Hola, hola...

Esto más que un relato es una carta que escribí una noche en la que me vino esta idea sin ningún sentido jajja.

¡Espero que os guste!

Queda terminantemente prohibido copiar total o parcialmente esta historia, así como mis personajes, pues está registrada en Safe Creative con el código: 1502173272851.

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Te miré a los ojos y supe que estaba a salvo.

Había escuchado hablar infinitas veces de esa conexión que aparece en la mirada de dos amantes cuando sus ojos se encuentran, pero jamás lo había sentido.

No había razón para bajar la mirada, no estábamos avergonzados. Estaba experimentando por primera vez la alegría, la felicidad que provoca el amar y ser correspondida.

A través de los años nos ocurrió en infinidad de momentos, nos mirábamos y nos perdíamos el uno en el otro como si se tratase de dos recién enamorados.

No sabría explicarlo con exactitud, pero es similar a cuando miras a una persona que conoces desde hace mucho tiempo y con solo ese instante, en el que vuestras miradas se cruzan, tenéis la certeza de estar pensando en lo mismo, porque con solo miraros sabéis lo que está pasando por la mente del otro. Y eso es algo... mágico.

Pues bien, esa sensación entre familiares o amigos, es parecida a la mirada de dos amantes, pero no es provocada por algo externo que hace que las miradas de dos personas se crucen, no, está provocada por la necesidad de mirarse a los ojos y saber que está ahí, que todo saldrá bien, que lo tienes ahí fuerte y seguro, esperando por ti.

Entonces te quedas prendada del color de esos ojos, de la sinceridad de esa mirada, y no sabes cómo, pero entablas esa conexión. Es en ese maravilloso momento en el que te das cuenta que estas total e irremediablemente enamorada de él.

Por un instante sientes miedo, porque todo comienzo da miedo y más si sabes que como desaparezca padecerás dolor. Pero pronto ese sentimiento irrefrenable te envuelve en su montaña rusa en la que estás eufórica y tienes ganas de gritar y reír hasta que se te acabe la voz.

Pues esto que describo, es exactamente lo que me pasa contigo. Ahora sabrás sin remedio cual es mi deseo, ¿verdad? Quiero mirarte de nuevo mi amor...