Capítulo 23
La chica pelirroja despertó y se frotó los ojos, la noche anterior no había sido buena para ella, excepto por una cosa, el chico de la máscara. ¡Claro! La carta que le dio el chico, se levantó de golpe y buscó por toda la habitación la carta que él le había dado, ya no recordaba en donde la había dejado, abrió su armario y no estaba, busco bajo su cama, pero tampoco aparecía, lo último que recordaba era que había subido a su habitación y luego se durmió, pero ¿En dónde había dejado la carta? Buscó y buscó, pero simplemente no encontraba nada, es como si hubiera desaparecido, eso no estaba bien, la carta le resolvería todas las dudas y la había perdido, vaya suerte la que tenía, como si sus días no pudieran empeorar más.
─ ¿Buscas esto? ─dijo Lucas apoyado en el marco de la puerta mostrándole la carta, en su rostro había una sonrisa de burla al haber observado el desespero de Mónica por encontrar ese pedazo de papel.
─ Lucas, dame eso ─pidió tranquila─ es mío.
─ Déjame pensarlo.... ─fingió que se lo pensaba por un par de segundos─ no.
─ Lucas, dame esa maldita carta ─le ordenó la chica.
─ Si tan maldita es ¿Para que la quieres? ─le respondió tranquilo mientras la escondía detrás de su espalda.
─ Si no me lo das entonces la tomare por mi cuenta─ dijo abalanzándose sobre él.
─ Samuel, agarra ─gritó el chico de ojos azules y arrojó la carta hacia su amigo.
El pelinegro tomó la carta y empezó a correr hacía la salida, Mónica se quiso levantar pero las manos de Lucas no la dejaron, ella lo vio enojada, pero gracias a la cercanía que tenían pudo notar que él tenía el labio roto, lo cual apuntó a las cosas que preguntaría después; se levantó y salió corriendo atrás de Samuel, ella era prácticamente más rápida que ellos, ya que controlaba el viento y eso la ayudaba en cierto punto, el único que tal vez era más rápido que ella era Zac, ya que él tenía completo manejo de su elemento, aunque no lo tuviera, era algo en realidad confuso, Evenia siempre tenía una forma de educar a las personas que era demasiado rara, habían muchas cosas que aprender, porque el manejo de elementos que ellos tenían no era tan simple como podía parecer a veces.
Mónica corrió tras Samuel hasta que logró tomarlo del pie y hacerlo caer, haciendo que la carta volara por el aire y cayera en manos de Peter, que salió corriendo fuera de la cabaña, ella no perdió tiempo y salió tras de él, corrieron por mucho tiempo, hasta que Peter lanzo la carta y cayó en manos de Xavier, todo era una cadena, cada vez que uno de los chicos agarraba la carta salía corriendo, y el que la joven llevara vestido no le facilito nada.
Al borde del lago pudo divisar que Xavier estaba abriendo la carta, sin pensarlo dos veces se abalanzó sobre él, pero no todo salió del todo bien, él arrojó la carta y cayó en manos de Zac, luego se apartó y ella cayó en el lago que estaba allí, pues ya era demasiado tarde para reaccionar a la jugada de sus amigos; los chicos aprovecharon ese momento y abrieron la carta, para que Zac la empezara a leer en voz alta, sin saber que la pelirroja lo escuchaba todo.
Querida princesa:
Me encantaría decirte que eres la persona más bella que mis ojos han podido ver, me encantaría estar frente a ti todo el día, abrazándote, besándote, acariciándote. Eres única, una de las pocas chicas que me ha logrado volver loco con su presencia, me encantas princesa, me encantas y no tienes ni idea de lo que sería capaz de hacer por ti.
De antemano de digo que sé que odias este tipo de gestos, no te gusta lo romántico ni las cursilerías, pero no encuentro otra manera de demostrarte lo que siento por ti. Mi mayor sueño es que tu rostro sea la primera cosa que yo mire al despertar lo último que vea al anochecer.
Eres como una pequeña muñeca de porcelana, pero eres más fuerte de lo que cualquier hombre o criatura en este mundo podría ser, tú me hiciste cambiar, así es, tú me hiciste cambiar, y es que hay veces que miro al pasado y me arrepiento de todo lo que quería hacer, nunca sería digno del amor de una persona que solo busca justicia, porque lo cierto es que en mi interior hay un deseo de venganza que no te sabría explicar.
Eres bella sin imaginártelo, con esa piel tan suave, esos ojos tan cautivadores y ese cabello, siempre me haces recordar que a veces las personas que se miran más frágiles son las más fuertes. Y eso eres tú Mónica, eres una chica fuerte
No busco una chica a la cual deba proteger, busco una compañera de aventuras, una compañera de travesuras, no busco una chica a quien celar, te busco a ti Mónica, solo a ti. Porque sé que eres más de lo que te empeñas en mostrarle al mundo y quiero descubrir ese lado tuyo, no quiero que lo escondas estando conmigo.
Espero que esta carta resuelva tus dudas, y que haga que sientas tan siquiera un poco de amor por mí, he tardado días elaborando esta carta y no sé si sea digna de ti, no puedo expresarme bien con las palabras, pero supongo que lo que dicen es cierto, la intención es lo que cuenta.
Te quiero, mi chica del cabello en llamas.
Tuyo, el chico enmascarado.
─ ¿El chico enmascarado? ─cuestionó el castaño─ Mónica ¿Qué es esto?
─ Nada, les dije que me lo dieran, malditos malnacidos ¿Han escuchado la palabra privacidad? ─dijo enojada.
Ella salió del lago, a simple vista se notaba lo enojada que se encontraba, pero la verdad es que esa carta la había cautivado, le encantó ese gesto, a pesar de que la había dejado con más dudas que antes y que no le gustaba la idea de que los chicos la hubieran leído, para ella era fantástico, nunca pensó que una persona se pudiera tomar el tiempo de crearle una carta como esa, y es que tal y cómo decía allí tal vez no era la mejor o la más hermosa de las cartas, pero para ella ya era suficiente el simple hecho de haberse tomado el tiempo de escribirla, el hecho de saber que alguien la quería de esa forma la hacía sentirse bien, especial.
─ Mónica ¿Quién es él? ─preguntó el rubio mientras la miraba confundido.
─ Nadie que les importe ─escupió con rabia.
─ Claro que nos importa, ¿Y si te está engañando? La gente suele ser traicionera y mentirosa─ indicó Xavier.
─ Aunque lo hiciera, lo cual dudo, yo se defenderme solita ─dijo frente a ellos─, eso ustedes lo saben, ahora la que quiero preguntar soy yo, Lucas ¿Por qué tienes el labio partido?
─ Mónica, no cambies de tema ─habló Lucas mientras rodaba los ojos y volteaba a otro lado.
─ Primero respóndeme y luego seguimos hablando ─gritó la chica─, no creo que sea algo tan difícil de responder.
─ Está bien, ayer me golpee y me partí el labio, no es algo que tenga mucha ciencia y tampoco es algo que te interese, ahora responde ─gritó él de vuelta, logrando que Xavier le reclamara por gritarle a la chica y Samuel y Peter se metieran en la pelea.
Los cinco desataron una guerra entre ellos, mientras que Zac solo se dedicaba a releer la carta, gritos, amenazas, preguntas, todo eso era lo que había en ese lugar, hasta que el castaño por fin decidió hablar.
─ Mónica ¿Es por él que no lograste conseguir la corona? ─preguntó Zac a lo que ella trago duro y se quedó callada. Lo había descubierto.
─ No ─susurró con dificultad.
─ Mónica, tu sabes que nos preocupamos por ti, respóndenos con la verdad ─dijo Samuel enojado ante el comportamiento que tenía la princesa.
─ Pues bien ¿Quién saber la verdad? Sí, por él no pude conseguir la maldita corona, pero saben algo, por primera vez en la vida creo que estoy sintiendo algo, no sé si es un engaño o no, pero si tanto les importara me apoyarían y no me atacarían con preguntas, es la primera vez que siento que alguien en verdad me quiere ─dijo ella antes de tomar la carta y salir corriendo de ese lugar para alejarse de los cinco chicos, no los quería ver en esos momentos.
Los chicos se quedaron por unos cuantos minutos más en aquel lugar, esperando y analizando todo lo que había pasado, repasando una y otra vez las palabras que la pelirroja había dicho, hasta que por fin decidieron emprender camino para buscarla, podía ponerse en peligro al estar tan alterada.
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Lo sé, me tardé, mátenme si quieren, pero no he tenido tiempo, además de que tuve algunos problemas con mi celular y bla bla bla, pero bueno, espero que les guste, voten y comenten. Espero que les esté gustando este libro mis Evenianos.
Besos y abrazos virtuales😍😍
Nos leemos después.
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