Capitulo 18
-0 días antes de la entrega de la caja.-
Mercedes corrió hacia su casa, en busca de su bolso, había pasado la noche en casa de martina. Su jefe la tranquilizo y le informo que haría todo lo posible para sacar a ruggero de ahí, pero iba a demorar unos días.
Apenas entro en su oscura casa, como flash, las imágenes de los días anteriores se acumularon en su cabeza como el agua de lluvia en los canales, invadiéndola por completo. Sacudió su cabeza y fue por sus cosas, iría de inmediato a su oficina para ayudar.
Tomo las llaves de su auto y nerviosa entro en el. No entendía nada, ¿Por qué ruggero había dicho que era su culpa? Quería entender que estaba pasando, y sobre todo, porque ruggero estaba metido en eso.
Estaba divagando en su mente cuando sus ojos chocaron con el enorme edificio de concreto solido en donde trabajaba, se bajo impaciente y corrió hacia la oficina de su jefe, mientras más rápido llegara, más rápido se solucionaría todo.
-y...-dijo abriendo la puerta bruscamente y caminando de prisa hacia su escritorio.
-aun no sabemos nada...-respondió rascándose la cabeza.
Mercedes soltó aire algo molesta- porque no simplemente vamos y lo sacamos.
-no es tan fácil...
-claro que sí.
-mira, mercedes, tenemos que atraparlos, y si vamos ahora, se nos escaparan, ¿entiendes?
-pe-pero, y ruggero, lo pueden estar lastimando en este momento...-un escalofrió recorrió su cuerpo en cuanto se imagino a ruggero herido.- no podemos hacerle eso.
-no, no lo haremos, pero quieres que esas personas sigan lastimando a más gente, definitivamente ruggero no querría eso...
Mercedes se quedo en silencio con la mirada perdida en la pared, asintió levemente y se fue a sentar al sofá de la sala, mientras que su jefe seguía trabajando. En otros momentos estaría ayudando, pero ahora se sentía demasiado cansada para hacer algo. Cerró los ojos y rezo para que todo estuviera bien con él.
(. . .)
-recuerda solo tienes una hora, ve, busca lo que necesitas, y regresa con lo que queremos...
Ruggero lo miro con cierto recelo, y antes de marcharse se encontró con la mirada de Katherine, y con sus labios artículo un- cuídate-. Este como forma de agradecimiento le sonrió, sin que ese hombre se diese cuenta.
Abrió la puerta lentamente y al asomarse al frío pasillo se encontró con la mirada sorprendida de Ángela. Ruggero abrió los ojos, pero antes de poder decir algo, lo empujaron hacia la salida. La chica sintió la culpa recorrerle todo el cuerpo, se giro y se encontró con los ojos de ruggero, que la miraban molestos, lo único que fue capaz de decir fue un leve susurro- lo siento- que se perdió en el aire como el rocío de la mañana.
Ángela camino hasta una de las habitaciones donde se encontraba fabián con el celular en mano.
-me vio.- dijo al entrar.
-¿Quién?- pregunto soltando el celular y mirándola expectante.
-ruggero, me vio, me lo encontré en el pasillo.
-¿y qué te dijo?- quiso saber
-nada, no alcanzo, se lo llevaron, pero pude ver que estaba molesto...-se sentó a su lado con la mirada triste.
-no te preocupes, después lo resolveremos...- la consoló.
-eso espero...-apoyo su cabeza en el hombro del muchacho.
(. . .)
Ya era suficiente. ¡A la mierda todo! No podía aguantar ni un minuto más sin hacer nada. Si ellos no iban a actuar ahora, ella lo haría. Tomo su bolso y salió dispara hacia su auto, que horas antes había estacionado ansiosa por llegar, y que ahora arrancaba ansiosa por salir.
Respiro hondo, y antes de dirigirse hacia el edificio en donde estuve encerrada, tomo un desvió y se estaciono en frente de un local de comida rápida. Había escuchado mencionar a ruggero que una chica trabajaba en ese lugar, y que estaba al tanto de todo, de seguro le serviría de ayuda.
Se bajo y con paso tembloroso entro al local, lo primero que recibió fue un leve olor a fritura, que increíblemente no le desagrado. Se acerco al mostrador y una chica, de más o menos su edad la recibió con una cálida sonrisa
-bienvenida. Que desea, tenemos mucha variedad y...
-se encuentra la señorita Emma- se apresuro a decir.
-eh...si soy yo ¿por?
-necesito que me ayudes...conoces a ruggero ¿verdad?
-sí, porque ¿Qué paso?
-luego te cuento, ahora necesito que vigiles, si tardo más de lo necesario, llama a la policía, ok.
-sí, claro. ¿Pero qué pasa?
-ahora no tengo tiempo, pero te contare, gracias.- le sonrió agradeciéndole y la abrazo.
Dio media vuelta y se esfumo por la calle.
(. . .)
Ruggero respiro hondo sujetando la perilla de la puerta, no podía ocultarse que tenía miedo, miedo de todo, de lo que le pudiesen hacer, de lo que había en esa caja que los atraía tanto, y lo más importante, de lo que pensaría mercedes de él después de todo esto.
Entro en su casa e inmediatamente se dirigió a su cuarto, intentando evocar los recuerdos del lugar en donde había guardado esa caja. Cerró los ojos y se dejó llevar por su instinto. Termino dirigiéndose al último cajón de su más viejo armario, lo abrió y revolvió por completo hasta hallar lo que necesitaba, sus dedos rozaron una superficie imperfecta y dura, adentro más su mano y saco el pequeño cofre.
Seguía sin entender porque lo querían con tanta urgencia. ¿Qué era tan importante en esa diminuta cajita de madera y cerradura de estrella? Se recordó que no tenía mucho tiempo para pensar y rápidamente se levanto y camino hasta la salida de su casa.
Cerró la puerta con mucha cautela y camino unos cuantos pasos, antes de que su mirada captara, a lo lejos, la presencia de la mujer que volteo su mundo por completo, quien se había robado su corazón sin permiso alguno. Su sangre se congelo y detuvo su caminar. No dejes que nadie te vea, entendiste...Habían sido verdaderamente estrictos con eso, y no quería saber qué pasaría si hiciese lo contrario. Inmediatamente se escondió tras un gran árbol, y la observo desde la distancia. Se veía apurada, pero realmente hermosa, logro ver que se dirigía a su auto que estaba a unos metros estacionado de él
Tenía que ser fuerte y aguantar las inmensas ganas de correr tras ella, abrazarla como si su vida dependiese de ello, y darle un beso demostrándole todo lo que sentía por ella. Con un poco de suerte, en unas horas más lo dejarían en paz y podría ir al encuentro de la chica más hermosa que vio en su vida entera.
Su corazón se acelero en cuanto la vio pasar frente a sus ojos y adentrándose en su auto, y agradeció a Dios que no lo hubiese visto. finalmente cuando la vio lo bastante lejos retomo su camino, que minutos antes había interrumpido.
¿Cómo podría demostrarle cuanto la quería? ¿Cómo podía decirle lo mucho que significaba para él? Sabía perfectamente que algo había cambiado desde que la conoció, nunca había deseado a otra persona de la manera en que la deseaba a ella, todo de su ser lo atraía completamente, todo en ella era perfección, desde su más fino cabello hasta la punta de sus pies, toda ella irradiaba luz para sus ojos y bienestar para su alma. Ya estaba más que claro que la amaba con locura, que a su lado se sentía completo, y todo tenía sentido, que a pesar de haber comenzado mal le tomo un cariño inexplicable. Definitivamente al terminar todo esto le pediría que fuese su novia, y si se llegase a negar no sería un impedimento, la conquistaría día a día, aunque le costase años, ella terminaría siendo su novia.
(. . .)
El sonido del celular de mercedes interrumpió su carrera hacia el enorme edificio. A regañadientes lo saco de su bolsillo y contesto con la voz agitada.
-¿sí?
-mercedes...-la voz de su jefe la alertó.
-¿Qué pasa?
-quiero creer que no es verdad lo que escuche...-dijo
-y que es lo que escuchaste.
-no iras a buscar a ruggero tu sola... ¿verdad?
-tengo que hacerlo, no puedo dejar pasar más tiempo.- su jefe soltó un suspiro
-aunque llegues o no, no lograras cambiar nada, tienes que entenderlo, nosotros lo sacaremos, pero no puedes ir sola.
-si no lo hacemos ahora, pueden lastimarlo...-respondió nerviosa.
-¿y cómo sabes qué ya no lo hicieron? Tienes que pensar que esas personas disfrutan de hacerle daño a la gente...-su corazón bombeo con fuerza, como no lo pensó antes, ahora más que nunca sentía la necesidad de ir tras el.- ahora mercedes por favor, no hagas algo donde puedas salir herida, eres como una hija para mí y no quiero verte mal.
-lo sé, pero créeme todo saldrá bien...
-mercedes...
-tengo que irme, adiós- colgó y corrió lo más fuerte que sus piernas la dejaron, subió las escaleras de dos en dos ya que el ascensor demoraba mucho.
En cuanto estuvo frente a la puerta noto lo asustada y nerviosa que estaba, ¿y si todo salía mal? No. Definitivamente no podía permitir eso. Movió la perilla de la puerta y se sorprendió de que estuviese abierta, entro con sigilo y camino unos cuantos pasos, al darse cuenta de que al parecer no había nadie cerca corrió hacia una de las habitaciones, donde pensó que estaría ruggero, pero para su desgracia la puerta estaba con cerrojo.
Desesperada buscó por todos lados la llave que abría esa gran puerta donde supuestamente lo tenían, sabía perfectamente que ruggero le había dicho que no regresara, pero eso era lo que menos le preocupaba en esos momentos. Si tan solo ese día lo hubiese escuchado, hubiese verificado quien estaba detrás de la puerta, quizás esto nunca habría pasado, y no estaría sintiendo ese horrible dolor en el pecho.
—Que hace acá tan linda señorita — dijo tomando a mercedes por atrás afirmándola del cuello — no deberías de estar acá- continuo sonriendo malvadamente
—Cállate idiota — bufó molesta intentando liberarse de su agarre
—He, he adonde crees que vas, primero tenes que ver a tu amiguito no— dijo burlonamente, mercedes se quedo inmóvil, él la llevaría hasta él.
Se dio media vuelta y reconoció el rostro de esa persona, el mismo que estuvo con ella esos días cuando estaba encerrada. Como lo odiaba.
Se la llevo lejos de ahí a otro cuarto, no había nadie, el hombre se alejo y antes de cerrar la puerta le dijo.
-ya vuelvo...iré a buscar a tu noviecito...- le sonrió.
¿Cómo se podía aborrecer tanto a una persona? Pensó molesta, realmente lo detestaba, desde el primer momento en que lo vio. Era una persona asquerosa. Se dejo caer sobre una silla y se abrazo las piernas. Ojala no le hubieran hecho daño. No soportaría verlo mal. Ya formaba parte importante de su vida.
espero que les guste, besos a todas, disfrútenlo, no se cuanto durará la novela, pero ya esta llegando a su fin...perdón por la demora lo sé, pero me costo continuarla, es la verdad. cuídense todas.
LauraNuack StylesObsecion AngelaLoveWhite espero que les haya gustado, estos capitulos son dedicados especialmente para ustedes, besos.
pd: no se olviden de comentar y votar. las quiero
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