Paco
Estaban organizando una alegre merienda familiar, en la casa de campo. La Mari había hecho bizcochos, y los niños estaban emocionados con ello. Por fin estuvieron todos juntos, cuando llegó Paco. Éste se sentó a la mesa con una entusiasta sonrisa acorde con el ambiente, mientras todos comían y charlaban felices.
Nadie de los allí presentes podía sospechar que Paco acababa de cargarse a su suegro.
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