Yoongi y Min seguían peleando bajo el agua agotando el aire rápidamente en sus pulmones, algunas veces subían a la superficie para tomar un poco de aire y seguir con su enfrentamiento, sin darse cuenta que en la parte donde estaba Jimin, era imposible subir y tomar aire, ya que las rejas estaban más abajo del techo. Jimin sentía como su cuerpo le pedía a gritos oxígeno, sintiéndose cada vez más débil, sintiendo como sus ojos empezaban a cerrarse alejándose cada vez más de éste mundo.

En un momento de luz y claridad, Min recordó la razón principal por la que estaba en ese lugar, así que rápidamente sacó un pequeño cuchillo y lo enterró en el pecho de Yoongi haciendo que éste gritara, luego buscó en los bolsillos de su hermano encontrando la llave para liberar a Jimin antes de que fuera demasiado tarde, pero cuando Min llegó nuevamente a la reja, el cuerpo de Jimin ya se encontraba inmóvil bajo el agua.

Min se apresuró a abrir la reja y sacar el cuerpo de Jimin lo más rápido posible del agua, si él llegaba a morir, ya no abría razón para seguir viviendo. El emperador nadó lo más rápido que pudo, saliendo de la habitación que ya se encontraba totalmente inundada, la tormenta aún no había cesado y el reino completo se encontraba al borde del colapso, pero para Min, lo único que importaba, era salvar a su amado.

—Por favor Jimin, no me dejes. —susurró dando pequeñas presiones en el pecho de Jimin.

Min repetía una y otra vez el RCP, donde consistía en presionar su pecho con fuerza, para luego tapar su nariz y darle respiración boca a boca, pero Jimin no respondía ante los intentos de Min por salvarlo ¿Acaso era demasiado tarde? Era lo que se repetía una y otra vez en la cabeza, sintiéndose frustrado ante la situación. Min dejó de realizar la reanimación al cuerpo de Jimin, ya que éste no respondía, había sido demasiado tarde.

—Ha llegado tu hora Min. —musitó Yoongi sosteniendo el mismo cuchillo con el que su hermano había perforado su pecho.

—Ya no me importa —susurró a punto de romperse—. Lo único que me importa ya no está.

—Así se dieron las circunstancias Min, el futuro es incierto y las cosas que alguna vez se planean, casi nunca se cumplen.

—Tal vez tienes razón —suspiró cancino—, cuando el destino nos juntó, creí que era porque íbamos a estar juntos siempre, pero la vida tenía otros planes.

Yoongi tomó con fuerza el cuchillo y empezó a caminar lentamente hacia Min, quién se encontraba dándole la espalda, perfecto para un ataque sin lucha, pero antes de que cumpliera con sus amenazas, Yoongi sintió el filo de una espada rozando fuertemente su espalda.

Últimos capítulos.