Maratón 1/?

La chica en ese momento solo se dedicó a mirar a los chicos con reproche y luego pasó su dedo por su cuello en señal de que los iba a asesinar; ella salió a la luz frente al soldado llamando su atención, durante algunos segundos se quedó mirando a los demás para que no se movieran de su lugar.

─ Soy yo, perdón si te asuste ─dijo en un suave tono─. He venido al bosque para estar tranquila un rato y me he perdido ─ella tenía un tono inocente─ es más grande de lo que uno suele pensar a veces.

─ No pasa nada, no me he asustado, pero deberías tener más cuidado, hay unos tontos forajidos por aquí que te podrían hacer daño, no deberías arriesgarte así, si gustas te acompaño al pueblo─ dijo con su voz grave mientras la miraba embelesado.

─ No, no hace falta, mis hermanos han de estar por aquí y estoy segura de que ya los encontraré, suelen ser muy sobreprotectores e imbéciles a veces ─le informó mientras le sonreía, mientras tanto, había dos de los chicos tras los árboles que estaban demasiado tensos.

─ Esta bien, pero creo que tus hermanos deberían cuidar mejor a una chica tan bella como lo eres tú, definitivamente yo lo haría.

─ Sí, tranquilo, se los haré saber, te has portado muy bien, espero verte pronto.

─ Sí, yo también, he disfrutado de esta pequeña charla ─luego de eso, Jack tomó su mano y dejó un pequeño beso en sus nudillos, ella le regalo otra sonrisa falsa en respuesta a ese acto.

Después de eso el caballero se volvió a subir a su caballo y tras agitar la mano en señal de despedida, partió hacia el castillo, rápidamente los otros chicos salieron de su escondite para mirar a Mónica con muy mala cara.

─ ¿Les estabas coqueteando? ─preguntó Lucas molesto.

─ No ─respondió ella confundida.

─ No mientas Mónica, nosotros lo vimos, le hiciste ojitos al soldaducho ─le siguió Xavier en el mismo tono que Lucas.

─ Yo no hacía nada, es su problema si no me creen, además como se los dije antes no quiero una relación en estos momentos y si fuera así a ustedes ¿Les importa? Después de todo él no se miraba como una mala persona ─dijo sonriente.

─ Claro que nos importa ─alegó Zac─ ahora eres una de nosotros, es nuestro deber protegerte.

─ Y él es un guardia del castillo, ¿entiendes?, es ayudante del rey, lo cual significa peligro. Ayudante del rey es igual a persona mala ─dijo Peter.

─ Yo ya estoy lo suficiente grande como para cuidarme sola, no necesito que nadie me proteja y no estoy para enamorarme, creo que deberían saberlo.

Los chicos tenían puestos sus ojos en los de la chica, pero por más que intentaban descifrar lo que significaba no podían hacerlo, ella tenía un rostro neutro, había aprendido lo suficiente como para saber ocultar lo que quería decir con la mirada y así confundir a las demás personas, eso era otra característica de ella, era cerrada y difícil de comprender ya que sus expresiones siempre era neutras, muchos decían que era incapaz de sentir amor, otros decían que la tristeza la consumía, pero en realidad no era ninguno, ella era un misterio, y no voy a mentir, yo tampoco sabía que era lo que expresaba en su mirada. Al final los chicos se rindieron y por fin quitaron su mirada de la de la chica

─ Siempre he querido saber, ¿Qué es lo que tratas de expresar con la mirada?, nunca nos demuestras nada ─dijo Samuel

─ Eres misteriosa ─dijo Lucas─ y lo misterioso solo indica peligro.

─ Es una espía, dah- dice Peter- es obvio que tiene que ser así.

─ No soy ni misteriosa ni una espía, es una idea patética, nunca me podrán comprender, no busco que los demás me entiendan, mientras yo lo haga estoy muy bien, así que no me hace falta exteriorizar mis emociones ─les respondió─. Ahora vamos a la cabaña, ya se está haciendo tarde─ luego de pronunciar la última palabra la pelirroja hizo aparecer a los caballos de nuevo.

─ Sí, vamos a empezar a darte las lecciones para que te diviertas ─dijo Zac.

─ Claro que no ─murmuró la chica.

─ Hiciste un trato, ibas a dejar de ser tan aguafiestas y te ibas a divertir, eres una mentirosa ─se quejó Peter, comportándose como un niño pequeño.

─ No, yo cumplo lo que digo, si hago un trato lo tengo que hacer, no soy mentirosa, pero tampoco soy tonta, si no mal recuerdo quedamos en que si ustedes se esforzaban en el entrenamiento yo haría lo que ustedes querían, pero hoy no se esforzaron, ganarles fue lo más fácil que hice. Veremos mañana que tal les va y así veremos de que puede servir la diversión ─exclamó la pelirroja

─ Bien pero no te salvas de contarnos tu historia, al llegar a la cabaña la tendrás que contar, la verdad creo que será interesante ─pidió Xavier.

Ella asintió y montó su caballo para poder irse, tras de ella iban los demás, el regreso fue silencioso, aún estaban perplejos ante todo lo que al parecer iba a ser un tranquilizante paseo por el bosque, llegaron a la cabaña y colocaron a los caballos en su lugar, partieron directo a la cocina y Mónica empezó a preparar algo para comer con ayuda de Samuel y de Lucas.

─ Bueno, ¿Ya nos contarás?

─ Claro que sí, Xavier, solo espera que terminemos de cocinar- dijo ella- ustedes pueden sentarse en la mesa- indicó mientras hacía el acento propio del lugar donde había vivido.

─ Y vuelve el acentito.

─ Cállate Zac, solo siéntate y cierra la boca.

─ Claro mamá ─se burló el castaño.

─ Eres un total y completo tonto Zac ─dijo ella sirviendo la comida.

─ Gracias ─susurró él con galantería y le guiño un ojo, ella rodó los ojos en respuesta.

─ Bueno, ¿En qué más eres buena?, digo sabes cocinar, luchar, cabalgar ¿Qué más?

─ Bueno Peter, eso es curioso- les sirvió la comida- para eso tendrían que saber mi historia, y estoy segura de que quieren saberla. Siempre han sido demasiado metiches, es como si estuviera en su naturaleza.

─ Claro que sí queremos saberla ─dijo el chico de ojos azules.

─ Bueno, pues mis padres me encontraron, me criaron, vine acá y ahora me ven aquí, con ustedes ─dijo.

─ Oye, explícalo bien, como nosotros lo hicimos ─ordenó Xavier.

─ ¿Qué quieren que les cuente? Mi vida fue lo mismo siempre, no entiendo que es lo que piensan que será ten interesante.

─ Bueno pues, ¿Qué tal son tus padres? ¿Cómo eres tan buena haciendo esto? ¿Por qué no quieres enamorarte? ¿Qué paso en toda tu vida como para no tener amigas o tan siquiera una? Es curiosos ¿Sabes? ─habló Zac.

─ Bueno pues no es tan interesante como piensan.

─ Vamos solo dilo, confía en nosotros, no te vamos a juzgar ─rogó Xavier.

─ Esta bien, pero pónganse cómodos, ¿Quieren saber por qué no quiero enamorarme? Bien, ¿Quieren saber de mi vida? Okey, pero es algo largo, que digo algo, es muy largo, así que ustedes deciden, ¿Quieren que les diga?

─ Claro que sí, por cierto, esto esta delicioso ─dijo Peter─ les quedó muy rico a los tres.

─ Sí, gracias, Peter tienes una mancha ahí- indicó la pelirroja, luego señaló gran parte de su cara y él le sacó la lengua- Pareces un bebé.

─ Él es un bebé ─dijeron Xavier y Zac al mismo tiempo.

─ Bien voy a empezar, si se aburren me lo dicen ─asintieron─, pero, Peter, primero límpiate, me incomoda que estés así.

Peter hizo lo que le ordenaron, entonces la pelirroja se acomodó en su asiento para poder contar la historia, estaba nerviosa, les contaría muchas cosas que ni siquiera ella terminaba de procesar.

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Peter en multimedia
A partir de acá Mónica contara toda su historia