RETO:

Este reto se trataba sobre relatar un beso en 200 palabras.

Estaba rompiendo las reglas y la verdad, no le importaba.

Carol pareció intuirlo. Debió leerlo en su mirada. Richard se inclinó tan lentamente que el espacio entre los dos pareció insondable, una distancia demasiado extensa para dos cuerpos que casi se tocaban. Casi. Una palabra que decía mucho sobre él, que casi le dijo ayer en la tarde que la amaba, antes de terminar diciendo nada, que casi pudo convencerse que lo mejor era mantenerse apartado, que casi lo logró, casi.

Pero ya era tarde para quedarse en intentos. Tarde para los dos; sin sombra de duda demasiado tarde para Carol.

Así que aspiró el aliento medicinal y tibio de su boca antes de posar sobre los suyos sus labios. Fue un beso delicado, como un sello que apenas quiere dejar marcas, pero que no por eso se conforma con dejar todo en blanco. Su paciente sonrío, y musitó un gracias. Richard la adoró, con la boca como voz y la mirada como promesa, le dijo tanto. Y así también se dolió por que aquel primer beso también sería el último.

Carol liberó sus labios con una suave exhalación. Y se llevó al otro mundo el beso de su doctor.