Aprendí a no fiarme de las promesas, de las vanas palabras dichas por alguien que el paso del tiempo descubrirá falsas; dulces palabras, promesas doradas, que te hacen feliz y te ilusionan.

No. No creas en nadie, al final todos caen; alguien así consiguió jugar conmigo. Pero yo lo devolveré, y si una vez prometí quererte siempre, romperé esa promesa como tú rompiste las tuyas, como se rompió mi corazón. Y ahora esos trozos que quedan de lo que una vez latió por ti, unirán sus filos para clavarse en tu piel; que no es más que eso, una piel hueca por dentro, como tus palabras.

Y juro que desearás no haberme mentido.

Tachaaaaaan :). ¿Qué os pareció?

Iré sacando poco a poco varias cosillas que tengo escritas (hay veces que no escribo nada en dos meses y luego escribo cinco cosas en dos días, alv). Así que... nos vemooooooooooosss :3