La siguiente clase era de una hora. El profesor Remiel, que también tenía que dar clase a esa hora, se dedicó a corregir las redacciones que había recogido la clase anterior. Esta historia sucede en un gran colegio de magia. Mientras Remiel corregía las redacciones, era rubio y con túnica verde con hombreras blancas, los alumnos buscaban información para realizar magias potentes. Mientras los hermanos Ramelgur, estaban sentados mirando a los demás alumnos. Rubén Ramelgur el mayor de los hermanos pensó:

-Madre mía tienen que realizar magias potentes y no tienen ni idea de realizarlas.

Rubén Ramelgur se pasó una mano por su pelo liso castaño. Tenía la piel morena y no era muy alto. Mientras la joven Jessica Ramelgur miró a su hermano y preguntó:

-Hermano, ¿qué piensas? ¿No estarás pensando en el hechizo de disipador de sombras?

Rubén miró a su hermana con gesto somnoliento. Jessica era morena y tan sólo un año menor que él. Su pelo era castaño y estaba recogido en una coleta.

- Hermanita, ese hechizo ya lo hice hace años, pienso en el materializador de luz- dijo el mayor Ramelgur.

- ¡Ni Remiel sabe hacerlo! Quedarías como un bobo.-exclamó su hermana.

- Te equivocas no soy tan mediocre ya se realizarlo lo llamaré Luminiscencia total, solo me falta probarlo.-añadió el hermano mayor moviendo su pequeña daga entre los dedos.

-¿He oído probar una magia?- preguntó Bruno girándose hacia ellos.

-¿Sí lo has oído para qué preguntas? Vamos está acabando la clase iremos al pantano de atrás.- respondió el joven Ramelgur.

- Jóvenes se acabó la clase. Id al descanso-gritó Remiel- Ramelgur venid los dos por favor.

-Profesor ¿Qué desea?- preguntó el mayor de los Ramelgur.

-He oído vuestra conversación, quiero estar presente en la realización de esa magia-contestó Remiel.

-Claro lo que usted desee- dijo Ramelgur joven.

Todos los amigos y Remiel fueron al pantano trasero.

-Bien realiza el hechizo, tómate tu tiempo- dijo Remiel.

El mayor de los Ramelgur, juntando el dedo índice con el dedo corazón empezó el hechizo:

-Elementos del vacío, fuentes mágicas y elementales situad en mí vuestra fuerza y poder en este humilde cuerpo, te invoco fuerza de la luz, rey de los elementos ¡¡Luminiscencia total!!

Dicho esto de los dedos del joven mago apareció una luz intensa con mucho poder que avanzaba hacia el pantano. El pantano quedó brillante durante largo tiempo:

-Perfecto, joven mago, es increíble que puedas realizar una magia tan potente con solo dos dedos. ¡Y con tanta fuerza! – exclamó el profesor alabando las hazañas del gran líder.

-¡Qué guay!- exclamó la hermana pequeña Ramelgur.

-¡Triunfó!-gritaron Bruno y James.

-Ha sido fácil- dijo el mago.

Los alumnos se acercaron al lago observando su brillo, entre ellos se encontraba el director del grandísimo colegio.

- Una magia muy poderosa Remiel, le hacia falta brillo al pantano.-exclamó el director.

- No he sido yo, ha sido Rubén Ramelgur señor, no le ha costado mucho trabajo.-contradijo Remiel.

- Ramelgur, Mmm, perfecto me alegra saber que tenemos un prodigio en la escuela- exclamó el director- Por favor ven a mi humilde despacho.

-

Rubén Ramelgur siguió al director por el pasillo central del colegio hasta el despacho:

- ¡Hola director!- ante el asombro de Ramelgur la puerta hablaba- ¿Quiere entrar en el despacho? ¿O tal vez a otra sala?

- Al despacho por favor- contestó el director.

Entraron al despacho, Ramelgur no pudo evitar decir:

- ¿Esto es humilde?

- Bueno, necesito espacio para trabajar- contestó el director.

- Perdone señor. ¿Puedo saber su nombre?-preguntó extrañado Ramelgur.

- Claro es Kratos Tambalán. Me extraña que no lo sepas- contestó él.

- Bueno ¿qué quería?- preguntó Ramelgur.

- Eres muy fuerte si puedes hacer una magia que ni siquiera yo sé con dos dedos. ¿Cómo lo haces?

- Pues si se acumula la magia en las manos se gasta demasiada energía así que yo realizó la conversión para no desperdiciar energía.

- Así que esa es la técnica, muy interesante para tu edad, bueno, ¿y tú hermana?

- Bueno señor está bien-contestó el mago con desconfianza.

- ¿Por qué me llamas señor? ¿Por qué llevo espada y túnica? Llámame Kratos, Rubén.

- Bueno, con su... digo con tu permiso Kratos me retiro a mi casa.- dijo Rubén.

-

Al salir del despacho hacia la salida de la escuela se encontró con su hermana que lo esperaba.

- Vámonos hermano-habló Jessica con voz firme.

Fueron por toda la región, por las montañas de Ock, y por el bosque Nuck hasta la casa Ramelgur. Nada más llegar Jessica se quitó de encima la bolsa para guardar libros y fue a saludar a Aquixle. Aquixle era un bonito lince con alas negras, fuertes garras y muy amigo desde siempre de los Ramelgur.

- ¿Qué pasa bonito? – preguntó en tono dulce Jessica- ¿Tienes hambre?

Ante estas preguntas la bestia profirió unos rugiditos.

Rubén sin embargo fue directo a su habitación, para hacer los trabajos que le habían mandado ese día. No tardó más de media hora cuando fue al salón central:

- Hermano dos jóvenes preguntan por ti- informó Jessica a su hermano.

- Bien ya voy- contestó él.

En la puerta se encontró a dos alumnos de su misma clase. Alfread Braleski y Manguell Luter. No se hablaba mucho con ellos:

- ¿Qué queréis?-preguntó Rubén con rostro frío.

- Queríamos hablar contigo...-respondió Alfread.

- En un sitio alejado de aquí- concluyó Manguell.

-

Rubén no pidió más explicaciones y los llevó al antiguo valle de Luin. Nada más llegar Manguell preguntó:

- Eres un humano, ¿verdad?

- Más o menos- respondió.

- Explícate- ordenó Alfread curioso.

- Soy un humano transportado desde la Tierra para salvar la estirpe de mi familia, mi padre era elfo y mi madre una...- explicó Rubén.

- Una semidiosa de la luz- concluyó Manguell.

- No existen las diosas ¿vale? Era la elegida de la luz- contestó desafiante él.

- Di lo que quieras, todo lo que ves fue creado por la bestia Orogin- dijo Alfread.

- Fue creado por la transmisión de magia- aclaró.

- Bueno nos vamos, un placer hablar con un miembro de la orden de la luz.

- ¿Cómo sabes eso?- preguntó.

- Sabemos escuchar, pero no te preocupes hicimos una cúpula contra sonora a nuestro alrededor.

- Bien muy listos, venid mañana a este valle para ir por la región.

- ¿Mañana?-preguntaron los dos a coro.

- Es fiesta- dijo Rubén.

- Si es verdad-recordó Alfread.

- Bueno que la magia siga vuestra aura- se despidió Rubén.

- ¡Adiós!- se despidieron los dos a coro.

-

Rubén regreso a casa, pero entró por la cuadra de Aquixle.

- Hola ¿está Jessica Aquixle?- preguntó Rubén.

Aquixle movió la cabeza de forma afirmativa. Rubén entró en casa, Jessica estaba en el salón jugando con Growgon. Growgon era una bola peluda con ojos que rebosaba de magia.

- Hola hermano, ¿qué han dicho? ¿Te han preguntado sobre mamá?- preguntó Jessica preocupada.

- Sí, pero no hay peligro, le haremos las pruebas para que entren en la orden y ya de paso a Bruno y a James.

- Oye, no olvides quién eres, a parte de mi hermano, eres lo único que tengo. Como te maten yo no sabría que hacer.- dijo Jessica.

- ¡No me van a matar mis amigos! Aparte si te sientes más tranquila puedes venir conmigo pero nada de acercarte a la playa carámbano.

- Vale iré contigo.

                                                                                        FIN