Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 26

─ A veces odio que sea tan convincente ─murmuro Zac mientras contraía el rostro en un gesto de desagrado.

Los cinco chicos caminaron detrás de la chica y se dirigieron hacia Jack, el cual ya se encontraba inconsciente en el suelo, Mónica les hizo un movimiento de cabeza para que la ayudaran a levantarlo, por lo cual ellos se dieron cuenta que había sido un truco de parte de la pelirroja, era obvio que no iba a poder cargar a Jack hasta un lugar seguro ella solo, fue entonces que los dos más fuertes lo tuvieron que levantar y lo llevaron directo a la cabaña para poder atenderlo sin ningún inconveniente, al ya estar en casa lo llevaron hacia una habitación y lo acostaron en la cama, la pelirroja tomó varios suministros para poder curarlo y que no muriera, los demás solo miraban con cierto recelo pues ella lo estaba atendiendo con mucha paciencia y delicadeza, algo que no era muy usual en ella ¿Por qué con ellos no era así?.

Al cabo de un buen rato la joven se paró del lugar en donde estaba y se dirigió a dónde estaban los demás con cara de evidente preocupación. Ellos no estaban muy emocionados, ella estaba ayudando a un soldado que había sido mano derecha del rey durante mucho tiempo, en el fondo se preguntaban si las neuronas de la chica seguían funcionando como debía, estaba bien que quisiera ayudar a las personas, pero no a Jack.

─ Necesito algo para despertarlo, ¿No hay algo aquí en la cabaña? Necesito hablar con él, debo asegurarme de que no haya problemas más adelante por la golpiza que le dieron ─les preguntó la pelirroja.

─ Podemos usar un poco de alcohol sugirió Samuel.

─ Ya lo intenté, pero no funciona ─le dijo ella mientras se mordía el labio inferior con nerviosismo y volteaba a ver al chico tendido en la cama.

─ Esto no debe ser en serio, entonces despiértalo como lo haces con nosotros ¿O es que él merece que seas más agradable? ─dijo completamente enojado Xavier para luego retirarse de la habitación mientras apretaba los puños intentando no golpear nada en el camino.

Samuel, Peter y Lucas fueron tras de él después de decirle a los chicos que era mejor hablar con él a cerca de su comportamiento, sus celos no podían ser más evidentes y eso podía poner algunas cosas en peligro.

Zac se quedó con Mónica y después de unos minutos observando a Jack se dirigieron hacia la cama y se sentaron a los costados de esta, quedando así uno de cada lado

Mónica mojó un poco el rostro del soldado para que despertara, lo cual no dio el resultado esperado, el soldado se despertó de golpe y miró lleno de odio a la pelirroja, estaba realmente enojado y adolorido, pero eso no fue impedimento para que se levantara y arrastrará a Mónica fuera de la habitación aprovechando la adrenalina de ese momento para ignorar las punzadas que tenía en todo el cuerpo, Zac se quedó en shock y cuando logró salir de su aturdimiento se levantó de golpe y lo siguió, pero lo que pasó a continuación en el pasillo no fue nada lindo, Jack estrelló a Mónica contra la pared y la golpeó en el estómago haciendo que ella soltara un sonoro grito de dolor. Intentaba soltarse, pero el chico la tenía muy bien sujeta, además de que por la falta de aire se sintió mal de inmediato.

─ HOLA HERMOSA ─gritó lleno de odio mientras apretaba la garganta de la chica─ ¿TE ACUERDAS DE MÍ? SI NO LO HACES TE LO VOY A RECORDAR, SOY TÚ VÍCTIMA, TUYA Y DE TODA TÚ FAMILIA, AL IGUAL QUE TODOS ELLOS ─gritaba totalmente alterado mientras miraba como era que la pelirroja luchaba por soltarse.

Algo curiosos de Mónica era que, al haber vivido tantos años en el Reino de los Mortales, ella no estaba acostumbrada a usar sus elementos, a veces hasta se olvidaba que los poseía, casi siempre era: "Mónica, no lo puedes mostrar porque es peligroso", "No los uses, nadie más puede hacerlo aquí" o "Te pondrías en peligro si este mundo sabe de lo que eres capaz". Y en ese preciso momento a la chica se le había olvidado que poseía aquellos talentos o tal vez era porque la falta de oxígeno ya le estaba pasando factura.

─ Oye suéltame, no sé...no sé de...que estás hablando ─dijo ella mientras colocaba sus manos en las de Jack, para intentar soltarse.

─ No la toques ─dijeron los cuatro que faltaban saliendo de la habitación de Xavier, todos llevaban un arma en la mano, pero no estaban seguros de hacerlos, ese soldado estaba hablando de algo respecto a Mónica, y aunque les doliera pensarlo sabían que en esos momentos no se podía confiar en nadie, ni en ella ni en todo lo que les había contado.

─ ¡¡¡DÍSELOS!!! ¡¡ DILES QUE ES LO QUE OCULTAS MALDITA!! ─gritó aquel chico mientras sostenía a la pelirroja por el cuello y ejercía más presión.

─ ¿De... de que... hablas? ─dijo apenas audible debido a que el oxígeno ya no pasaba correctamente a sus pulmones, ya se sentía mareada y empezaba a ver algunas manchitas en su campo de visión.

─ SUÉLTALA, NI TE ATREVAS A DAÑARLA ─gritaba fuertemente Zac mientras intentaba acercarse, pero no se quería arriesgar, el soldado podía hacer algo contra la chica si él daba un paso de más. Así que intentaba que los pasos fueran lo más sutil que se podía, sin embargo, si no hacían algo rápido la princesa terminaría por desmayarse.

─ DILES EL ENGAÑO EN EL QUE LOS HAS METIDO ─gritó aún más fuerte mientras apretaba más fuerte el cuello de la chica, su agarré era tan fuerte que la pelirroja sintió que en cualquier momento le arrancaría la cabeza.

Pero toda esta pelea se vio afectada por un fuerte ruido que se escuchó desde la habitación de la joven, Jack la soltó debido al susto y a la curiosidad de lo que habían escuchado, mientras que Xavier y Samuel se le iban encima antes de que intentara hacer otra cosa. Mónica cayó intentando recuperar el aliento, Peter y Lucas la sostuvieron y la ayudaron a recuperarse, su cuello estaba totalmente rojo y le costaba trabajo respirar, la llevaron a su habitación para ver que era lo que había pasado, al llegar pudieron ver todo destrozado y un diario con V y una S unidas, sabían lo que significaba, Virtrow Smoke, el apellido de la pelirroja, ella se acercó temerosa hacia el diario y lo tomó con sus manos ¿Qué hacía eso ahí?, ella intentó abrir el diario, pero no pudo hacerlo, volvió a intentarlo, pero este no se abría lo cual le causaba muchas dudas ¿Qué era lo que estaba pasando en ese momento? ¿Qué o quién había dejado ese diario en su habitación?, además no era como que ella contara con muchas fuerzas en ese momento para abrirlo.

─ Mónica ya, después arreglamos esto, ahora lo que tenemos que ver es que hacemos con este, casi te mata, te dije que no debíamos traerlo ─le susurró a Mónica el castaño mientras colocaba sus manos en los hombros de la chica.

─ Esta bien Zac ─murmuró ella aún un poco distraída por el diario que tenía entre sus manos.

─ ¡Oh vamos! Claro, no podía faltar el amante desesperado intentando calmar a la mal nacida, que escena tan tierna ─exclamó Jack mientras intentaba soltarse, pero los chicos que lo tenían sujeto no lo dejaron.

Esto enojo demasiado a Zac, así que caminó hacia donde estaba el chico y le propinó un golpe en el rostro al soldado haciendo que este cayera al suelo, lo que había dicho no le causaba nada de gracia.

─ ¡Zac! ─le reprochó la chica─ salgan de aquí, déjenme a solas con él ─dijo realmente enojada, todo lo que recién había pasado había terminado por colmarle la paciencia.

─ No piensas que te dejaremos sola aquí ¿No es así? Por tu culpa su cerebro no recibió el oxígeno que necesitaba y se le fundió la última neurona que tenía ─dijo Peter mientras alternaba la vista entre Jack y Mónica.

─ Tú calla, solo salgan por favor ─insistió la chica mientras suspiraba cansada.

─ Bien, pero si intenta hacerte algo gritas, estaremos aquí en seguida ─dijo Xavier.

Acto seguido todos salieron de la habitación y el soldado se sentó al borde de la cama limpiándose la sangre que le caía de la nariz por el puñetazo que el castaño le había dado, Mónica tomó un poco de algodón y lo mojó con alcohol para luego pasárselo por las heridas, él se apartó, le daba asco que ella lo tocara, incluso que estuviera cerca le provocaban ganas de vomitar, ella apartó la mano y se hizo una coleta alta intentando calmarse y no ser ella la que le diera otro puñetazo.

─ ¿De qué hablabas allá afuera? ─le preguntó suave.

─ Claramente de ti, tú y el rey son un asco, son unas ratas traicioneras y mentirosas ─escupió.

─ ¿Puedes explicarte? Aunque no lo creas yo no entiendo ladridos ─dijo la pelirroja mientras se pasaba la mano por el rostro.

─ Tú tienes la misma sangre del rey corriendo por tus venas, todo esto es una trampa, solo intentas ganarte el cariño de los demás, cuando ambos sabemos que lo único que te importa es continuar con el legado de Benjamín ─murmuró Jack mientras la miraba a los ojos, esos ojos azules que le gustaban tanto, pero de los que debía alejarse por su seguridad.

─ Así que era eso ─dijo y pauso un momento─ ¿Hablas en serio? Se que la golpiza te dejo aturdido y todo, pero esto es demasiado, yo no soy familiar de él, soy la princesa, hija de Clarissa Smoke y Charles Virtrow ─explicó la chica ante la acusación del soldado.

Esta confesión hizo que él se parara de golpe y la mirara totalmente anonado, todos los guardias de confianza del rey de por si sabían que la niña no había muerto, pero supuestamente todos los portales se habían cerrado para que ella no ingresara y se habían asesinado a todos los evenianos existentes en el Reino de los Mortales para dar con ella, pero nunca la encontraron, las únicas dos personas sospechosas no quisieron hablar. No era posible... ¿Cómo es que no se había dado cuenta antes? ¿Si el rey sabía que era ella por qué nunca la mató?

─ Perdóneme su alteza, yo no, yo no quería hacerlo, no sabía que usted ─él estaba en realidad nervioso─ Perdón, en serio lo siento mucho, yo no sabía.

─ No te preocupes, el rey te envolvió en sus mentiras ─dijo sumamente tranquila, demasiado para ser sinceros, pero es que eso no la perturbaba, el rey era un mentiroso en todo su esplendor, no le creía ni una sola palabra.

─ Bien, gracias por perdonarme, y perdón por insultar a su amante, bueno...novio, supongo ─dijo arrepentido, aunque en el fondo no quería ni pedir perdón por lo de Zac, ese idiota no se merecía nada, o tal vez sus pensamientos solo eran debido a los celos.

─ Trátame de tú, no de usted, no me gusta, quisiera volver a tener tu confianza, cómo antes del baile, después de todo nos llevábamos bien ¿No? ─dijo con una sonrisa ignorando el comentario del supuesto "amante".

─ Pero claro que sí, de hecho... ─el chico no pudo terminar de hablar porque entraron los demás chicos con una cara de pocos amigos.

─ Mónica, en la cocina hay una nota para ti ─dijo Lucas mientras miraba a la chica y hacia una mueca.

─ ¿No me lo pueden decir en persona? ─preguntó ella mientras deseaba que de ese momento en adelante los chicos no decidieran ya no decirle las cosas de frente.

─ Es que nosotros no la dejamos allí ─explicó Samuel de brazos cruzados.

─ ¡Oh! Bueno, vamos seguro debe ser algo importante ─dijo mientras sonreía, pues tenía la ligera impresión de quién había dejado esa carta en la planta de abajo─ ¿Vienes Jack? ─preguntó mientras sonreía.

─ Sí, gracias ─le contesto este mientras se levantaba, poco a poco se le estaba presentando el dolor en el cuerpo.

Los siete bajaron las escaleras hacia la cocina, al cruzar la puerta pudieron ver que había una nota de color rosa pálido sobre la mesa y el nombre de Mónica estaba escrito en el exterior del sobre, la pelirroja lo tomó y luego de un momento decidió abrirlo y lo leyó en voz alta, ya que habían acordado confianza y que ella leyera la carta en voz alta lo demostraba, aunque por un segundo se dio cuenta que en realidad lo que esos chicos estaban haciendo era irrespetar su privacidad.

Querida princesa:


Sentir que algún día estarás cerca de mí, sentir que algún día tus labios rozaran los míos, sentir que algún día me tendrás un amor tan fuerte como el que yo te tengo a ti y que lo nuestro será posible, sentir que en algún momento pueda tomar tu mano frente a todos.

Eres una persona tan especial para mí, no me importaría dar la vida por tu amor, sé que muchos dirán que estos textos son demasiado melosos, pero no me importa lo que los demás opinen, solo me importas tú, y me importa que tu existes, porque de solo pensar que estás ahí, en alguna parte, alegra mis días como no te lo llegas a imaginar. Te quiero, princesa.

Te espero en el lago donde te lanzaron tus amigos por primera vez.

—————————————
Bueno eh aquí otro cap, espero que les este gustando, voten y comenten



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro