Sexo intenso
Estaba cansadísimo por el trabajo. Llevaba muchas horas trabajando, sólo quería meterme en mi cama y desmayarme por una semana por lo menos. Pero aquella noche no podía ser, estaba en mi casa, ni siquiera tenia ganas de salir. Y llegaste tu, con ese aroma tan característico que te hacia lucir muy hermosa. Y sabía que este era una oportunidad que tenía tanto en mis sueños. Veía como tus vestiduras se iban despojando de una manera tan simple pero tan majestuosa que iba escondiendo tu senusal desnudez. Tu boca estaba muy juguetona y empezó a besar mis labios con una intensidad que jamas había sentido en el que tu saliva humedecía mis labios con el tacto de tus bellas fresas dejándome claro que quería estar conmigo y pasar una noche que jamas será repetida. Tus preciosas montañas brillan en su máxima altura que saca chorros de miel exquisita que salen desde los picos hasta llegar a la parte inferior de estas dejando un camino que mi lengua debe deleitarse con cada simple paso. Subía hacia tus montañas preciosas y mi boca no podía resistirse al esplendor que se ve desde la cima, en ellas se sentía el cambio de climas, pero se notaban las fuentes de esos picos que yo denomino manjares infinitos. Tu boca demostraba todo su poder y comenzaste a marcar todo mi cuerpo como signo de que tus intenciones eran las mismas. Por un instante me quedé impresinado de los misterioso que era tu templo y se volvía su camino como un laberinto, pero este laberinto era cada vez que transcurria más precioso y con muchas ganas de recorrer una y otra vez. Con Un movimiento impaciente llegué a las puertas traseras de tu templo que se abrieron automáticamente cuando mi boca llegó a ellas. Al llegar allí se me hizo la boca nada y comencé a pasar mi lengua por el interior de tu templo y saboreaba el más bello pliegue de lo que puede esconder tu templo. Cuando pasaba mi lengua por todo tu clitoris era bien recibido por ti con unos gritos tan maravillosos que estaban con una música muy sencilla para mis oídos. Después de tanto descubrir nuestros sere se estremeció el ambiente y se llegaba el momento más importante de esa noche inhóspita, oscura, misteriosa, pero la mejor noche que pude explorar el paisaje más perfecto del universo. Por mi miembro tenía esa energía que te faltaba esa noche y que te hacía única entre tanta oscuridad y te hacia brillar entre la noche . Yo proseguí con mi esfuerzo y introducir mi miembro hacia la parte más abundante de tu cuerpo y mientras se transforma tu cuerpo en una obra de arte, gritabas con aquellos aullidos o gritos que eran claramente eran lo más bellos del mundo. Seguiamos con la entrada de flujos y de esa energía que nos hacia sentir cada vez más este momento. Esa noche ambos nos transportamos a un mundo donde se basaba en disfrutar a través de una conexión que seria infinita mientras nuestros corazones sigan latiendo por un mismo sentimiento.