─ Aún no puedo creer que tú sola los hayas dejado así ─dijo el soldado mientras se metía una cucharada de comida a la boca, él ya sabía todo, sabía que el rey ya estaba buscando a Zac y a Mónica, se lo habían dicho después de que despertó. Él solo les recomendó que se quedaran dentro de esa cabaña, el rey aún no sabía donde se encontraba y eso les daba un poco de ventaja, la cual no tendrían si se les ocurría salir y los metían en una celda.

─ Años de práctica supongo ─dijo la pelirroja dirigiendo su vista hacia los cuatro chicos que estaban frente a ella aun estaban un poco adoloridos por la paliza que les había dado hace dos días.

─ Todo por defender a ese idiota ─se quejó Xavier, pero al ver la cara de la pelirroja mejor dijo─ digo de ese chico tan genial al que vas a ver cada vez que te lo pide porque estás muy enamorada de él.

─ Para empezar no estoy enamorada de él, solo me agrada conversar con alguien sin que esa persona cuestione lo que hago, halando de los que se meten en asuntos ajenos ¿Y Zac? ─les preguntó ella mientras daba un vistazo a cada uno de los chicos que estaban en la mesa.

─ Posiblemente murió por tremendos golpes que le diste ayer ─dijo Lucas mientras hacía una mueca.

El día anterior se la habían pasado molestando a la chica, en especial Zac, el cual intentaba arruinarle la tarde a toda costa, en un momento dado la chica ya no aguantó más y se fue sobre los chicos, los cuales a penas lograron correr lejos de ella, pero Zac no contó con la misma suerte que los demás, pues ella lo logró agarrar de la camisa y lo empezó a golpear, de no haber sido por Jack posiblemente el chico hubiera estado grave en esos momentos.

Los chicos se encontraban con varios moretones en su cuerpo y uno que otro con el labio roto, la pelirroja se había enojado demasiado con ellos y el día anterior no había sido muy bonito.

Por las escaleras bajo el castaño aún con golpes en sus brazos, en la cara del soldado no cabía en la impresión de ver como una chica podía dejar a cinco chicos así, ella sola, para él era casi imposible. Ella solo dirigió una mirada de reproche hacía Zac y subió las escaleras hacia su habitación.

El tiempo pasó y todos empezaron a convivir más entre ellos, Mónica solía bromear más con ellos y les tenía más confianza que antes, Jack se fue metiendo en ese grupo poco a poco, pues los chicos aún no confiaban en él y a él no le caían muy bien todos ellos, más de una vez, cuando la pelirroja los dejaba solos, ellos habían dejado en claro que no se agradaban y que si convivían era para no enojar o incomodar a la chica. La mayoría de las veces que la princesa no estaba con ellos era porque estaba con cierto sujeto enmascarado, el cual la consentía y siempre le recordaba lo mucho que la quería.

Mónica sentía cada vez más apego hacia el chico que la pretendía, sentía que podía contarle todo porque él siempre la escuchaba con mucha atención, incluso le había contado a cerca de todo el asunto con el rey y él siempre había intentado que sus encuentros fueran en lugares ocultos para que no le pudieran hacer nada a ella.

Cierto día después del entrenamiento que compartían los siete, al entrar su habitación, la pelirroja se encontró con una carta sobre su cama, esta era de un color celeste pálido, con una rosa blanca en un costado, la tomó entre sus manos y leyó la carta. Era la primera que no escuchaban sus amigos.

Para mi hermosa princesa:

Eres la chica más preciosa del mundo, divertida y sabia. Quien no supo valorarte en un pasado cometió el peor error de su vida al dejarte ir, iluminas el mundo cada que despiertas en las mañanas. Eres tan especial que ni siquiera te lo imaginas, cada pequeña cosa de ti me encanta como no te das una idea. Eres alguien que quiero en mi vida por el resto de mis días.

Ya falta poco para que sepas quien soy, nos vemos en el bosque de otoño al atardecer, te prometo que no voy a llegar tarde, procura no hacerlo tampoco. Te quiero

Tuyo, el chico de la máscara.

Al cerrar la carta la pelirroja no puedo evitar esbozar una sonrisa, ese era su chico, el chico de la máscara, ese chico al que ella quería con toda su alma. Se arregló para cuando llegara la tarde colocándose algo cómodo para salir. Todos los chicos se habían quedado dormidos, menos uno, ya que quería ver hacía donde se dirigía, esa era la rutina de siempre, si ellos sabían que Mónica iba a salir se encerraban en sus habitaciones a hacer lo que se les viniera en gana mientras lograran pasar el tiempo.

Al salir ella solo podía pensar en que lo volvería a ver, estaba realmente emocionada, el solo pensar en volver a probar sus labios la hacía sonreír, él la hacía sentir especial de una manera que nunca llegó a pensar y eso era lo que más le gustaba. El chico que había decidido acompañarla a su encuentro con el chico enmascarado la seguía a distancia para que no lo viera y así pudo observar como era que al entrar al bosque de otoño ella se abalanzó sobre el chico que estaba sentado entre hojas, él rápidamente le correspondió el abrazo y no espero ni un solo segundo para besarla, el joven oculto tras los árboles miraba la escena con recelo, él que estaba ahí era muy afortunado de tenerla.

En un momento dado el chico se quitó la capucha que tenía puesta, mostrando así solo una pequeña mascarilla que se encargaba de cubrirle la boca, solo eran visibles sus ojos y su cabello, en ese momento el chico se pudo dar cuenta que él tenía el pelo castaño, dentro de los chicos solo había dos castaños a parte de él, Zac y Xavier, así que si ese que estaba ahí era uno de ellos se limitaba a esas dos opciones.

Él pudo ver como Mónica y el chico hablaban tranquilamente, el chico estaba recostado en un árbol y ella en su pecho, de vez en cuando el chico acariciaba a la pelirroja y ella no lo detenía, a distancia se podía notar la felicidad que tenía la pelirroja cuando hablaba y reía con el chico de la máscara, y también desde lejos se podía notar en la mirada del chico lo mucho que la adoraba. Pasaron un buen rato hablando de cosas triviales, tanto así que cuando sintieron la noche empezaba a caer, al despedirse él pudo notar que él le dijo algo a la chica y luego se dieron un largo beso, por lo que él chico se tuvo que quitar la mascarilla y la chica cerró los ojos, sin embargo, el chico que estaba oculto no pudo ver quien era el tal chico enmascarado ya que este le dio la espalda cuando besó a Mónica.

La pelirroja emprendió camino muy feliz por toda la conversación que había tenido con el chico, pero a mitad de este se encontró con algo que no le gusto para nada y que definitivamente acabó con toda la felicidad que tenía en ese momento.

─ Por fin tengo ante mí la asesina de mi hijo ¿No te enseñaron que matar es malo?

─ ¿Cómo me encontraron? ─dijo ella mientras daba un paso hacia atrás y se preparaba para pelear en caso de que fuera necesario.

─ Fue muy fácil ─le respondió el rey mientras que alguien le sujetaba las manos atrás y ella soltaba un grito debido a que estaban ejerciendo mucha presión y la manera en que la tenían sujeta era muy dolorosa─, no eres muy astuta, deberías de cuidar más las cosas que haces o en quien confías.

─ Vamos, atrápenme de una vez, que yo puedo escapar, ¿En serio crees que me voy a dejar vencer así de fácil? ─dijo ella retándolos mientras intentaba soltarse, pero la persona que la tenía sujeta ejerció más presión logrando que ella soltara un gruñido.

─ Por eso mismo no lo haremos, Mónica, si te atrapamos los chicos esos te ayudaran a salir o saldrás tu sola, no creas que eres la única inteligente en este reino, si te atrapamos no funcionará para nosotros, pero si te entregas ─le dijo con una sonrisa mientras daba un paso hacia adelante y la enfrentaba─ tus amigos quedaran libres y nadie les hará daño, es un trato justo para ambos, yo tendré a la chica que tantos problemas me ha causado y ella tendrá a sus amigos sanos y salvos en su hogar.

─ No pienso entregarme, yo estoy para protegerlos, esto es una trampa, ¿Crees que no sé lo mentiroso que eres? No confiaría en alguien de tu clase. Así que has tu mejor intento para vencerme o renuncia al trono de una buena vez y ahorrémonos los discursos inútiles ─dijo ella mientras miraba directo a los ojos al rey.

El soldado que la tenía sujetada por atrás empezó a besarle el cuello a lo que ella aparto la cabeza e intento soltarse y alejarse de él, pero este no la dejó. De los labios del rey solo se escapó un: "¿Segura?" para que después Mónica tuviera una visión donde podría ver el cuerpo de los chicos tirados en el suelo rodeados de sangre y decapitados, aquellas sonrisas que tanto los caracterizaban no estaban más, en su lugar solo habían cuerpos inmóviles y fríos cubiertos por aquel líquido carmesí, fue tanta la impresión que de inmediato cayó de rodillas mientras soltaba un sonoro grito deseando borrar esa imagen de su mente, no los podía perder, no a ellos

El chico que la había seguido iba a salir para ayudarla y que así los dos se pudieran enfrentar al rey, pero se pudo dar cuenta que era mejor no hacerlo ya que si se la llevaban él le avisaría a los demás y así lograrían liberarla, si le hacían algo a él la ayuda no sería mucha, más bien sería otra carga para la chica, la cual tenía la respiración muy agitada y el corazón latiéndole a mil solo de recordar la imagen que había visualizado en su mente.

─ Tienes hasta mañana a la media noche en el bosque de invierno, es tu libertad a cambio de sus vidas, tú decides Mónica, nadie más tiene que perder la vida por tu culpa, no seas tan egoísta.

En ese momento el rey junto con todos sus soldados desapareció sin decir nada más, dejando a Mónica tirada en el suelo con varios pensamientos en su mente, ella se levantó de donde estaba y empezó a caminar en dirección a la cabaña, pero en ese momento todos los recuerdos empezaron a venir a su cabeza como si de una película se tratara y se sintió mareada, en su mente había demasiadas cosas.

"Eres patética"

"Nadie merece hacer sacrificios por una persona tan insignificante como tú"

"Si fueras de otra manera todo estaría bien"

"Ni siquiera sé que es lo que tienes de especial, eres poca cosa"

"Oh hermosa ¿Por qué no vienes con nosotros? ¿O es que no eras tan linda como lo aparentas con todo el mundo?"

"Te amo Mónica, eres justo lo que necesito a mi lado"

"Ustedes son la pareja perfecta"

─ Basta por favor ─susurro ella para sí misma intentando que esos viejos recuerdos dejaran de llegar, recordándole todo lo que alguna vez la hirió.

"¿Qué no entiendes? Solo fuiste un juego, aparentabas lo necesario para que te ajustaras a lo que yo necesitaba a mi lado"

"Salgo con Ethan desde antes que terminaran, todos sabemos que la culpable de que te engañara fuiste tú"

"Tú no eres nuestra hija, eres hija de los herederos de Evenia, así que aguantar todas estas cosas no es nuestra responsabilidad"

"Deja de ser tan orgullosa y acepta nuestra ayuda"

─ Ya no más ─volvió a susurrar mientras apretaba los ojos y se abrazaba a sí misma. Entre todas esas cosas los chicos eran lo único bueno que había logrado encontrar.

"No lo sé ¿Para qué espías?"

"Y tú eres insoportable"

"¿Nos consideras tus amigos?"

─ YA NO MÁS ─gritó con todas sus fuerzas al sentir ese dolor en el pecho que no sentía desde hace mucho, eran sus amigos, no podía ponerlos en peligro por una causa que solo le correspondía a ella, respiró profundo para tranquilizarse antes de caer desmayada en el suelo, a lo cual de inmediato el chico corrió a socorrerla y verificar sus signos vitales, como vio que no reaccionaba la cargó en brazos para llevarla a la cabaña y así pudiera obtener ayuda de los demás.

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¡Ay no!, esto se va a prender, bueno no olviden violar a la estrellita, comenten y saquen conclusiones sobre que es lo que va a pasar con la historia y que va a pasar con todos estos personajes tan peculiares.

Las quiero mucho, besos y abrazos virtuales.

Nos leemos en la próxima.