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Capítulo 3

Los habían encontrado, la joven no podía dejar que la atraparan, tenía una misión y la iba a cumplir, no pensaba fallar sólo por un grupo de chicos que se creían secuestradores y que además no eran del todo agradables. Levantó una enorme pared de fuego que detendría a los guardias, pero antes de echar a correr les dijo a los demás:

─ Corran.

Mónica fue la primera en echar a correr, pues sabía que esta también era la oportunidad de escapar de sus "secuestradores", salió por la puerta trasera seguida de los demás chicos. Una parte de ella tenía miedo, se encontraba en un lugar que nunca había conocido y no había nadie en quien pudiera confiar en ese momento, pero por otra parte estaba decidida a lograr hacer lo que sea con tal de vengar la muerte de sus padres, hacer justicia en el reino que le pertenecía y lograr que Evenia recuperara su belleza natural; una voz la sacó de sus pensamientos.

─ ¿Cómo rayos hiciste eso? —preguntó Xavier.

─ Fácil, utilicé mis elementos ¿Qué ustedes no tienen un elemento también?

─ Se nota que no eres de por aquí, el rey les quitó a todos sus elementos —dijo Peter.

─ Es un bastardo, ahora ya veo porque el bosque de invierno está tan sombrío. No hay nadie que lo cuide.

─ Mira niña calla tu boquita y mejor corre —habló Zac.

Mónica se calló, quería protestar, pero sus padres le habían enseñado que la basura no debe de ser escuchada, por lo que se puso a pensar que en el poco tiempo que había estado con ellos se había entendido muy bien con Xavier, y había llegado a odiar tanto a Zac; con los demás no había interactuado mucho, además de que para ella no eran mayor amenaza, así que no podía decir nada de ellos. Todos corrían por el bosque, ya estaban muy cansados, se habían alejado mucho de la cabaña, pero prefirieron seguir a ser atrapados, cualquier cosa era mejor que ser atrapados por los guardias del rey. Después de un rato llegaron a un lugar dónde el camino se dividía en dos.

─ Por ahí —dijo Samuel— Ya conocemos este sendero.

Mónica sintió que ese no era el camino que deberían seguir, podía percibir un lago por el otro y una cabaña, la cabaña dónde sus padres biológicos se escondieron para que no los encontrarán, supuso que era porque ella tenía cierta conexión con ese lugar, se podrían ocultar allí, nunca los encontrarían, al menos no por un buen tiempo

─No —dijo veloz— es por el otro, estaremos a salvo.

─ A ver niña, nosotros conocemos más Evenia que tú, así que iremos por aquí, te guste o no —se puso a la defensiva Zac.

─ Cómo quieran, yo iré por éste, porque ¿Quién los salvo de que los atraparan? ¿Saben? Ni siquiera sé por qué los estoy ayudando.

─ Iremos con ella, si sabía que los guardias irían a la cabaña y luego nos salvó, hay que confiar en ella, no podemos ser tan idiotas —dijo Xavier.

─ Estoy de acuerdo —afirmó Lucas.

─ Está bien, síganme entonces —informó Mónica.

Siguieron corriendo por el sendero, todos estaban realmente cansados, pero faltaba poco para llegar a la cabaña y descansar por un buen rato, lastimosamente Zac hizo un ruido demasiado escandaloso al tropezar con algunos materiales que estaban en el camino, lo que logró hacer que otros guardias del castillo los persiguieran, Mónica sabía que la única manera en la que iban a poder escapar era nadando el río y alejarse del camino que tenían planeado seguir, para así poder despistarlos y que no encontraran la cabaña a la que ahora irían. Se empezó a sacar la ropa que tenía de la cintura para la cabeza, de esa manera tendría más facilidad para nadar, los jóvenes la miraban de una manera curiosa, pero con cierto grado de indignidad, ¿Qué se suponía que estaba haciendo esa chica tan extraña?

─ Oye no te quites la ropa —habló Peter.

─ No hablen y quítense sus camisetas igual.

─ Niña no vamos... —Interrumpió a Zac.

─ Mira, tú no hables, que por tu culpa tenemos a media docena de guardias encima, ahora quítense sus camisas para poder nadar.

─ Ya chicos hay que colaborar —dijo Xavier— Por una vez en nuestra vida hay que hacer lo que nos dicen.

─ Gracias —agradeció Mónica mientras miraba a Xavier.

Todos hicieron lo que ella les pidió, al llegar al río, Mónica les indicó que saltaran al agua y así lo hicieron, ella encabezaba la fila para poder guiarlos lejos de la cabaña, pero no tanto para que no se les dificultara regresar, al ingresar al río lograron perder a los guardias, pues ellos no habían pensado en meterse al agua con sus armaduras; salieron en cuanto tuvieron la oportunidad.

─ Eso estuvo increíble ─habló Samuel.

─ Ni me lo digas —respondió Lucas.

─ Tengo frío ¿Sí? Tengo mucho frío, el agua y yo no somos amigos, me siento mejor en tierra – empezó a reclamar Peter, pero la mayoría decidió ignorarlo.

─ Mónica ─Llamó Xavier a la princesa.

─ ¿Si?

─ ¿Cómo sabias sobre todo esto?

─ Fueron visiones, las he tenido desde que cumplí 16 y tienes que saber controlarlas, ya que a veces no son reales y eso hace que te confundas, muchas personas suelen volverse locas con ellos, llegan a un punto en que logran que las personas se pongan histéricas, siempre he buscado eliminarlas por mi seguridad y por mi salud, supongo que ayudan después de todo.

─ Genial, bueno, supongo que lo es, pero ¿A dónde iremos?

─ Miren chicos, yo iré a una cabaña, pero no sé si ustedes quieren ir, ni siquiera debería de estar preguntándoles, pero no pienso dejarlos aquí.

─ Sí, sí queremos ─dijo Peter.

─ Genial, el problema es que por culpa de Zac, me tuve que alejar del camino que da a la cabaña y tardaremos una media hora en llegar.

─ ¿Mi culpa?, por tu culpa encontraron nuestra cabaña ─dijo Zac─ hemos estado solos por mucho tiempo y fíjate que estábamos muy bien.

─ ¿Por qué fue mi culpa que encontraran la cabaña? ─preguntó la joven ya enojada.

─ Por tremendos gritos que pegabas cuando te cargué, parecías una loca.

─ Yo nunca te pedí que me cargaras, ¿Y qué querías que hiciera si me encuentro con desconocidos y me secuestran?

─ No lo sé, ¿Para qué espías? ─se exaltó el castaño.

─ Yo no estaba espiando, sólo me ocultaba de ustedes ─se defendió

─ Claro, no estabas espiando ─dijo sarcástico.

─ ¡Mira ya me tienes harta! ─gritó la pelirroja en respuesta

─ ¿Y a mí que me importa?

Esa última frase que había soltado el castaño fue la gota que colmó el vaso, Mónica se abalanzó sobre Zac, él no perdió tiempo y estaba dispuesto a golpearla, pero los separaron antes de que se mataran entre ellos, Peter y Xavier sostenían a la chica mientras Lucas y Samuel sostenían al chico.

─ ¡Ya! Zac no le puedes pegar a una chica y tú, Mónica, debes aprender a controlar tu ira ─dijo Xavier.

─ ¿Y qué quieres que haga si él es desesperante? ─respondió Mónica.

─ Y tú eres insoportable, con tu acentito y todo ─dijo Zac.

─ ¡Bueno ya! Mónica te seguimos y Zac, cállate que ella nos va a ayudar y otra cosa, mejor quédense separados que si no alguien va a terminar muerto o peor ─dijo Peter.

─ ¿Cómo van a terminar peor que muertos cabeza hueca? ─reprendió Lucas al rubio.

─ No estoy seguro ─respondió–, pero sí se puede ─aseguró el rubio logrando que Lucas rodara los ojos.

─ Bueno, si seguimos éste camino llegaremos más rápido, pero está lleno de personas, así que tomaremos el otro camino ─informó Mónica ignorando la charla de los dos chicos.

─ Está bien, vamos Mónica ─dijo con una sonrisa Xavier.

─ ¡Uy!, a Xavier le gusta Mónica ─canturreó el pelinegro.

─ Eso no es cierto ─dijo firme Xavier mientras lo señalaba con un dedo─ no digas esas cosas.

─ Sí, ¿Cómo le va a gustar una niña? ─dijo Zac sin poder evitar quedarse callado.

─ Mira, no creo que tengas mucha más edad que yo ─bramó Mónica.

─ Bueno, hay que calmarse ─dijo Lucas.

Esa fue lo último que dijeron antes de emprender camino, todos iban callados a excepción de Mónica y Xavier que hablaban muy animadamente de algunas anécdotas que le contaba el chico a la princesa; pasó aproximadamente una hora cuando llegaron a la cabaña, era una cabaña muy bonita, digna de cualquier persona de la realeza, los jóvenes quedaron asombrados mientras la chica los veía con cierta burla

─ Chicos, bienvenidos a mi cabaña, espero que puedan sentirse cómodos.

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Perdón por no haber publicado pero he estado muy ocupada, prometo actualizar lo más pronto posible

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