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Ahí se encontraba él, viendo aquel video que le habían mandado hace poco.

-Más....más...Taekwoon!- escucho la voz de su prometida

No podía creerlo, su futura esposa lo estaba engañando y aparte con la persona que menos quería ver (su competencia en todo) .

-De quién eres? - preguntó con él que se estaba acostando - Responde! - le ordenó mientras le soltaba una nalgada

-Soy toda tuya, daddy - gimió en respuesta.

Él no pudo seguir viendo, apago su teléfono, dio un gran y doloroso suspiro y espero a que llegaras.

Esto no se quedaría así, como se le ocurre meterse con alguien días a su boda y aún peor quien sabe desde cuando estarían así, viéndole la cara.

-¡Binnie, ya llegué!- habías mencionado, mientras te quitabas tu par de tacones negros en la puerta

-No me lo vas a creer, por fin pude conseguír quien pude hacer los arreglos florales - dijiste emocionada

No dijo nada

-Binnie....Estás bien?- preguntaste con ligera preocupación

-Devuélveme el anillo - soltó en seco

-¿Qué? - sus palabras te dejaron perpleja

-Como lo escuchaste, devuelve el anillo- dijo mientras se levantaba de su lugar - No me hagas volver a repetirlo- ordenó mientras estaba frente a ti

-Pero...porqué - mencionaste con un hilo de voz - No he hecho nada para que te enojes-

-Ah no? - exclamó con sarcasmo - Sígueme querida, daddy te lo mostrará- menciono con burla

Abriste los ojos completamente y dentro de tu mente se escuchaba -ya lo sabe-

Te dirigió a la gran sala que tenía en su casa y dirigió su mirada hacia el gran televisor que tenían enfrente de ustedes.

No pasó mucho tiempo y de repente aprecio una imagen que nunca creíste que tu prometido llegara a ver.

En la pantalla se podía ver la clara imagen de Taekwoon (tu amante y enemigo de tu prometido) penetrandote mientras tu soltaba gemidos como perra en celo.

Sabias que cuando te propuso grabar ese acto, algo había detrás de eso. Pero nunca imaginaste que se lo mandaría a Hongbin

-Hongbin, lo puedo explicar- te excusaste

-No hay nada que explicar, es obvio- respondió fríamente, mientras apagaba el televisor

-Recoges tu cosas y te largas de esta casa, me escuchaste!? - te grito 

Con la poca dignidad que te quedaba fuiste al cuarto que compartían y empacaste tus cosas.

Basjaste al primer piso, viendo como toda la farza que lograste construir en 4 años se desmoronaba en segundos.

Llegasta a la primera planta y él te estaba esperando cruzado de brazos en la puerta.

-Deja el anillo en la mesa- ordenó sin siquiera mirarte

Te dirijiste a la mesa y lo dejaste ahí, para dirigirte a la puerta, aquella que cuando cruzarás todo tu plan se vendría abajo.

Estabas apunto de llegar a la puerta cuando él te preguntó que porqué lo hiciste y más con esa persona.

-Por qué- respondiste sinicamente- Todo era un plan querido, esto lo estábamos planeando desde hace ya 6 años, tu crees que aquella vez que nos conocimos en la cafetería fue una conciencia- explicaste

-Te odiamos, por tu culpa nuestra empresa se está hiendo en picada- expresaste con odio en tu mirada -La manera más fácil de perjudicarte era si nos acercábamos a ti, la falta de pagos, la pérdida de 3 de tus empresas y el despido de gente, crees que fue por tu mano derecha- explicaste con una sonrisa sinica en el rostro- querido despediste a uno de tus mejores empleados y todo por mi- dijiste con burla

Terminaste de explicar y te fuiste de su casa con una sonrisa triunfal, por dejarlo con una cara de horror y sorpresa.

Unas pequeñas lágrimas de furia salían de su bello rostro, empezó a tirar cosas por todos lados, rompió las fotos que tenías con él, destrozó las cosas que le regalaste y soltó un grito desgarrador.

Se sentía traicionado y le habían visto la cara de la peor manera.

Pero esto no se quedaría así, iba a destruir a las empresas Jung y dejar en la calle a su dueño.