Problemas mentales
—Creo que tienes serios problemas mentales.
—¿Yo? ¿Pero de qué me hablas? —dije.
Seguramente los problemas sean suyos, dijo una voz en mi mente.
—Sí, como la vez que me dijo que me había comido la tarta, ¡y fue él! —repliqué en voz alta.
—... Muy serios —volvió a hablar él, mirándome con cara de preocupación y trauma, como si estuviese completamente loco.
—¿Por qué me miras así? Parece que estás loco.
—¡Oh, venga ya, estás completamente ido! ¡No sé cómo puedo llevar dos meses contigo! ¡Así sí que terminaré completamente loco yo también! ¡Lo mismo se te va la olla y te conviertes en un psicópata homicida! —sus gritos estallaron en la habitación, pero no me importaron lo más mínimo.
Comencé a reírme, y cada vez me reía más, como completamente desquiciado. Lo que más gracia me hacía era que había acertado: mis ideas comenzaban a ser homicidas. Y las voces de mi cabeza me llevaban a ello.
Seguí riéndome sin parar mientras él retrocedía lentamente con una expresión de terror en el rostro, viendo en mí a un monstruo. Supe que para él yo ya no era el chico lindo que conoció meses atrás y con el que había terminado viviendo; para él todos los lazos que nos unían se habían ido rompiendo poco a poco, hasta que se quebraron completamente. Al mismo tiempo que mi cordura.
Pero eso realmente no me importó, yo ya lo sabía. Me reí más, de lo irónico que era todo, todo, todo, completamente estúpido, inútil. Cogí un jarrón y lo estrellé en el suelo, me corté con sus trozos, y sin parar de reírme sentí el dolor. ¿Qué más daba sentir dolor o no? ¿Qué más daba vivir o morir? Todo era igual, y a la vez no, yo lo sabía, lo sabía todo, pero él no.
«Tal vez sí estás loco» me dije. Y aquello hizo que mi risa volviese a explotar, hasta no poder más, hasta empezar a gritar y desternillarme, porque nada tenía sentido.
Así fue como acabó todo. Él salió corriendo, se fue, y me dejó con mis demonios. Sabía que mientras se rompía mi vínculo con él, se iba rompiendo también mi cordura. Ahora él se había ido y yo estaba solo... no, no lo estaba. Estaba más acompañado que nunca. Y no me importaba nada, de nada. Me reí de mí mismo y de la vida, porque todo era absurdo, sí, absurdo.
*
Bienvenidos a... ¡El relato de un loco! UwU xDD ¿qué os ha parecido, bichejos? c:
Grachies por leer y comentar.
Baiiii
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro