
Capitulo Unico
— A la casa de Marinette— Dijo el rubio cerrando la puerta del auto. Su guardaespaldas lo obedeció.
Durante el camino el silencio fue muy incómodo, ambos se estaban carcomiendo la cabeza sobre lo que iban a decir.
— Lo siento— Dijeron al mismo tiempo.
— Primero tu— Comentó la azabache.
— No, no, primero tú.
— No debí besar a la estatua, pero no sabía que eras tú. Si lo hubiera sabido no lo hubiera hecho...
— No, no, alto— El ojiverde la interrumpió— También fue mi culpa— Se señaló— Cuando saliste del estudio temía que estuvieras enojada conmigo. Por eso hice esa broma.
— Yo jamás me enojaría contigo— Comentó la ojizarca rápidamente— Perdón por hacerte pensar eso.
— ¿En serio? ¿Entonces seguimos siendo amigos?
— Claro, pero te propongo que no vuelvas a engañarme así— Le advirtió juguetonamente.
— De acuerdo, no se me da hacer bromas. La chica que amo me lo dice siempre.
— La chica que... Que tu... La chica que amas— Apartó la mirada y se recostó en el asiento abrazándose.
— ¿Todo bien, Marinette?
En la mente de la franco-china, apareció un recuerdo sobre la pequeña conversación que tuvo con su compañero de batallas mientras se enfrentaban a las estatuas.
[— ¿Cómo haces eso?
— ¿Cómo hago qué?
— Si soy tan importante para ti ¿Cómo me dices todas esas cosas dulces en situaciones como ésta? Hablar de tus sentimientos lo más difícil ¿No es así?
— Si la persona vale la pena, entonces tienes que decir lo que sientes.]
Decidió tomar su consejo, Adrien era muy importante para ello y se lo tenía que decir.
— ¿Marinette?
— Te mentí, Adrien.
— ¿Sobre que?— Preguntó.
— Cuando me preguntaste si era verdad lo que dije cuando pensé que eras una estatua— Se incorporó para verlo a los ojos— Estoy enamorada de ti, Adrien.
El modelo quedó sorprendido, pensó en lo ciego que había sido al no darse cuenta de los sentimientos de su amiga.
— Marinette...
— No tienes que darme una respuesta, sé que no sientes lo mismo.
El auto se detuvo frente a la panadería Dupain-Cheng.
— Nos vemos mañana.
— Si— Cerró la puerta.
En su habitación, se quedó mirando una foto de su amado, puso su mano en el borde de esta dispuesta a quitarla.
— Ya lo escuchaste— Le habló a su kwami— Adrien está enamorado de otra chica, y yo... Soy solo una amiga.
— En mi experiencia, la vida está llena de sorpresas, Marinette.
Ella quitó su mano de la foto y se recostó en la cama.
— Tal vez, de todos modos, hubiera sido ridículo como un primer beso— Sonrío y se tocó los labios.
— ¡¿Cómo no me di cuenta antes?!— Exclamó el modelo y se recostó boca abajo en su cama.
— Lo malo es que ella se te declaró después de que le dijeras que amas a otra chica— Dijo el kwami de la destrucción mientras mordía su queso— Primero el rechazo de Cat Noir y ahora el de Adrien Agreste. Las chicas son tan complicadas.
— No lo entiendes Plaga— Se incorporó— Marinette es muy importante para mí y la lastimé.
— Todavía no puedo creer que no te dieras cuenta— Devoró su queso— Esa niña está enamorada de ti desde hace muuuuuuucho tiempo.
— ¿Desde cuándo lo sabes?
— Se nota a kilómetros lo que ella siente por ti— Flotó hacia la cama y se sentó en frente de su portador— Hasta tus amigos hicieron lo posible para ayudarla.
— ¿Alya y Nino?— El kwami asintió— ¿De qué estás hablando?
— En el auto de camino al museo, escuché perfectamente que estaban planeando dejarte sólo con Marinette para que ella pudiera declararse.
El rubio se sentía la peor persona del mundo.
Sus amigos hicieron lo posible para que Marinette le confesara sus sentimientos, y él la rechazo. Marinette siempre estuvo allí para él y él solo le rompió el corazón.
— Es una suerte que no fuera akumatizada— Dijo el gato interrumpiendo sus pensamientos.
<< ¡¿Que he hecho?!>>
Tampoco se había puesto a pensar en eso. Cuando Cat Noir la rechazó creyó que ella había sido akumatizada, pero fue su padre. Esa chica con el corazón de oro había sido rechazada dos veces por la misma persona.
— Ya sé cómo resolver esto— Se dijo así mismo.
En la noche, Marinette estaba en su balcón apoyada en el barandal contemplando la noche, sus padres estaban preocupados, pero no quisieron molestarla. Alya la estuvo llamando, pero la azabache le mando un mensaje diciéndole que no quería hablar ahora y que mañana en la escuela le contaría todo.
— ¿Marinette?— Preguntó la pequeña kwami preocupada.
—¿Que pasa Tikki?— Cuestionó sin despegar la vista del cielo.
— ¿No quieres hablar? Seguramente te hará bien.
— Gracias Tikki— Sonrío con tristeza y con su dedo índice acarició su pequeña cabeza— Pero ahora quiero estar sola.
La kwami estaba a punto de hablar, pero de repente sintió una presencia extraña. Flotó rápidamente hacia el cuarto de su portadora y ésta no se dio cuenta.
— Buenas noches.
Marinette se sobresaltó y giro la cabeza encontrándose con su compañero de batallas.
— ¿Cat Noir? ¿Qué estás haciendo aquí?
— Lo siento, no quería asustarte— De un salto se puso en frente de ella— Sólo vine a hacerte compañía.
— ¿Por qué?
— Es q-que... Bueno...— Tartamudeo, no pensó en una buena excusa antes de visitarla— Estaba patrullando hasta que te vi, pero parece que estás triste— Puso una mano en la mejilla de la azabache y está se sonrojo— ¿Quieres hablar?
La ojizarca estaba a punto de negarse, pero recordó ese momento en el que él la animó porque el rubio no fue a los helados de André. Si ese día pudo subirle el ánimo, talvez en esta ocasión también podía hacerlo. Además, Tikki dijo que hablar con alguien le haría bien.
Marinette se sentó en el suelo con las piernas cruzadas y el héroe la imitó.
— Lo que pasa es que... Hay un chico— Suspiro— Hay un chico que me gusta mucho, y hoy le dije lo que siento.
— ¿Que pasó después?— Preguntó haciéndose el desentendido.
— Lo que pasa es que me declaré después de que él me dijera que amaba a otra chica— Soltó un sollozo.
El ojiverde se sintió mal, no sabía que el daño en su corazón había sido tan grande. Marinette era una chica espectacular que no lo merecía.
El felino se arrodilló y rápidamente la abrazó, la franco-china quedó sorprendida con aquel acto, pero aun así correspondió.
— Estoy seguro de que aparecerá un chico que de verdad merezca tu corazón— Y ese no soy yo. Pensó el rubio.
— G-gracias Cat Noir.
El héroe se levantó y ella hizo lo mismo, el chico le extendió la mano y la muchacha lo miró dudosa.
— Quisiera mostraré algo— Susurró lo suficientemente alto con voz grave.
La azabache aceptó la mano y el felino la cargo al estilo princesa, le pidió que cerrará los ojos y se sujetará fuerte, ella obedeció.
Segundos después, ambos jóvenes se encontraban en un techo sobre una de las casas de París.
Cat Noir la bajo suavemente y le perdió que abriera los ojos.
Al hacerlo, Marinette quedó sorprendida de tan hermosa vista. El héroe había hecho el mismo escenario que hizo para Ladybug hace meses.
— ¿Todo esto es para Ladybug?— Preguntó la ojizarca.
— No— Respondió firme— Todo esto lo hice para ti ¿Te gusta?
— Es hermoso.
— Ven— Cat Noir la agarró de la mano y la hizo sentarse en un mantel, tenía dos copas y una botella de vino en una cubeta con hielo— Quiero levantarte el ánimo.
— De verdad, muchas gracias.
— Ahora...— Sacó el vino de la cubeta y la sirvió— ¿Puedo saber quién es el chico, Mi Lady?
— No creo que a Ladybug le guste que me digas así— Ambos rieron— Se llama Adrien Agreste.
— ¿Qué es lo hizo para que te enamorarás de él? Pensé que yo era el chico de tus sueños— Bromeó, la muchacha río y el héroe sintió su corazón latir rápidamente contra su pecho, ella tenía una sonrisa muy bonita.
— Tiene un gran corazón— Suspiro con tristeza— Es honesto, siempre se preocupa por los demás, y hace lo que sea para ver a las personas felices.
— ¿Y yo?
— Casi no te conozco, pero estoy segura de que tú también tienes un gran corazón, y a ti te gusta Ladybug.
— Lamento haberte rechazado— Dijo y sus orejas bajaron por la culpabilidad.
— Eso ya es pasado— Dio un sorbo al vino— ¿Y cómo te va con Ladybug?
— Igual, siempre me rechaza, pero no pierdo la esperanza de que algún día me corresponda.
— Estoy segura de que un día lo hará.
Siguieron charlando durante unas horas, Cat Noir había logrado su objetivo, subirle el ánimo. Después de que se terminaran todo el vino, el héroe la llevó de vuelta a su casa. La chica la agradeció por escucharla y él le prometió volver al día siguiente.
Cuando la muchacha entró por la trampilla y se sentó en su cama, su kwami la esperaba de con los brazos cruzados y el ceño fruncido.
— ¿Por qué me miras así?
— ¿Por qué te fuiste con Cat Noir?— Le respondió con otra pregunta.
Marinette no tuvo más opción que contarle todo sin omitir ningún detalle.
— ¿Por qué le dijiste que estabas segura de que Ladybug le daría una oportunidad? ¡Tú eres Ladybug!
— Porque creo que ya es tiempo de olvidar a Adrien.
— No está bien lo que estás haciendo, Marinette. No es justo usarlo.
— No lo voy a usar, no sería capaz de eso. Primero tengo que olvidar a Adrien.
— ¿Estás segura de lo que estás haciendo?
— Muy segura, Cat Noir siempre me ha demostrado que me ama y también ha sacrificado su vida por mi muchas veces— Se recostó— No es justo que lo esté rechazando para siempre.
— Si esa es tu decisión, entonces te apoyo.
— Gracias Tikki.
Al día siguiente, Marinette fue a la escuela con mucho ánimo, Cat Noir la había ayudado demasiado.
Alya estaba hablando con Nino y en las escaleras y la azabache se les acercó.
— Buenos días chicos— Saludo con una sonrisa.
— Buenos días Marinette— Dijo la pareja al unísono.
— Alya, necesito hablar contigo.
La periodista le dio un beso en la mejilla a su pareja y ambas fueron al salón y se sentaron en sus respectivos puestos, estaba vacío y faltaban unos minutos antes de que sonara el timbre, así que tenían tiempo.
— Ok, cuéntame— Alya se cruzó de brazos— Ayer me mandaste un mensaje diciendo que no querías hablar y hoy te veo muy contenta ¿Me puedes contar lo que pasó? Porque ese mensaje me dio a entender que había pasado algo malo.
Marinette le contó todo lo que había pasado cuando ella y Adrien estaban solos en el auto, omitiendo la parte de que pensó en su conversación con Cat Noir y también que había pasado la noche con él.
— Amiga... Lo siento mucho— La abrazó— Si Nino y yo no hubiéramos planeado esto...
— Tranquila— La interrumpió— De todas maneras, se los agradezco. Si no fuera por ustedes nunca me hubiera declarado, tenía que aprovechar la oportunidad que ustedes me dieron.
— Marinette...— La morena derramó una lágrima de felicidad— Estoy segura de que aparecerá otro chico dispuesto a ganar tu corazón.
— Si...
Afuera del salón, el modelo escuchó toda la conversación, bajo la mirada y otra vez ese sentimiento de culpabilidad lo abordaba.
— ¿Eso que huelo es arrepentimiento?— Preguntó Plaga saliendo de su escondite.
— ¿Estás seguro de que no será queso?— El ojiverde busco un trozo de camembert en su chaqueta y se la dio al kwami.
— Mi precioso— Lo devoró de un solo bocado. Se escondió de inmediato en la chaqueta de su portador al escuchar unos pasos.
La señorita Bustier había llegado y todos los estudiantes estaban detrás de ella, Adrien entró al salón y se sentó en su sitio. Se volteo y vio a la azabache hablando animadamente con su amiga, allí se dio cuenta de que Cat Noir había hecho un buen trabajo. La iba a saludar, pero Alya le lanzó una mirada de advertencia y él entendió el mensaje, la clase empezó y el rubio en todo el día no se acercó a la franco-china, pero un gatito negro le haría compañía.
Así pasaron los días.
Cat Noir iba todas las noches al balcón de Marinette para hablar.
Durante ese tiempo, en las batallas Ladybug también le ponía más atención y se reía de sus chistes malos, y eso le agradó al héroe, pero ya no sentía esa chispa.
Por otro lado, Marinette pudo olvidar completamente su enamoramiento con el modelo, pero ese gato que iba a visitarla todas las noches se había ganado su corazón.
Ambos se amaban con locura, pero no eran capaces de decirlo, obviamente por miedo al rechazo como ocurrió con sus antiguos enamorados.
— ¿De verdad hiciste eso?— Preguntó el felino riéndose mientras le daba un mordisco al croissant.
— Si, pero era solo una niña, no sabía que esos pastelillos eran para un encargo. Al día siguiente desperté con dolor de estómago y me prohibieron comer azúcar por un mes.
— Al menos tú puedes comer dulces.
— ¿No hay alguna forma de que cambies tu dieta?
— No, si mis padres se enteran de que cómo estás delicias, me castigarían— Dijo, el héroe tuvo que mentir algunas veces para que no descubriera su identidad.
— ¿Quieres entrar? Ya está haciendo frío.
— Claro, princesa.
La franco-china agarró el plato vacío y se entró a su habitación por la trampilla, lo mismo hizo el felino. Marinette le pidió que esperara mientras llevaba el plato a la cocina y él se sentó en la cama con las piernas cruzadas.
Inspeccionó la habitación y notó que las fotos del modelo habían desaparecido y fueron reemplazadas con las fotos de su alter ego, recordó que se había tomado unas fotos con ella, pero no las vio en ningún lado.
— ¿Pasa algo, gatito?— Pregunto la ojizarca subiendo a la cama.
— Si ¿Dónde están las fotos que nos tomamos?
— Ah, eso. Las tengo en un álbum, porque si alguien se entera de que el gran héroe de París me está visitando, se harán ideas equivocadas. No es que me avergüence de ti ni nada de eso, pero si los medios se enteran todos me estarán señalando. Todo Paris piensa que tú y Ladybug están saliendo.
— Marinette... Hay algo que debo decirte.
— ¿Qué cosa?
— Verás... La verdad es que tú...
Un gran estruendo se escuchó, ambos se pusieron alerta y subieron al balcón para ver que estaba pasando.
— Necesito irme— Cogió su bastón y se subió al barandal, iba a saltar, pero la azabache lo agarró del cinturón.
— Por favor ten cuidado, Cat Noir.
— No tienes de que preocuparte princesa, este gato tiene siete vidas— Le guiño el ojo y ella sonrió— Estaré bien— Se fue.
Marinette espero a que se alejara para poder transformarse.
Y después de que acabará la batalla le diría sobre sus sentimientos.
— ¡Ganamos!— Chocaron los puños.
Este akumatizado se trataba de Nathaniel y Marc. Ellos habían hecho un nuevo cómic, pero la editorial no lo aceptó y esto hizo que los akumatizaran.
Los aretes comenzaron a parpadear y la chica maldijo porque no lo quedaba suficiente tiempo para hablar con su compañero.
— Ladybug, tus aretes están sonando. Es mejor que me vaya— Agarró su bastón.
— Cat Noir, espera— Lo detuvo— Hay algo que debo decirte.
— Pero no te queda mucho tiempo.
— Es que...— Sus aretes volvieron a sonar, solamente le quedaba un minuto para destransformarse.
— Nos vemos, Ladybug— Se fue.
La azabache volvió a maldecir y agarró su yo-yo, se columpió hasta llegar al balcón y agradeció llegar antes que él.
— Fuera motas— Al destransformarse, su kwami de inmediato voló a la habitación— ¿Tikki?
— Así que tú eres Ladybug.
Reconoció esa voz, se giró lentamente y el héroe no pudo descifrar la expresión que tenía el héroe.
— Cat Noir...
— Lo lamento— Se apresuró a decir— Lo lamento mucho, Marinette— La abrazó y escondió su cara en el hombro de la fémina.
— Te rechacé dos veces, lo siento.
— Gatito...— Correspondió— No tienes por qué disculparte, yo también te rechacé muchas veces. Olvidemos lo.
— Fuera garras— Murmuró, la luz verde lo envolvió haciendo desaparecer su traje de cuero. Se separó, la franco-china tenía sus ojos cerrados— Mírame, princesa.
— No, el hecho de que tú sepas mi identidad no significa que yo deba saber la tuya, es muy peligroso.
Al modelo se le cruzó una idea por su cabeza, iba a hacer que abriera los ojos.
Rodeó su cintura con sus brazos y rozó sus labios, Marinette dio un respingo y el rubio rápidamente capturó sus labios con los propios en un beso lleno de amor.
La ojizarca aún con los ojos cerrados correspondió el beso y rodeó el cuello del zagal con sus brazos.
Ambos disfrutaban del sabor de los labios del contrario y su aroma, cuando les empezó a faltar el aire se separaron y la fémina no tuvo más opción que abrir los ojos.
— Hola Mi Lady— Sonrío, ella seguía petrificada, el rubio borró su sonrisa porque pensó que la había decepcionado, aún que era obvio, ya que la había rechazado— No era lo que esperabas ¿No es así?
— N-no es eso— Río nerviosa y oculto su rostro en el pecho del zagal— Estoy feliz de que seas tú
— ¿De verdad?— Ella asintió— Pero... Te rechacé, dos veces.
— La primera no cuenta.
— ¿A qué te refieres?— La ojizarca se separó para verlo a los ojos.
— Mentí. Cuando apareciste en mi balcón pensé que estabas a punto de descubrirme, así que dije que estaba enamorada de ti para despistar te. Pero al final terminé enamorando me.
— Pequeña traviesa— Acarició su nariz con la propia— Cuando te rechacé en el auto, me sentí culpable y pensé que me odiabas, por eso decidí visitarte como Cat Noir para levantarte el ánimo, y me terminé enamorando de Marinette Dupain-Cheng.
— Ambos nos lastimamos, pero podemos intentarlo si tú quieres.
— Por supuesto— Le dio un pequeño beso— Eres la chica de mis sueños, no dejaré que te vayas.
— Nunca me iré.
Esa fue la noche que sellaron su amor con un hermoso beso, la luna y las estrellas fueron testigo de cuánto se amaban.
A pesar de las dificultades que se presentaron, estaban seguros que fueron hechos el uno para el otro.
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Palabras: 3037
Antes de irme, quisiera informar que estoy haciendo una historia con ineedsleep__ espero que vayan a su perfil para leerlo.
También espero que les haya gustado este One-Short, me dolió mucho cuando el Adrinette se destruyó pero aquí vengo yo a darle vida nuevamente.
Los amo 😘
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