Capítulo 38
El trato con el rey, día de la traición.
─ No lo puedo creer, el indomable Zacarías Abad enamorado de una princesa ─exclamó Peter mientras reía─, nunca lo imaginé, te creía más listo que eso ¿Inventar a un zorro? Zac, que idiotez
─ Cállate, Peter, por lo menos tengo a alguien que me ame, así haya perdido mi dignidad creando ese cuento, además no fue tan malo como seguro te lo estás imaginando ─le dijo Zac mientras lo empujaba con diversión.
─ ¿Sabes? Siempre lo sospeché ─exclamó Lucas─, digo, todos muy sospechosos, pero tú te las arreglabas para desviar la atención y cuando Mónica lo descubrió era sospechoso que cada que estuviera cerca de ti se pusiera nerviosa.
─ ¿Qué tú no la mirabas como a tu hermana? ─preguntó Samuel.
─ Fue una mentirita inofensiva ─se excusó Zac con una sonrisa, pero al ver a Xavier esa sonrisa se esfumó por completo─. Xavier di algo, me siento culpable, no quiero que te enojes conmigo.
─ Te estás acostando con la chica que me gusta ─fue lo único que salió de los labios de Xavier, el cual tenía una cara de pocos amigos.
─ Oye, no me estoy acostando con Mónica, solo la enamoré y estoy en una relación con ella, yo lo siento mucho ─murmuró Zac al darse cuenta de lo que había hecho, y por un momento se maldijo─. Si algo sé es que uno no elige quien le gusta, y ella me encanta, me encanta Xavier, la...la amo.
─ Creí que mi mejor amigo nunca me iba a bajar a la chica que me gustaba ─le reclamó Xavier furioso.
─ Creo que es mejor que nos calmemos, hay que estar felices por Zac, a pesar de que sabía...eso, ya está con ella, ¿Para qué generar problemas ahora? ─se metió Lucas─ Ahora hay que estar más unidos que nunca. Hay cosas más importantes que esas ahora.
─ Díselo a Zac, más vale darle una lección antes de que siga tirándose a las chicas que nos gustan ─gritó Xavier mientras intentaba golpear a Zac
─ ¡Oh por el amor de los Dioses! Nunca te atreviste a conquistarla, si no tomaste la oportunidad es tu problema, yo sí supe aprovecharla y ahora ella está enamorada de mi ─le gritó Zac de vuelta mientras intentaba acercarse a Xavier, pero sus amigos lo impidieron. Lo último que necesitaban era un enfrentamiento entre los dos.
─ ¿Quién lo diría? Peleándose por Mónica, igual a las dos chicas que pelearon en el pasado por el amor de Charlie, los Virtrow tienen cierto encanto ¿No? ─dijo el Rey apareciendo entre los árboles para luego soltar una risa─ Los Virtrow tienen lo suyo, al igual que los Smoke...No sólo eso, sino que tienen gran poder juntos, un poder que Mónica todavía no sabe usar. Y que ustedes saben que tiene que aprender a manejar.
─ ¿Qué haces aquí? ─preguntó Zac mientras daba un paso hacia atrás─ Lárgate, ¿Qué no te ha quedado claro que así tengas un gran ejército no podrás con Mónica?
─ El amante bandido, sí, el traicionero, el chico que está con la chica que le gusta a su mejor amigo ¿Se te ha olvidado quién soy? ¿Ya se te olvido por qué en un principio, cuando tenía tu edad, me echaron del reino? No hace falta que quieras escapar, Zac, no estoy aquí para atraparlos.
─ Lo hicieron porque eras peligroso ─murmuró Samuel─ ¿Te parece poco hacer un pacto con demonios con tal de ser aún más poderoso de lo que sabías que eras?
─ Evenia estaba mal, nunca fui aceptado, digo, tanto Clarissa como Charles me querían, ellos sabían que juntos podríamos dominar el reino, pero nuestros padres siempre quisieron tenernos a los tres alejados. Mis hermanos, a ellos ya nunca los volví a ver, no después de que me echaran del reino y luego los mataran por crear un ser idéntico a mí, ¿Cómo creen que hubiera seguido el reino si yo no lo hubiera dominado? Ni siquiera hubieran conocido a Mónica, el hecho de que ella los conozca y que los haya conquistado es gracias a mí, aunque lo nieguen, saben que ella es idéntica a mí, no solo compartimos poder, compartimos sangre y apellidos.
─ Los reyes cometieron errores, todos los cometemos, Benjamín, entendemos que mataron a tus hermanos, a los padres de Mónica, pero no por eso Mónica a matado a varias personas, ella no es mala y no entiendo cual es tu capricho con volverla igual que tú, ¿No entiendes que si fueras mejor persona el reino te entendería?, pero todo lo que has hecho ha sido parte de una estúpida venganza, arrancaste los poderes a cada uno de sus dueños porque a ti te quitaron los tuyos, quieres corromper a Mónica porque después de todo eso hicieron contigo ─empezó a decir Zac antes de que el rey le tirara un puñetazo que lo dejó tirado en el suelo.
─ Más te vale cerrar la boca, Zac, no quieres que tu familia muera en serio esta vez ¿No es así?, Ustedes no quieren perder a su familia de nuevo.
─ ¿A qué te refieres? ─preguntó Zac con un nudo en la garganta.
No iba a permitir que ese bastardo hablara de su familia, no iba a permitir que ni siquiera los dejara descansar en paz.
─ Observen por su cuenta ─le respondió el rey.
En ese instante varios demonios, más conocidos como oscuros, bajaron y se posicionaron alrededor de ellos, dos oscuros se posaron detrás del rey y luego emitieron un grito que hizo que los cinco chicos se cubrieran los oídos debido a los desagradable que eso se escuchaba; varios oscuros salieron de entre los árboles y uno de ellos lanzó lo que parecía una persona al suelo.
Cuando esa persona levantó el rostro, los cinco chicos se quedaron congelados, porque ese rostro ya lo habían visto antes, estaba en un de los recuadros que Zac tenía en su habitación, era un rostro que se encontraba en una fotografía que Zac siempre cargaba con él, era su hermano.
Erick Abad.
─ ¿Erick? ─susurró Zac mientras se arrodillaba y se acercaba poco a poco a su hermano.
No era posible, su hermano... estaba vivo.
─ Tiene a mamá y a papá, tienen a Sabrina, haz lo que él te pida, no puedes hacer que me maten, ninguno de ustedes puede hacer que maten a sus familias, yo los he visto a todos, están vivos, pero...
─ ¡Cállate! ─gritó el rey y le dio un golpe en la espalda a Erick
Erick tenía el rostro lleno de golpes, tenía sangre seca en su camisa, su labio estaba roto al igual que su ceja, sus labios todavía estaban húmedos y se miraban extremadamente rojos, pero esto solo era porque los tenía llenos de sangre, la sangre era reciente al igual que algunos golpes, su ropa estaba rota y a través de esta se miraban los cortes profundos en la piel del chico, su estado era deplorable y eso a Zac le causó mucha tristeza, más de la que alguna vez hubiera imaginado sentir. Fue como sentir como su corazón se rompía poco a poco.
─ ¿Qué quieres que hagamos? ─preguntó Lucas, desesperado por las palabras que Erick había dicho. Sus hermanas, sus padres.
─ Quiero que entreguen a Mónica, necesito a mi sobrina conmigo, a mi lado es el único lugar donde ella podrá estar a salvo y donde podrá aprender a controlar su poder sin lastimar a nadie ─susurró el rey despertando la furia de Zac.
─ Quieres quitarme a la única chica que he amado tan intensamente.
─ A cambio de tu familia Zac, es un trato que, incluso te beneficia.
─ Mónica está mejor con nosotros que contigo ─dijo Xavier mientras miraba al rey.
─ Entonces creo que le diré a sus familias que prefieren a la chica. Miren, no le voy a hacer nada malo, ustedes estarán con su familia y ella estará donde pertenece, estará en la realeza, llena de lujos, de riquezas, tendrá muchas personas a su alrededor y estará protegida ¿Qué más puede desear? ¿Qué le pueden dar ustedes que yo no pueda darle?¿Qué puedes darle, Zac? ─dijo dirigiéndose al castaño, el cual estaba en silencio, debía dirigirse a él, sabía que sus amigos apoyarían cualquier decisión que él tomara─ No eres más que un pobre, te va a tocar verla llorando, ¿Quieres verla triste, con ropas sucias, a veces durmiendo con hambre? ¿Crees que vas a poder vivir con el hecho de que ella pudo haber tenido una mejor vida y tú la privaste de ellos? Contéstame Zac ¿¡Qué puedes ofrecerle a ella, a una princesa? Y no me digas que amor porque con eso no se ganan las guerras.
─ Basta ─susurró Zac─, deja de decir todo eso, eso nunca va a pasar, ella siempre va a estar bien conmigo, nunca la he visto quejarse de lo que tiene desde que está con nosotros, estamos bien.
─ Si tienen todo eso es porque yo no se los he querido quitar, ¿Qué no entiendes que se donde está esa cabaña, que todo lo que han podido tener es gracias a mí? Por mis elementos, yo fui quien ayudó a construir esa cabaña, quien ayudó a poner ese hechizo para que esté oculta ¿Cuántas veces pasaste hambre junto con todos tus amigos? ¿Crees que porque ella llegó todo cambió?, Claro que no, si han estado bien estos últimos meses es porque yo he visto que así sea, puedo quitarles eso ─habló el rey, burlándose de ellos─. Miren, este es el trato, me van a dar a Mónica y ella va a poder manejar el reino como ella quiera, va poder hacer nuevas leyes, incluso le podrá devolver los elementos a cada una de las personas del reino, tendrá libertad total, ustedes estarán alejados por cinco años, pasados esos cinco años podrán volver a acercarse a ella, a hablarle, podrá casarse si ella quiere, podrá conocer a PRÍNCIPES, lo único que tienen que hacer es mantenerse alejados, no podrás hablarle Zac, pero si pasados esos años ella aún no ha conseguido novio, si aún los extraña, ustedes pueden volver y tal vez hasta los ponga en una buena posición, yo me encargaré de decírselo todo, ella tomará todas las decisiones conforme a lo que yo le explique y crea conveniente.
─ ¿Prometes devolvernos a nuestras familias intactas? ─preguntó Zac después de un largo silencio. El rey sonrió ante su respuesta.
─ Claro que lo prometo, claro que a Erick te lo entregaré mal porque no obedeció lo que claramente yo le dije que no hiciera, pero al resto...ellos estarán muy felices de verlos ─aclaró el rey.
─ Trato hecho ─murmuró Zac mientras se daba un apretón de manos con el rey.
─ Zac ─murmuró Peter.
─ Estará bien, ella puede cuidarse sola.
─ Ha sido una muy buena decisión, Zac, también los dejaré libres y los recompensaré en abundancia por esto. Yo les avisaré cuando me vaya a llevar a Mónica, unos días antes me aseguraré de informarles como lo van a hacer, por cierto, creo que sería buena idea que se portaran fríos con ella, después de todo, a ella le dolerá menos si están distantes los últimos días. Nos vemos pronto.
Luego de esto el rey desapareció, dejando a los chicos pensando en lo que acababan de hacer. Ellos apoyaban a Zac, él era el novio de Mónica ¿No? De todos ahí, él era quien, posiblemente quería lo mejor para ella, si eso era que ella se fuera con el rey, entonces eso harían.
─ ¿En serio van a creerle? ─preguntó una sexta voz─ ¿Así es como le van a pagar a Mónica todo lo que ha hecho por ustedes?
─ Jack... no le digas nada.
─ Yo no pienso traicionarla, Zac, pienso alejarla lo antes que pueda de ustedes.
Luego de eso Jack salió corriendo dispuesto a decirle a Mónica todo lo que había presenciado, pero Zac se volteó hacia sus amigos con la cabeza gacha.
─ Hay que detenerlo.
Todos salieron corriendo atrás de Jack y lo lograron interceptar unos metros delante de donde ellos se encontraban, lo tomaron entre todos e intentaron convencerlo de que no le dijera nada a la pelirroja, pero él se negó, así que Peter, Samuel, Lucas, Xavier y Zac empezaron a golpearlo.
Y solo pararon cuando observaron sus manos llenas de sangre y el cuerpo de Jack que estaba sin moverse en el suelo, ellos retrocedieron asustados.
No lo habían matado, no podían...
Ellos no eran asesinos.
Jack no podía estar muerto.
Pero al ver como Jack no reaccionaba solo se alejaron y se limpiaron las manos en un lago que había cerca.
─ No le vamos a decir nada de esto a Mónica ¿Verdad? ─preguntó Lucas a lo que los demás asintieron.
Luego de eso se encaminaron a la cabaña.
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