La pelirroja gritó hasta el cansancio para que la dejaran salir, pero al parecer los guardias le habían prestado mayor atención a Zac que a ella.

¿Cuál era su problema? Le dijo todas esas cosas y aun así juraba que la amaba. Que lo que necesitaba era un par de nalgadas ¿Quién se las iba a dar? ¿Él? Él no era más que un orgulloso, un orgulloso que ella amaba con todo su ser, pero a pesar de todo el amor que ella le tenía se iba a vengar, por todos los gritos, por intentar golpearla, iba a hacer pagar a Zac y lo dejaría llorando del dolor.

─ ¡Abridme!¡Soy la futura reina y si no me abren pueden irse olvidando de sus puestos! ─gritó Mónica con su voz casi afónica de tanto gritar, había gritado dos horas enteras y nadie la iba a sacar de allí.

─ ¿Qué es todo este escándalo? ─escuchó la voz de Erick detrás de la puerta─ Déjenme entrar ─luego de eso la puerta se abrió y tras ella apareció el castaño; Erick observó atento a Mónica, estaba tirada en el piso, su cabello estaba enredado y sus labios no dejaban de temblar a causa del llanto─. Ya me enteré de todo lo que pasó

─ ¿Zac te lo contó?

─ No, lo hizo una persona de la servidumbre. Deben ponerse a pensar que no pueden pelearse a gritos, todos escucharon su pelea y hasta rumores están creando.

─ ¿Qué clase de rumores?

─ Han dicho que tú y Zac tienen un matrimonio a escondidas y que Zac se consiguió una amante; han dicho que Zac esta comprometido con otra mujer y que tú eres una aventura, han dicho que tú estás comprometida y...

─ Sí, sí, sí, entiendo, rumores.

─ ¿Tan fea estuvo la cosa?

─ Me dijo caprichosa, malcriada e insinuó que soy una berrinchuda. Poco le faltaba para decirme pu...

─ Pues tú no te quedaste callada tampoco ¿Verdad? Lo comparaste con tu ex, el rey me hizo averiguar todo sobre ti, Ethan era una basura, pero mi hermano te quiere bien ─le dijo Erick.

─ Intentó golpearme, supongo que eso también te lo contaron.

─ Claro que me lo contaron y hablé muy seriamente con Zac. En este momento lo chicos se quedaron burlándose de él por un comentario un tanto peculiar que dijo fuera de la habitación. Vamos a salir a dar una vuelta por el reino y mañana por la mañana hay junta, el plan ya está mejor estructurado, pero necesitamos tu opinión. ¿Vienes?

─ No, gracias. Te recuerdo que estoy enojada con lo chicos por decirme cosas horribles y en este momento no tengo ganas de hablar con Zac ─le respondió de manera brusca la pelirroja, pero en el momento le surgió una idea─ Solo por simple curiosidad ¿A qué hora regresan?

─ Estaremos regresando como a las cinco de la tarde, los chicos quieren ir a nadar a un lago y luego Jack quiere que lo acompañemos a recoger el anillo con el que espero le declare matrimonio a Nicky, las chicas irán de compras y supongo que luego surgirá algo.

─ Muy bien, cuando regresen, asegúrate de que suban todos acá, tengo algo muy importante que mostrarles ─dijo Mónica con una sonrisa.

─ ¿Está bien? ─preguntó Erick─, nos vemos más tarde, cuídate. Ordenaré que te suban algo de comida

Luego de eso Erick desapareció por la puerta de la habitación de Mónica, esta de inmediato se levantó de donde estaba y observó su rostro en el espejo; había despertado de su coma en la madrugada, por eso todos estaban durmiendo, no había pasado ni un día y ya tenía que empezar a idear planes.

Cuando le subieron la comida a la habitación pidió que entraran a la habitación de cada uno de los chicos y buscaran los planes que cada uno de ellos había hecho. Después de los que fueron unos minutos llegaron a su habitación dos soldados junto a una doncella, en sus brazos tenían planos y distintas libretas, ella agradeció y luego las personas se retiraron del lugar.

Cuando Mónica se quedó sola se puso a revisar cada una de las libretas y los planos, encontró varios fallos y los resolvió de inmediato, leyó cada una de las libretas y conforme a la información que iba viendo ella iba escribiendo en su libreta un plan lo suficientemente firme como para que funcionara, cuando vio que dieron las tres de la tarde le pidió a uno de los guardias que estaba fuera de la habitación que regresara cada uno de los planos y las libretas a su lugar.

Entró a su habitación y se dio una ducha rápida, al salir eligió un vestido que dejaba al descubierto sus hombros y que le llegaba arriba de la rodilla, arregló su cabello en una trenza de la que sobresalían varios mechones. Usó todos los conocimientos de maquillaje de los que sabía se maquilló lo mejor que pudo. Para ese entonces faltaban diez minutos para las cinco. Salió a su balcón y esperó alrededor de veinte minutos, cuando por fin vio a los chicos aparecer por la entrada del castillo, de inmediato salió al pasillo y se acercó a uno de los guardias que custodiaba la puerta de la habitación de Zac, la cual era una de las primeras al subir las escaleras.

─ ¿Me puedes dejar a solas con él? ─le preguntó al otro el cual solo asintió y le sonrió al otro para luego irse.

─ ¿Necesita algo? ─preguntó el chico mientras la miraba de arriba abajo y luego se mordía el labio.

─ ¿Conoces a la chica del incidente de hoy en la mañana? ─preguntó Mónica mientras lo miraba de manera coqueta.

Por favor, que el plan saliera como ella quería.

─ Sí, es mi hermana ─dijo este mientras fruncía el entrecejo haciendo que Mónica tragara y se pusiera nerviosa.

Maldición.

─ Bueno, espero que acepten mis disculpas, no era mi mejor momento. Estaba un poco... estresada.

─ Lo sé, tranquila, pasaste por algo muy difícil, no se preocupe.

─ Bueno tal vez pueda recompensar mi mala actitud con tu hermana contigo ─le dijo al escuchar la voz de los chicos por las escaleras.

─ ¿Y cómo hará eso? ─preguntó este confundido.

De inmediato ella si inclinó hacia él y juntó sus labios, el chico la tomó por la cintura y la acercó más a él haciendo que esta pasara sus manos por su nuca. En ese momento los chicos llegaron al pasillo y pudieron apreciar el beso de la pelirroja con el guardia. Todos miraron atentamente a Zac, el cual no se movía de su lugar al ver como era que otro besaba a Mónica.

La pelirroja sintió como era que el chico intentaba tocar más allá de lo que ella tenía previsto, haciendo que una de sus manos pasara por sus caderas y un poco más allá, así que de inmediato ella se separó.

─ Bien, eso fue todo, espero que me perdonen ─dijo Mónica para luego empezar a caminar con dirección a los chicos, pensaba pasar a su lado sin decir una palabra, pero un mano tomó su muñeca.

─ ¿Qué intentas hacer? ─le preguntó Zac para luego acercarse a su oído─ ¿Crees que no se que imaginabas que era yo?

─ Solo le pedía perdón al guardia por lo sucedido con su hermana ─informó Mónica mientras le sonreía. Sus amigos escuchaban atentos la conversación, en ese momento Mónica se acercó al oído del castaño─ Y tienes razón, imaginaba que eras tú, hasta que sentí que él si me besaba bien.

Luego de eso Mónica se zafó del agarre del castaño. Dejando atrás a un castaño rojo de rabia.