P.o.v ______:

Los primeros días pasaron rápido, solo seguí a Luciel, ayudándolo en sus misiones con magia de curación o como su escudo si era necesario, mientras practicaba mi magia durante las noches.

Nos volvimos bastantes populares entre los jugadores, después de todo éramos los de niveles más altos, incluso llegue al nivel de Luciel, ya somos nivel 35. Todos piensan que soy una elfa que acompaña al guerrero y ya, como me dijo el pelirrojo, los humanos son la peor raza, son débiles y los demás se aprovechan de ellos, casi nadie escogió esta raza en cualquier caso y la mantengo oculta con la capa.

-¿Estabas en el laboratorio de prueba?-.Le pregunto curiosa, puede ser que nos hayamos visto durante la firma del contrato o algo.

Estábamos comiendo  en una colina después de terminar otra misión.

-¿Qué laboratorio de prueba?-.Pregunto el confundido.

Así que el no tiene idea, supongo que no era ninguno de los idiotas desesperados por dinero que estaban allí, me incluyo.

-Entre al juego porque me llevaron a la compañia para probarlo, habiamos varios, nos pagarían mucho dinero-.Le explico.

Pareció pensar en mis palabras durante unos minutos.

-¿Tu cómo entraste al juego? aun no lo lanzaban o eso nos dijeron-.Le pregunto curiosa.

-Compre la preventa del juego, me llego hasta mi casa-.Me explica.-Se lo mandaban a jugadores experimentados para que lo probasen antes de tiempo.

Ya veo, por un lado jugadores con suficiente dinero para pagar algo asi y experimentados y por otro los pobretones que necesitábamos el dinero de la paga. Suena un poco injusto. Como la misma vida supongo.

-Tienes mucho dinero entonces-.Expreso mi pensamiento antes de analizar mejor.

-...Supongo-.Dice el sin entrar en detalles como siempre.- Y tu eres pobre ¿o?...

-Si, supongo.-Dije sin entrar en detalles al igual que el.

La comida se volvió algo silenciosa de repente, quizás no debí haber preguntado nada, parece un chico reservado. Y yo tampoco soy una persona muy expresiva tampoco.

-¿Estas lista? continuemos.-Dice el por suerte.

Asentí mientras nos levantábamos.

-Luciel.-Le hable mientras nos poníamos en camino, habíamos tomado varias misiones.-¿Sabes si el juego tiene final?

-He escuchado rumores en los pueblos, algunos dicen que el final es el nivel 100, otros que se debe vencer al villano final, nada muy seguro.-Me cuenta.-Pero todo juego tiene final _____, no te preocupes.

-No estoy preocupada.-Le digo desviando la mirada.

Nada me espera allá afuera, bueno, mi dinero y nueva vida, pero por ahora estoy bien aquí adentro

-¿Tienes novia o algo?.-Le pregunto y Luciel casi se atraganta con su saliva.

Perdedor. No tiene novia.

-¿Por que preguntas eso?-Dice el con las mejillas rosas.

-Pareces muy determinado a subir de nivel, pensé que sería porque quieres salir para volver con alguien o algo.-Le respondo encogiendome de hombros.

-...No quiero salir especialmente, quiero terminar el juego solamente.-Me cuenta.

Ah...me pica la curiosidad, ¿me dira mas si le pregunto?, no pierdo nada con intentar.

-¿Por qué?-Pregunté genuinamente curiosa.

Pareció dudar de si compartir esta información conmigo, pero tras algunos segundos de silencio finalmente volvió a hablar.

-Me llego un mensaje, que debía entrar al juego porque una persona importante para mi tambien lo haria.-Dice el mientras estudia mi reacción.

Sigue sospechando de mí...debe ser por ese mensaje que es tan precavido.

-¿Y tú? ¿Tienes novio?-me pregunto de repente, cambiando el tema.

le dije perdedor por no tener novia pero...yo tampoco tengo después de todo.

-Que te importa.-Le dijo mientras acelero el paso.-Solo tengo 21 años de todos modos.

Lo escuché reírse detrás de mí mientras aceleraba para alcanzarme.

-Tengo un amigo de tu edad que tampoco ha tenido pareja.-Señala el burlón.

-A mi que me importa tu amigo.-Señaló mirándolo feo.-Además, ¿que te dice que no he tenido novio?

-Tienes una pésima personalidad.-Dice el divertido.-bueno...a la final soy mayor que tu, tengo 22 años, ¿deberías decirme oppa desde hoy?

-Primero me mato.-Le digo con seriedad y el se descojona de risa.

Su risa es bonita...así que tiene 22 años...tenemos casi la misma edad en efecto.

Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando me doy cuenta que al adentrarnos en el bosque una densa neblina nos rodea.

-Luciel, cállate.-Le digo suavemente mientras lo acerco por el brazo y miró alrededor.

Se escucha como si alguien se aproxima. El también parece notarlo, ya que se tensa y parece ponerse en guardia, todas las bromas y diversión de antes desapareció.

-Vamos.-Me murmura tomándome de la mano y guiándome con el.

Pero apenas dimos un par de pasos cuando Luciel toco una trampa, de repente estábamos en el aire, atrapados en una red. Genial.

-¿Estas bien?-Me pregunto y yo lo mire feo.

Este idiota, por su culpa caímos en una trampa.

-Lo estoy, apresurate a cortar la cuerda antes de que alguien venga.-Le digo, pero es demasiado tarde.

Al mirar abajo hay varios orcos y otras criaturas desagradables debajo de nosotros, mirándonos como un trozo de carne fresca.

Estamos arruinados. Eran demasiados.

Cortaron la soga de repente y caímos al suelo con Luciel, luego todo se puso en negro.

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.

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Cuando desperté estábamos en una clase de calabozo, ambos presos por cadenas en nuestras extremidades, pero Luciel la tuvo peor, esta básicamente colgado por las cadenas y parece malherido. Mire sus estadísticas, tenia muy poca vida.

intente curarlo pero por alguna razón no podía hacer magia, quizás por las cadenas.

-Luciel.-Dije su nombre e intente acercarme a el pero las cadenas no me lo permitieron.

La celda se abrió y unos orcos que parecían guardias vinieron directo a mi.

Luciel abrió los ojos y nos miró. A pesar de no tener fuerzas intentó forcejear mientras me llevaban.

Los orcos me llevaron bruscamente fuera del calabozo, por unos pasillos y aunque intente forcejear, ahora mismo era tan inútil como un humano normal.

Me llevaron hasta una clase de sala del trono. Me tiraron al suelo de rodillas y frente a mi pude ver unos zapatos.

Al alzar la vista me encontré con un chico joven, con una corona en su cabeza, tenía el cabello negro, los ojos celestes y no parecía del todo cuerdo. Había escuchado rumores, el rey cruel.

Mire sus estadísticas, era nivel 100 y no tenia nombre. ¿Era él el villano final?, pero parece un jugador...¿Por que nos traería aqui de todas maneras?, no entiendo.

-Así que eres tu la novia de Saeyoung.-Dice el juzgandome con la mirada.

-¿De quien?-Pregunte confundida por el nombre que jamas habia escuchado.

-El jugador llamado Seven, ese idiota.-Dice molesto por mi ignorancia.

¿Luciel?...¿Me mintió sobre su nombre?...

El chico frente a mí sonrió complacido por mi confusión.

-Parece que mis informantes mintieron, ni siquiera sabes su nombre, que patetica, y aun asi lo sigues como un perro faldero.-El expresa con una sonrisa sardónica.

Mis cejas se contrajeron en un ceño fruncido. ¿Y este pendejo quien se cree?

-¿Y tu quien demonios eres idiota?-Le digo molesta.-Suéltame y te mostrare quien es la perra de quien.

Su sonrisa se hizo mas grande antes de que me abofeteará.

Apenas lo sentí y mi barra de vida no bajó para nada.

Su sonrisa al fin desapareció al ver eso.

-¿Quién eres?-Le vuelvo a preguntar manteniendo mi mala mirada en el.

-Soy la razón por la que tu novio entro a este juego, o eso te dijo como mentira.-Señala el.-En realidad soy quien hará que ustedes dos mueran en el juego y la vida real.

-Tu nombre.-Dije molesta por todas las vueltas que se daba.

-Por ahora puedes llamarme tu señor.-Dice el de nuevo con esa sonrisa sardonica.

-Saeran, deja de molestar a la pobre chica.-Una voz femenina nos interrumpio.

Una presencia que hasta ahora no había notado. Una chica...una chica igual a mi apariencia en la vida real, solo que sus ojos eran verdes.

¿Que demonios?