2 días antes de la entrega de la caja

Emma lo miraba con ojos expectantes y con cierto toque de temor, nunca había visto a ruggero con esa mirada, claro lo conocía desde hace poco, pero jamás había demostrado tanta preocupación por algo.

-¿ruggero estás bien?- dijo la muchacha entregándole un vaso de agua.

-sí, sí, necesito que llames a mi jefe y que le digas donde estoy.- bebió un largo trago de agua y lo dejo en la mesa.- tengo que irme

-pe-pero... ¿Qué vas hacer?

-tengo que encontrarla, si no lo hago, no me lo perdonaria nunca.- murmuro más para sí mismo que para ella.

Ahí fue cuando comprendió. Ruggero estaba enamorado, estaba enamorado de esa chica que vio hace unos días. Su corazón se apretó y sintió lastima por él, nunca lo había visto de esa manera.

-bien, pues haz lo que tengas que hacer, yo te ayudare en todo lo que necesites.- le acaricio el brazo.

-gracias.- le susurró y se inclino para besar su mejilla.- gracias...-volvió a decir. El corazón de Emma dio un vuelco ¿Por qué justo cuando comenzaba a sentir que ese chico le atraía, se da cuenta de que ya es de alguien más? Que su corazón le pertenece a otra persona.

Sacude la cabeza y le sonríe- suerte.- le dice y cuando lo ve salir agarra su celular para hacer lo que ruggero le dijo, le había dado el numero de su jefe y tenía que llamarlo.

                                                                                    ***

-¡ruggero!- su jefe se encuentra sujetando fuertemente su brazo- ¿a dónde crees que vas?

-tengo que ir a buscarla- sentenció.

-¡ay ruggero! ¿Tú crees que está ahí?, ya revisamos el lugar y no había nada.

-pero no revisamos bien. Lo siento pero nada de lo que me diga me hará cambiar de opinión.

Su jefe dio un largo suspiro y soltando un poco su agarre anuncio.- está bien, pero no irás solo...

Ruggero lo miro con expresión decidida y salió disparado hacia el edificio con su corazón golpeándole fuertemente contra el pecho. ¿Por qué a ella? ¿Por qué? Subió las escaleras dando grandes zancadas y avanzando de dos en dos los escalones. Su jefe, que hace unos minutos se había perdido en la lejanía, había salido en busca de los demás, para ir tras ruggero, quien agitado y ansioso se perdía en la distancia.

Freno en seco frente a la gran puerta principal, inspiro una gran bocanada de aire, dándose fuerzas a sí mismo. ¿Y si su jefe tenía razón? ¿Y sí mercedes no estaba ahí? Que si había llegado demasiado tarde. Una punzada de dolor acompañado de un fuerte escalofrío recorrieron su cuerpo, al imaginarse a su enamorada en peligro, y pero aun, al borde la muerte. Y todo por su culpa, por involucrase con ella. Si no lo hubiese hecho, ellos no se hubieran fijado en ella, no la hubiesen tocado, porque no les habría interesado, no le habrían hecho daño. Pero que podía hacer él, sin darse cuenta esa muchacha de cabellos dorados le había robado el corazón y se había adherido a su piel, ya era parte de su vida, y no la dejaría ir tan fácilmente.

Giro la manilla de la puerta, y en cuanto estuvo dentro de la oscura habitación unas risas amargas provenientes de la habitación contigua le inundaron los oídos. No estaba solo. Apretó los puños y camino en dirección hacia las risas. Cuando estuvo en frente del pedazo de madera que le impedía la visión de aquellos hombres, pudo escuchar un ligero sollozo apenas audible. Mercedes.

                                                                                   ***

-quieres un poco- le ofreció Katherine con una dulce sonrisa.

-gra-gracias.

La chica se sentó a su lado y la observo mientras bebía el agua que ella le había ofrecido.

-aun no entiendo porque estás aquí...-comentó- quiero decir...que fue lo que hiciste, para que mi padre te encerrara aquí.

Los ojos de mercedes se agrandaron ligeramente. Padre, escucho bien, padre. La chica que tenía en frente de expresión dulce y comprensiva, pero a la vez fuerte y decidida, era la hija de ese horrible hombre que la tenía en ese cautiverio.

-yo...no lo sé- mascullo algo temerosa

Katherine estaba por abrir la boca cuando un fuerte golpe las sobresalto a ambas. Inmediatamente después sintieron los gritos furiosos de dos hombres al otro lado del cuarto en donde ella estaba encerrada. Una voz le pareció reconocida, pero dejo de preocuparse por ella cuando escuchó la melodiosa voz de ruggero desesperado por encontrarla. Estaba aquí, había venido en su ayuda, venía a rescatarla de ese horrible lugar.

La puerta se abrió de golpe y la figura sobresaltada del joven apareció por el marco de la puerta. Su tórax y su pecho subían y bajaban rápidamente, su rostro estaba magullado y tenía un leve corte en el labio, por donde un fino hilo rojo descendía hasta su barbilla. Sus ojos se encontraron por una fracción de segundos, una ráfaga de felicidad atravesó el cuerpo de ruggero en cuanto la vio sana y salva y sin ninguna herida. Al menos no se habían atrevido a tocarla.

Dos hombres saltaron a su encuentro y lo sujetaron por ambos brazos. Ruggero forcejeo para salirse de su agarre, pero ya estaba demasiado agotado para seguir luchando. Tuvo una gran batalla antes de entrar y ver a su querida mercedes, y estaba seguro que en su costilla izquierda tenía una herida bastante grave ¡dolía como un demonio! Uno de esos grandotes lo había golpeado con un fierro, clavándole la punta de este. En ese momento no había sentido el dolor, solo quería encontrarla, pero ahora, sus fuerzas se debilitaban y se esfumaban como vapor de aire. Rendido se dejo caer sobre sus rodillas y cerrando los ojos con fuerza desmedida alcanzo a pronunciar unas leves palabras

-perdóname mercedes...

Uno de los hombres lo golpeo en la cabeza, con el mismo fierro que se había estrechado contra él hace unos minutos. Su conciencia se desvaneció junto con el grito ahogado de mercedes viéndolo desplomarse frente a sus ojos, dejando un charco de sangre a su alrededor. Su herida en la costilla había empeorado, y si fuera poco, su cabeza no estaba de lo mejor ahora.

                                                                                    ***

Emma abrazaba sus piernas meciéndose levemente sobre una de las sillas del local, su padre le acariciaba delicadamente su cabellera, mientras que la mirada de Ángela estaba perdida en el teléfono.

-¿todo estará bien, verdad?- levanto su vista hacia la de la chica quien despegaba su mirada del teléfono.

-claro, no hay porque preocuparse, ruggero sabrá qué hacer, además no está solo- le sonrió levemente mientras volvía su vista al teléfono.

Voy en camino. Leyó Ángela rápidamente.

Que ha pasado.

Luego te cuento, la cosa se volvió algo difícil...

Apúrate, ya no aguanto ni un minuto más en este lugar, necesito saber que paso.

Ya, voy, ya voy...no te enojes =)

La mirada de Emma se alzó nuevamente, pero está vez en dirección a la entrada. La figura de Fabián se dibujo en el marco de la puerta, mientras caminaba lentamente hacia ellos. Detrás le seguían su jefe y los otros dos hombres.

-lo perdimos..., no sabemos donde se metió...-anuncio uno de los hombres.

Los ojos de Emma se aguaron mientras acurrucaba su cabeza en el hombro de su padre.

-pero seguiremos buscando, no puede haber desaparecido así como así...Fabián, Ángela vámonos ahora mismo a la oficina, pediremos ayuda.

Se dio media vuelta acompañado de los otros dos. Ángela y fabián se miraron y un destello que ninguno supo descifrar atravesó sus ojos.

bien espero que les haya gustado el capitulo, perdón por la tardanza, veré si puedo subir otro capitulo hoy, aunque lo dudo...besos y cuídense, no se olviden de votar y comentar.

pd: AngelaLoveWhite, danyrm_2011, LauraNuack, les gusto el capitulo???? 

¿quien creen que es esa voz familiar?....