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Capitulo 15

Iban por la carreta rumbo al local que ruggero y Ángela habían visitado. En cuanto estacionaron los autos, ruggero junto con otras cuatro personas bajaron de los dos autos.

En cuanto entro al local, lo primero que vio fue a Emma limpiando una de las mesas. Se acerco a ella por detrás.

-hola.-saludo ruggero. Emma se volteo rápidamente y en cuanto lo vio sonrió.

-hola, han llegado rápido.

-sí, ven.- dijo ruggero apartándola del grupo- que es lo que viste, lograste ver a la chica.

-no, estaba muy lejos y me daba la espalda...-comentó. Ruggero soltó un suspiro.

-bien, iremos a ver.- anuncio y se acerco a los demás. En este momento ni Ángela ni fabián habían podido venir. Estaban ocupados. En su ausencia, había venido su jefe junto con dos compañeros más.

Después de conversar un rato, tomaron la decisión de que tenían que ir a investigar. Se despidieron de Emma y su padre y salieron rumbo al edificio que la chica les había indicado.

Gracias a Emma lograron dar con la dirección del departamento. Ella les conto que había visto que entraban en el quinto piso, y con no mucho esfuerzo hallaron el numero del lugar. La puerta estaba trabada con pestillo, uno de los hombres la forcejeo y se abrió paso dentro del lugar. Había sido demasiado sencillo. Pensó ruggero entrando junto con los demás.

Cuando entraron se dieron cuenta, que en el lugar no había nadie, solo unos cuantos muebles recién comprados y unas cajas esparcidas por el lugar, además de ese olor a encierro que estaba impregnado en la habitación. Decidieron que lo mejor sería revisar las habitaciones, pero al igual que en la sala no encontraron nada.

Ruggero se alejo del grupo y marco el número de mercedes. Ya debería de haber llegado a la oficina. Pero después de que sonara más de cinco veces y nadie contestaba, se dio por vencido y colgó. Prestándole atención a su alrededor. Su jefe les indico que ya era hora de irse, por lo visto no había nada sospechoso en ese lugar. Quizás se habían equivocado de piso.

Antes de salir ruggero le mando un mensaje a mercedes. ¿Dónde estás? Me estás preocupando ¿estás bien? Llámame por favor. Te quiero.

Pulso la tecla enviar y se marcho con sus compañeros cerrando la puerta y dejándola como antes.

                                                                                 ***                      

Una risa cínica invadió la habitación. Erizándole los vellos del cuerpo.

-vaya que le importas- sonrió de nuevo.- primero te llama, y ahora te envió un mensaje. Quieres que te lo lea querida.- volvió a emitir una risa seca.

Mercedes no se movió y cerró los ojos con fuerza evitando que las lágrimas salieran disparadas de sus ojos. Sin embargo el hombre que estaba delante de ella, le resto importancia y comenzó a leer el mensaje.

-¿Dónde estás? Me estás preocupando ¿estás bien? Llámame por favor.- se detuvo y volvió a reír.- Te quiero. Pobre muchacho, ya está perdido. ¿Qué hiciste para dejarlo así? ¿Lo drogaste o algo?- sonrió

Ella se quedo inmóvil. Estaba preocupado por ella, la estaba buscando, o al menos eso haría, en cuanto se diera cuenta de que había desaparecido, pero eso no era lo importante, la quería, y eso significaba que la iría a buscar y, como la otra vez, la sacaría de aquel lugar. Su corazón bombeo con fuerza, recordó ese momento, como entro en aquella habitación con esa expresión tan segura, tan tranquilizante y profesional, desde ese momento ella lo vio de otra manera, lo sintió de otra manera, se sentía protegida a su lado. No podía ni imaginarse que hubiese pasado si eso no hubiera pasado ¿habría sentido lo mismo que siente ahora por él? ¿O lo querría lejos de su vida como cuando llego? No pudo seguir pensando en eso porque el hombre se levanto de su silla y se le acerco.

-ya vuelvo, dulzura- le sonrió con descaro y salió de la habitación. En su reemplazo una chica más o menos de su edad entro. Tenía un semblante serio, tan serio que daba miedo.

-hola.- la saludo sentándose en el lugar de aquel horrible hombre.

Mercedes la miro con sus ojos vidriosos. Ya comenzaban a dolerle las extremidades, la posición en la que estaba no era la mejor, estaba amarrada a una silla, con los brazos por detrás y sus piernas en cada extremo de ella. Gracias a dios no le habían cubierto la boca, odiaba eso.

-eres muy joven, que hiciste para estar aquí- le dijo la chica- por cierto me llamo Katherine- le sonrió, por primera vez, desde que entro en aquella sala vio una sonrisa verdadera. La chica que tenía en frente era realmente hermosa, tenía unos ojos hipnotizantes, no sabría decir de qué color eran exactamente, veía un poco de verde en ellos aunque también unos toques de café, eran realmente lindos. Su cabello parecía de seda, largo y brillante hasta su cintura.- ¿Cómo te llamas?

-Mercedes...-respondió un poco más segura de si misma.

-qué lindo nombre...

En ese momento volvió a entrar el hombre que estuvo con ella hace unos minutos.

-ya Katherine, ya puedes irte.- le ordeno.

-pero...Carlos, necesitas descansar, has pasado toda la noche con ella, me toca a mi ahora- bufó un poco molesta.

-pero este no es tu trabajo, anda a hacer algo afuera, no se no me importa.- se alejo de ella.

Katherine se cruzo de brazos y elevo una ceja molesta. Como vio que "Carlos" no le prestaba atención le arrojo un vaso de vidrio que estaba sobre la mesa, llegándole gusto en la cabeza y explotando en mil pedacitos. El hombre se quejo de dolor y se froto la cabeza para luego enfrentarse con la mirada serena de la chica. No le había importado ni en lo más mínimo los daños que pudo provocar. Mercedes había pegado un brinco en cuanto vio estallar el vaso en la cabeza del hombre.

-ahí te vez...se lo diré a tu jefe...-se dio la media vuelta pisando el piso con firmeza y rabia. Parecía tan tranquila y amable cuando hablo con mercedes, ahora se había transformado en otra persona.

                                                                                       ***

Ruggero llamo infinitas veces a su celular, siempre saltaba al buzón de voz. Volvió a intentarlo, espero, espero y espero, nuevamente esa voz ya irritante comenzó a decirle lo mismo que antes.

-¡por un demonio!-arrogó el celular al sillón- ¡¿Por qué no respondes, maldita sea?!- se paso las manos por el pelo y se dejo caer junto a su celular.

Llevaba horas intentando hablar con ella, pero no lo conseguía, quería ir a verla, pero aun no terminaba su jornada de trabajo y no podía irse.

Después de estar unos minutos maldiciendo en su cabeza, se levanto y salió a hablar con su jefe, ya no aguantaba más. 

                                                                                      ***

-has visto a mercedes- se le adelanto

-no, señor...

-me parece muy extraño, al parecer no ha venido hoy. Nunca falta sin avisar- niega con la cabeza y le da la espalda- supongo que debe tener algún problema- acomoda algunos papeles sobre el escritorio.

-he intentado llamarla todo el día pero no me responde...- le comento acercándose y echando un vistazo a lo que estaba sobre la mesa.

-mmm...de seguro debe de tener problemas con su familia otra vez...-suspiro guardando unas carpetas.

¿Otra vez? ¿De qué habla? ¿Por qué problemas con su familia?

-ruggero...-se volteo mirándolo serio-. Te veo preocupado, porque no vas a verla, después me cuentas que era lo que la pasaba ¿te parece?

-sí, claro-.sonrió impaciente y se dirigió a la puerta.

-una cosa más...-lo detuvo-. Si sientes algo por ella, deberías de demostrárselo.- ruggero quedo con la mano en la manilla de la puerta dándole la espalda-. La conozco desde hace tiempo y si no lo haces ella no lo hará.

Esta vez se volteo mirándolo fijamente. Iba a decir algo, pero lo interrumpió.

-no intentes negármelo porque sé que pasa algo entre ustedes. Así que será mejor que la cuides, ella es una mujer muy especial, es como una hija para mí...- le sonrió y le indico con la cabeza que se fuera. Ruggero le devolvió la sonrisa y se alejo de ahí.

                                                                                   ***

Golpeo repetidamente la puerta, pero no se percibía ningún movimiento. Saco una llave que tenía en el bolsillo. Hace unos días se le había caído, y decidió guardársela, por si acaso. Ahora agradecía haberlo hecho. La introdujo en la cerradura y entro. Las luces estaban apagadas, y no había señales de que alguien estuviera ahí. Comenzó a recorrer las habitaciones hasta llegar a la de ella. Lo único que encontró fueron carpetas del trabajo y su cama abierta, pero le daba la impresión de que nadie hubiese dormido allí. Su corazón comenzó a latir con fuerza. ¿Dónde demonios estaba? Una oleada de terror le recorrió el cuerpo en cuento recordó el mensaje que le habían enviado. ¿Y si se la llevaron?...su manos comenzaron a temblar y se le hiso mas difícil respirar, ¿La chica que vio Emma era mercedes? Sintió como se le estrujaba el corazón. Salió de la habitación y corrió a su auto, tecleando en su celular.

-aló Emma...-dijo nervioso

-sí... ¿Quién es?

-soy yo ruggero.

-oh, hola ruggero como estás.

-Emma necesito que me ayudes, es urgente- le ordenó mientras sentía que muy pronto las lagrimas comenzarían a salir.

-¿Por qué? ¿Qué pasa?- ahora era ella la que usaba un tono asustado y nervioso

-creo que ya se quien es la chica que viste la otra noche, Emma- se mordió el labio con fuerza.

-¿Quién?...

perdón por no publicar hace tanto tiempo, pero esta semana fue demasiado agotadora y no tuve mucho tiempo para escribir, tenia demasiadas pruebas y trabajos. este fin de semana no es tan agitado como el anterior pero aun así debo estudiar para una prueba el día martes, que es de historia y mi profesor dijo que va estar difícil. pero bueno LauraNuack espero que te haya gustado tu primera aparición de varias más. AngelaLoveWhite espero que te haya gustado el capitulo, en unos más se sabrán varias cosas sobre tu personaje... y danyrm_2011 aun quedan unas escenas más así que no te preocupes, y espero que te haya gustado el capitulo.

pd: no se olviden de comentar y votar y les quiero agradecer a todas las demás que leen la novela, aparte de las que nombre hace un momento, besos y cuidense.

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