✴Capítulo 12✴
✴💌✴
Mis manos temblaban tanto que no podía conseguir enrollar el condón.
Seguía cayéndose de mis dedos temblorosos antes de poder conseguir enrollarlo, y entre más tiempo pasaba tratando, más nervioso me ponía.
SeokJin se incorporó de rodillas y se arrastró hacia mí, sus manos seguras cubriendo las mías cuando tomó el condón.
– Aquí –dijo, colocándolo en la parte final de mi miembro.
Me besó mientras lo rodaba sobre mí, bombeándome con su mano un par de veces una vez que el látex estuvo en su lugar.
Gemí, mi vergüenza olvidada temporalmente.
Su mano en mí se sentía tan increíblemente bien, y sabía que lo que estaba por venir a continuación sería infinitamente mejor.
Con movimientos cuidadosos, me coloqué en su entrada y empujé hacia adelante.
Observé su rostro con atención enfocada, vi la forma en que su expresión cambió de una de afán a una de molestia.
Me congelé.
– Oh Dios. ¿Te estoy lastimando?
Sacudió su cabeza, su labio atrapado entre sus dientes.
– Es sólo que ha pasado un tiempo desde que he hecho esto. Continúa. Estoy bien. Lo prometo.
No quería lastimarlo, pero confiaba en él.
Más lento que antes, presioné hacia adelante.
Se sentía tan increíble.
Hasta ahora más allá de lo que había experimentado antes.
Él estaba estrecho, resbaladizo, caliente, y yo estaba mareado con sensación.
Mi mente demasiado abrumada para procesar, se cerró y me permitió operar en mis sistemas más básicos.
Todo lo que podía hacer era sentir y reaccionar.
Me deslicé hasta el fondo, exhalando con fuerza y dejando caer mi cabeza hacia adelante mientras mis caderas llegaban a descansar contra el culo de Jin.
Deslizó sus manos en mi pelo, sosteniéndome a él.
– ¿Estás bien?
Me reí y él gimió.
Era ridículo, él preguntándome si yo estaba bien.
Por supuesto que estaba bien.
Nunca había estado más bien que esto.
– Sí –suspiré– Pero si me muevo, me voy a venir. Esto es demasiado bueno.
– Ese es el punto de todo esto –se rió, sus músculos apretándose alrededor de mí, y gemí, meciéndome contra él en reflejo.
Incluso ese movimiento sutil se sentía bien, y SeokJin jadeó.
Lo hice otra vez.
Con cuidado, retrocedí antes de experimentalmente empujar, lento y suave.
Jin se inclinó hacia mí, sus movimientos imitando los míos.
Con mi peso apoyado en mis manos, lo observé de nuevo, observé mientras el placer se fundía sobre él, sus ojos cerrándose mientras me movía dentro de él.
Cerré los míos brevemente, abrumado con lo increíble se sentía tenerlo rodeándome así.
Una y otra vez empujé, enterrándome en su cuerpo.
Era lento al principio, pero las manos de SeokJin estaban sobre mí, tocándome en todas partes, desesperado y buscando.
Aumenté el ritmo, recompensado con la forma en que él sonaba, la forma en que se movía debajo de mí.
Estaba tan ido como yo.
Mi corazón golpeaba al mismo momento mi ritmo lo hacía.
Sentí a Jin estirarse entre nosotros y envolver su mano alrededor de su miembro.
Sus nudillos rozaban mi piel mientras se masturbaba a tiempo con mis embestidas.
Él gritó y todo se detuvo mientras se venía, sus músculos tensándose alrededor mí, calor y presión y el enloquecedor placer empujándome al borde de mi propio orgasmo.
Pude ver chispas cuando cerré mis ojos, cabalgando la ola, sosteniendo tenuemente a la realidad, mientras todo se hacía añicos a medida que me corría.
SeokJin me atrajo hacia él y fui de buena gana, necesitando que me sostuviera y me trajera de vuelta a la tierra.
Mantuve mis ojos cerrados, dejando que la gravedad del momento cayera sobre mí.
Jin presionó sus labios contra mi sien, una presión suave mientras su respiración volvía a la normalidad.
Todavía estábamos en una maraña de extremidades y piel resbaladiza, y si pudiera haberme quedado así, congelado en ese momento perfecto para siempre, lo habría hecho.
Él se movió debajo de mí, y de muy mala gana, salí y me deshice del condón antes de acostarme junto a él.
Ninguno de los dos habló.
Me sostuvo cerca de él hasta que mi ritmo cardiaco disminuyó y mi mundo empezó a colocarse junto pieza por pieza.
✴💌✴
Lo que pareció horas más tarde, pasé mis dedos por su cabello, que estaba húmedo en su cuero cabelludo.
Sonreí ante el pensamiento de que yo había sido el encargado de hacer que él rompiera en sudor.
El sexo para mí siempre había sido agradable, romántico, incluso lento, dulce y placentero.
Nunca había sido así.
Todo esto era totalmente diferente, y Dios, fue increíble.
Los orgasmos ya se habían calmado y yo todavía estaba volando.
– ¿Cansado? –su voz era suave, deslizándose alrededor de mí como un buen sueño.
Tanto había sucedido en el tiempo que habíamos estado juntos.
No tenía puesto mi reloj, pero pensé que probablemente era cerca de la una de la mañana.
Aun así, estaba bien despierto.
– En realidad no –respondí.
Mi cuerpo estaba débil, pero mi mente estaba corriendo.
No había un solo tren de pensamiento, era un compendio de pensamientos sobre SeokJin, de lo que todo esto significaba, de lo feliz que me hacía, y confuso al mismo tiempo.
Jin se levantó de la cama, luego agarró mi mano y me jaló a mis pies.
– Ven –tomó unos pantalones deportivos para mí de su tocador.
Me los puse y los apreté sobre mis caderas para que no cayeran al suelo con el primer paso que diera.
Lo seguí a través de su cocina a la puerta corrediza de cristal que conducía a su patio trasero.
Caminamos por las escaleras hasta el patio de ladrillo, donde él tenía al aire libre un juego de muebles agrupado alrededor de una pequeña hoguera.
A un lado había dos olmos maduros que habrían proporcionado un montón de sombra durante el día y colgada entre ellos había una hamaca grande.
Pasamos por un pequeño sofá, y él se sentó en la hamaca, atrayéndome con él.
Tomó un minuto para que consiguiéramos acomodarnos, pero una vez que lo estuvimos, decidí que viviría en ese lugar por el resto de mi vida.
Estábamos acurrucados por el tejido, y SeokJin me abrazaba, mi cabeza descansando en su pecho.
Podía oír el débil golpeteo de su corazón, y cerré los ojos, permitiéndome este momento.
No había nada sexual en ello, simplemente ternura en la conexión.
Por un largo momento nos quedamos así, balanceándonos suavemente, el aire del verano barriendo sobre nosotros mientras una brisa se alzaba.
– He estado pensando mucho últimamente sobre el mensaje que me mandaste –dije.
– Mhm hmm –su respuesta retumbó en mi hombro.
– Pudiste haberlo enviado a cualquiera, pero me lo mandaste a mí.
Jin se rió suavemente.
– ¿Vas a decirme que crees en el destino? –su voz era baja en la oscuridad– ¿Que conocerme te ha hecho un converso de repente?
Sonreí contra su pecho.
– No, realmente no. Tal vez suerte sería una palabra mejor que destino, aunque estoy seguro de que no existe la suerte tampoco.
» Lo que quiero decir es, conocerte ha cambiado la esencia de lo que soy, lo cual me doy cuenta es una discusión pesada para estar teniendo después de la primera vez que tuvimos sexo.
Doy una risa nerviosa, pero él no dijo nada, simplemente deslizó su mano en la mía.
– Quise decir que esto es nuevo para mí, y nunca esperé estar en una situación en la que a los treinta y dos años de edad, estoy redefiniendo quién pensaba que era.
Entrelazó y desentrelazó sus dedos entre los míos en movimientos perezosos mientras yo divagaba, una idea vaga conectada a la siguiente, como si estar con él aflojara todo en mi cerebro y de repente todo fluyera.
– No es tan fácil como decir las palabras 'soy bisexual.' Me doy cuenta de que debe ser lo que soy porque cuando estoy cerca de ti, todo lo que puedo pensar es en querer que pongas tus manos sobre mí –tomé aire y la dejé salir lentamente.
Sus manos estaban sobre mí y quería que nunca me soltaran.
– No hay nada platónico acerca de la forma en que me siento por ti, pero tú eres el primer hombre por el que me he sentido de esa manera. Es sencillo y es complicado, todo en el mismo aliento.
» La forma en que me siento por ti es simple, pero las implicaciones de esos sentimientos son más profundos.
Se quedó callado, dejándome parlotear sin interrupción y sin juzgar, simplemente apoyo en silencio.
– Sé que te quiero, que me siento atraído por ti. He pensado que otros hombres eran atractivas antes, pero nunca los he deseado como te deseo, y no sé qué significa eso. Tú cortaste mis creencias en mi propia sexualidad, y eso es muy confuso.
Se pasó los dedos por mi pelo, lento, suave, y respiramos juntos durante unos minutos antes de hablar.
– No tienes que saber qué significa todo esto. No soy un psicólogo, no he pasado mi vida investigando y analizando el comportamiento humano, pero sé que la sexualidad no es blanco y negro. Hay una razón por la que ondeamos una bandera de arco iris.
– De hecho, los colores de la bandera representan sexo, vida, cicatrización-...
El reconfortante timbre de su risa me rodeó.
– Alguien ha estado pasando algo de tiempo en Google.
Él no podía ver mi expresión tímida.
– La gente se puede identificar de mil maneras diferentes. Podrías ser bisexual o demi-sexual, o incluso algo más. Nadie puede decidir por ti, excepto tú, y si no estás cómodo con las etiquetas, no las necesitas.
– No sé lo que significa la mitad de ellas –admití.
Al parecer, no había buscado en Google lo suficiente.
– Hay mucha incertidumbre con respecto a la clasificación de mí mismo en uno u otro grupo, pero estoy seguro de cómo tú me haces sentir.
Y lo estaba.
Nadie me había hecho sentir alguna vez como SeokJin lo hacía.
Mina fue mi única relación seria, y mientras todavía creía que la amé, nunca se había sentido tan poderoso como esto.
Había preguntas todavía necesitaban ser contestadas, pero por ahora, balanceándome suavemente en una hamaca envuelto en los brazos de Jin, yo estaba más feliz de lo que jamás lo había estado.
✴💌✴
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
👀
Atte. ⚜☦ Ðҽʋιℓ Ɱιɳ ☽⋆
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro