Erick y Lucas entraron en la cocina, uno al lado de otro, de inmediato se pudieron dar cuenta que el lugar que ocupaba Mónica no estaba vacío, alguien estaba sentada allí, y eso solo hizo que el enojo de ambos creciera.

─ ¿Dónde esta mi hermano? ─preguntó Erick mientras se paraba al lado de Jack, quien estaba sentado en uno de los bordes de la mesa.

─ No quiso bajar a comer, yo lo fui a llamar, pero... ─empezó Meredith, pero Lucas la interrumpió.

─ No te preguntó a ti.

─ ¡Lucas! ─le reprocharon todos.

Ignorando las malas miradas del resto, Lucas se acercó a uno de los cocineros y le pidió que preparara la comida de Erick y la de él, también pidió que cocinaran algo para Mónica y que le dieran los tres platos para llevar a las celdas.

─ Lucas ¿No vas a comer conmigo? ─preguntó Cassy triste y confusa por la actitud de su novio, la sonrisa de Sarah no podía ser más evidente. Lucas tenía razón, eso le había caído como anillo al dedo.

─ Si quieres ir a comer junto con Mónica y vas a confiar en ella, eres bienvenida, mi amor, pero si no estás dispuesta a eso, entonces no, no voy a comer contigo ─luego de que Lucas dijera eso una persona de la servidumbre le dio una charola con dos almuerzos y a Erick le dieron una con un almuerzo─ Hay cosas que, aunque te ame, no voy a dejar pasar por alto ¿Entiendes? ─preguntó mientras que una doncella señalaba la charola que tenía Erick, indicando que esa era la comida de Mónica─ Gracias.

Luego de esto los dos chicos desaparecieron por la puerta de la cocina, dejando a los demás muy sorprendidos por su actitud y a una rubia extremadamente triste.

─ Tranquila, muchas veces las impostoras como Mónica usan la seducción para llevar a cabo sus planes ─le explicó Meredith a Cassy─. No quisiera decirte esto, hermanita, pero al parecer Lucas cayó en su red, se enamoró de ella, por eso hace todo lo posible para ayudarla.

─ Lo sé ─susurró Cassy─, ella no puede sentir nada, me robó al amor de mi vida y nos mintió sabiendo que la mirábamos como una parte muy esencial en nuestras vidas. Esa basura...

─ Mónica será condenada a la horca, no te preocupes, mi amor ─dijo la reina logrando que Jack y Evan levantaran la cabeza de golpe, sorprendidos─ Lucas volverá a tus brazos o puedes conseguir a alguien mejor, hay tantos príncipes que querrían estar contigo.

─ Y vamos a hacer que Zac se olvide de ella ─murmuró Meredith─, hablando de él, voy a ver como esta, no quiero que haga un acto tontito.

Luego de decir eso, la castaña se levantó de su asiento y caminó hacia el pasillo, una vez allí sonrió satisfecha y emprendió marcha a la habitación de Zac, pero su camino se vio interrumpido cuando lo encontró camino a la biblioteca.

─ Zac ¡Vaya, creí que no saldrías de tu habitación! Estaba por ir a buscarte

─ Voy a leer un poco, tal vez así me sienta mejor ─ susurró con voz apagada.

─ Solo quiero decirte que es un desperdicio que alguien tan guapo y noble como tú no sea un rey ─murmuró ella mientras se acercaba─, eres realmente sexy.

...incluso amo cuando te saco de juicio porque te ves muy sexy, mi amor...

─ Sí, ya... ya me lo habían mencionado antes, gracias

─ No sé quien fue, pero seguro fue alguien muy sabio, pero si quieres ser rey, solo dime, no te avergüences de ello, yo te podría ayudar.

Luego de esto la castaña besó a Zac, él al principio se sorprendió y se quedó estático, pero cuando su mente se confundió y observó un cabello rojizo, ojos azules y manos tan delicadas, él sin duda la tomó por la cintura y la besó con gran intensidad, juntó sus cuerpos y acarició la mejilla de la pelirroja, él la amaba demasiado.

La amaba demasiado.

─ Zac ─escuchó una voz por la cual se separó de la castaña con rapidez, era Erick─ ¿Qué estás haciendo besando a esta?

─ Nada que te importe ─respondió Zac de manera brusca mientras se iba dando grandes zancadas.

Que estúpido, acababa de cometer algo que no se iba a perdonar.

Zac estúpido.

─ Zac puede hacer lo que él quiera, tu hermano besa muy bien ─le dijo Meredith a Erick mientras se mordía el labio─ ¿Cómo lo harás tu? ─preguntó mientras se acercaba a este.

─ Sí, seguramente mi hermano besa muy bien, pero para mala suerte tuya, sus labios ya tienen dueña que tiene nombre y apellido, Mónica Virtrow ─respondió este frío mientras daba un paso hacia atrás.

─ Lástima, ya tienen nueva dueña ─susurró ella para luego alejarse de ese lugar.

Erick vio alejarse a la castaña y luego vio en dirección hacia donde se había ido su hermano. Zac estaba enojado, triste, era una mezcla de emociones que nunca pensó sentir, pues dentro de todo esto sentía un increíble amor por la pelirroja ¿Por qué las cosas siempre se complicaban tanto?

Empezó a buscar por la biblioteca algo que lo distrajera un poco, encontró varios libros, hablaban sobre los portales, otros reinos, sobre el reino de los mortales, sobre los oscuros, encontró de todo, pero el único libro que le llamó la atención fue uno que tenía una gran V cruzada junto con una S

Él recordaba ese libro, así que lo tomó y se dirigió a una de las mesas que había en la biblioteca. Cuando se puso cómodo abrió el libro.

24 de julio de 1999.

Escribe: Clarissa Smoke de Virtrow.

Han pasado unos cuantos días desde que mi bebita nació, es preciosa, no puedo describir la alegría de Charles cuando la vio, no paraba de decir lo hermosa que era y lo mucho que me amaba y me hubiera gustado disfrutar ese momento con ellos, pero no pude.

Sarah me dio miedo, estaba parada en la puerta con la pequeña Cassy de un año y en su rostro se notaba el enojo de que, a diferencia de lo que pasó con ella, Charles sí estuviera en el nacimiento de mi pequeña, en cambio con su hija, solo le mandó una cuna un mes después de nacida, pero no fue culpa de Charles, él ama a sus dos hijas por igual. Solo que las situaciones no lo dejaron estar al lado de Cassidy

Yo sé que muchos se quieren deshacer de mi hija, cometimos el error que el apellido nos advertía, no eran los elementos los que molestaron a los reyes, eran nuestros apellidos, el Virtrow y el Smoke ya se mezcló una vez y él resultado fue un chico que traicionó a la corona con los oscuros por más poder, porque era poderoso y, al igual que mi hija, podía manejar los cuatro elementos demasiado bien, al igual que tenía dones de Crissan, pero no le bastó. A Beni no le bastó.

Mi hija no va a ser así, ella va a crecer bien, y yo me encargaré de que la críen bien, por eso mismo le voy a pedir a Charles que no la deje a cargo de Sarah. Porque esa mujer no va a criar a mi hija, no voy a dejar que eso pase.

Yo se que al igual que muchos, ella se quiere deshacer de mi hija, pero el problema de Sarah no son los apellidos, son los celos. Esos celos enfermizos que la están enloqueciendo y que la harán volverse tan malvada que no dudará en descargar todo su odio contra una niña que no tiene la culpa de nada.

Quien quiera que se adueñe de este diario, por favor, por favor, quiero que cuiden a mi hija, su vida corre peligro Mi pelirroja hermosa debe estar a salvo en todo momento.

Es el único consuelo que tengo en estos momentos, saber que ella va a estar bien y que va a crecer feliz.

Quien sea que lea esto, cuídela, cuídela de Sarah Rawson, porque esa mujer es un lobo vestido con piel de oveja.

El diario siempre lo había tenido Sarah, nunca nadie lo había mencionado y cuando este había aparecido en la cabaña estaba cerrado, de manera que nadie podría abrirlo...ni leerlo.

─ Sarah se quiere deshacer de Mónica ─susurró Zac mientras un sentimiento de arrepentimiento se desataba en su interior.

¿Qué había hecho?