmada tres segundos hasta que reaccionó.
—Prefiero el carrito. - Soltó Adelina entre risas mientras logró chocarlo y verlo saltar en el carrito
—Uy, pero no eres tan piadosa como pensé.
—No puedes juzgarme sólo por un acto. - Dijo y fue hacia la izquierda donde fue chocada por una muchacha.
—Demuéstrame que no.- Andrew le seguía y hablaba fuerte para que ella le escuchara.
—No necesito demostrarte nada. - Los carritos pararon y el guiador anunció que se había acabado el tiempo. Adelina se quitó el cinturón de seguridad y ojeó a Andrew en el momento que él hacía lo mismo.
— ¿Me dejas invitarte a comer? - preguntó Andrew mientras la seguía.
— No, gracias. –dijo ignorándole. Salieron y ella comenzó caminando por el parque.
—Ahora son dos actos en los cuales puedo decir que no eres piadosa, ¿algo en contra que decir?
— ¿Qué más puedo hacer para que sean tres? - Andrew alzó una ceja.
— ¿Te gusta el helado, chica mala? - preguntó parándose al frente.
—Tal vez.
— ¿De brownie?
—Tal vez.
— ¿De chispitas?
— Tal vez.
— ¿Y yo te gusto?
— Tal vez
— ¿Tal vez?
— ¿Qué? No, para nada, ni siquiera te conozco. - impulsó sus palabras.
— me puedes conocer. - interrumpió él.
— No soy "piadosa", no puedo.
— ¿No quieres?
—Qué sea helado de macadamio, por favor. - Él sonrió satisfecho y fueron a comprarlo.
Charlaron un buen rato y Adelina se llevó una buena sorpresa al saber que un chico que miró y le llamó la atención estuvo hablándole y le invitó a salir más adelante a caminar y distraerse fuera de lo normal.
—Entonces quedamos el miércoles a las 7:00 pm.
— Sí, claro.- aceptó Adelina con un sonrisa en su rostro.
Tal vez quiera.
Zully MBM.
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