Chocolate - Namjoon
---------------------------------------------
-Ah~!- escuchas un ligero gemido entre dolor y placer.
-Vaya, vaya, vaya, baby te dije que no podías hacer ningún sonido- murmurabas de manera sensual cerca de su rostro.
-Perdón mommy- susurro lo más bajo que pudo
-Un perdón no basta- explicabas mientras te alejabas del rostro vendado de tu pareja- parece que tu castigo va aumentar- decías mientras pasabas tus manos en los firmes muslos del chico
El chico no dijo nada, sabía que si hacía algún sonido su castigo aumentaría aún más (aunque claro, a él no le molestaba en absoluto).
Antes de que dijeras algo, se escucho el sonido de una pequeña campana.
-Parece que ya está listo- explicabas mientras te retirabas de tu baby e ir a al lugar donde se produjo el ruido
Tu baby tenía curiosidad de que habías ido hacer; con su vista bloqueada por aquel listón negro, podía escuchar que te habías dirigido al microondas (ustedes se encontraban en la cocina)
-Mmm- gemiste con satisfacción- ¡está perfecto!- exclamaste mientras te ibas acercando lentamente al chico de tez morena, que estaba amarrado de cada una de sus extremidades en la isla situada en medio de la cocina.
-Desde este momento te prohíbo hacer cualquier sonido- ordenaste con una voz que hizo exitar más a tu pareja.
¿Y cómo lo sabias?, fácil, su miembro empezaba a crecer cada vez más.
-¿Entendiste?- expresabas con autoridad, mientras mirabas a tu baby afirmar energética mente su cabeza--Bueno, empezemos- él no te podía ver, pero sentía que habías dicho eso con una ligera sonrisa llena de lujuria.
(...)
-Tranquilo- decías serenamente mientras veías que se estaba tensado, cuando el chocolate (ligeramente caliente) , tocaba su sensible piel
Tiraste chocolate por todo su cuerpo, empezaste por su pecho, de ahí fuiste por sus caderas sin tocar su miembro (eso sería al último), luego te dirigiste a sus muslos para seguir bajando hasta sus pantorrillas.
Él pobre se estaba mordiendo el labio a más no poder por todo el placer que estaba sintiendo, y eso que solo es el comienzo.
Te alejaste un poco para ver tu obra y te diste cuenta que aún te faltaba algo para dejarlo completamente cubierto.
-Lo mejor para el final--exclamaste cuando vertias lo que faltaba de chocolate en aquel rojizo y duro miembro.
-Ah~ mommy- gimió tu pareja, pero se tensó al momento
-Solo te lo dejaré pasar esta vez- aclaraste, mientras acariciabas su rostro con delicadeza - Porque ahora viene lo mejor- le dijiste antes de besarlo.
(...)
Tus labios no habían perdido el tiempo, estos ya se hacían lamiemdo el chocolate en los botones de tu baby.
Después de haber quitado perfectamente el chocolate en aquella zona, fuiste bajando lentamente hacia su abdomen.
Él pobre de Nam no podía más, quería soltar los gemidos que tanto había retenido, pero sabía que ese era su castigo por haberte ignorado en todo el día.
-Monnie~- dijiste de manera cantadita -Cuidado y mueves tus bellas caderas- le ordebas mientras masajeabas dicha zona.
(...)
De verdad no sabias que era mejor, el sabor del miembro de Nam con aquel afrodisíaco chocolate o verlo retener sus gemidos mientras trataba de no mover sus caderas al compás de cada lamida que le otorgabas.
Parecía que su gran dote se fuera acabar, ya que lo lámias con una rapidez que hacía soltar pequeñas lágrimas a tu baby.
-Te levanto el castigo- pareciera que digiste las palabras mágicas y él liberó un agudo y fuerte gemido
-Mommy~ ah~! - dio un gritito placentero cuando volviste a lamer su duro miembro - Más más- te suplicaba
Pero, ese era su castigo, obvio que no ibas a ceder a sus súplicas.
(...)
Habías terminado de lamer todo el cuerpo de tu baby, claro está que no estaba limpio al 100%. La única parte perfectamente limpia, era su miembro y como no había de estarlo, si te lo habías metido hasta darte ahorcadas.
Ahora viene el verdadero castigo, agarraste aquella fusta que recién habías comprado y ¿por qué no estrenarla?.
-Baby- lo llamaste- Ahora comienza tu verdadero castigo, quiero que cuentes cuantos golpes sientes- explicaste--y si te equivocas, van a ir aumentando- amenazaste
-Uno- dijo con ligera sorpresa
-Dos- grito, acabas de pegarle más fuerte
-Tres- gimió de dolor
-Cuatro- lloriqueo
(...)
-Veinte- gimió de placer
-Vaya, vaya, parece que baby es muy obediente- dijiste de manera burlona dejado la fusta en una mesa y agarrando un anillo vibrador - Este será tu último castigo- mencionaste colocando aquel juguete.
-Te prohíbo correrte - exigiste y prendiste aquel juguete en el número 1 - Si no recibirás otro castigo-
(...)
Así estuvieron un buen rato y saben ¿qué es lo mejor?.
Que lo volverán hacer, por que tu baby te desobedecio cuando llegaron al 5
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro