21
- Alma suicida y libre. -
Se encontraba allí, porque no había mejor sitio para encontrarse. Aquella caótica soledad que habitaba dentro de ella se reflejaba en las abandonadas calles de tan devastada parte de la ciudad. Un paisaje urbanizado repleto de aquel sentimiento de vacío que nunca la abandonaba. Había vagado sin rumbo por aquella zona muchas veces, esperando algo, sin saber muy bien el qué. Puede que tropezar con algún conocido al que pudiese contarle sus penas. O tal vez a un no conocido, y hacer exactamente lo mismo. O a lo mejor lo que esperaba era el momento idóneo en el que llevar acabo lo que, entre sus divagues habituales, parecía una solución. Observó las nubes y escrutó la ciudad. Luego declaró en voz alta: "supongo que esto es todo". Encerró en sus puños las mangas de su ancha sudadera azul marino, y saltó. Sintió el aire, que chocaba contra ella a una velocidad de vértigo. El mismo vértigo que habría sentido cualquier persona normal que pasase por el puerto y la hubiese visto hacer tal cosa. "Suicidio", dirían los informes. "Liberación", asegurarían los que la comprendían. "Segunda oportuninad", pensaba ella. De fondo oía las olas que más tarde arremeterían contra ella, y los gritos ahogados de algún transeúnsete que desde la otra orilla observaba la escena con horror. Casi podía anticipar el ruido de la ambulancia recorriendo vertiginosamente las calles hasta dar con el paradero del cuerpo de la chica, malamente rescatado por algún insensato de buen corazón. "Déjame acertar: atención familiar nula, acoso escolar y problemas de autoestima... ¿Me equivoco?", probaría suerte el detective más arrogante - y desalmado - de la brigada asignada al caso. Poco después, alguien con la suficiente seriedad requerida para el trabajo, le lanzaría una mirada que degollaba chistes malos y acababa con todo rastro de humor negro. El impacto fue horrible. Se hundió con un ruido sordo en las oscuras aguas que tanto había temido en su infancia. Sería irónico, aunque cierto, que ahora fuesen su tan ansiada salvación.
Palabras: 332.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro