Carta II
Querido Fran:
Tomaste mi mano y fue un momento glorioso, ¿Acaso no lo notaste? Yo no quería despegarme de ti, no quería soltarte, tu calidez, tu mano con la mía, la fusión que sentíamos, el calor que emitías, los nervios que me daban, no quería, yo no quería tener que alejarme. Con tu mano aferrada a la mía veía venir lo que fuera y me sentía triunfadora, me sentía invencible.
Me sonreíste y fueron segundos perfectos, ¿Acaso no lo notaste? Tus ojos cafés conectados con los míos, mis párpados sin querer cerrarse para permanecer admirándote, tus labios curvados, mis mejillas sonrojadas, la poesía entera en tu rostro y yo aún me pregunto, ¿Acaso no lo notaste? Porque si fue así, que no te diste cuenta de la magia, quisiera retroceder el tiempo y hacértelo saber en el momento que mirábamos la luna, en aquel instante que nos quedamos quietos hasta que rompiste el hielo con tus palabras y sentía venir un "Te quiero" de tu corazón, pero que por miedo no salió.
Mi amado Fran, quiero que sepas que lo que siento por ti no es un juego, y si lo es, hagamos que sea lo más divertido entonces.
Con mucho amor, Valentine
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