Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 3: Apiádate

[JIN]

La mañana pasó rápido. Jiho no volvió a molestarme en todo el día, y a pesar de que los murmullos aún perduraban, no eran nada en comparación al año pasado. No podía quejarme. Ahora solo quedaba ver quien sería mi compañero de habitación.

Me dirigí a la residencia para estudiantes del campus y volví a repetir el trámite que tan bien conocía. Acercarme al mostrador, tras el cual seguía trabajando la misma señora que los dos años anteriores, dar mis datos y esperar pacientemente a que encontrase la llave de mi respectiva habitación y me la entregase.

- Aquí tienes. Habitación 126.

- Muchas gracias - Respondí educadamente con una pequeña reverencia.

Seguidamente me dirigí a recoger mi maleta, la cual había dejado en el cuartillo de la residencia para no tener que cargarla en clases. Una vez con todo listo fui directo al que sería mi cuarto todo lo que quedaba de año.

- 122...124... ¡126!

Abrí cuidadosamente la puerta y eché un rápido vistazo en el interior.

- ¿Hola? ¿Hay alguien?

La estancia parecía vacía. De hecho si no hubiera sido por el desorden que había en uno de los dos escritorios, podría haber jurado que nadie había pisado ese dormitorio hasta ahora. Dejé la maleta sobre la cama que quedaba libre y me acerqué curioso al escritorio de mi anónimo compañero. Había varias hojas esparcidas por la mesa y una libreta en medio de ellas. También unos cascos de música junto varios bolígrafos y posits . Me incliné un poco más para leer lo que ponía en las hojas cuando una voz me sobresaltó.

- ¿Qué haces?

"¡AH! ¡Me van a matar! ¡De hoy no salgo vivo!"

Casi pegué un grito por el asombro, pero de alguna forma conseguí retener mi voz y tan solo me giré con el corazón a mil por hora. No había hecho nada malo pero por alguna razón me sentía avergonzado, como si me hubieran pillado con las manos en la masa. Y mi sorpresa no disminuyó al ver la imagen que tenía delante.

Un chico rubio tapado únicamente por unos pantalones anchos y una pequeña toalla sobre los hombros me miraba fijamente. Tenía el pelo mojado y varias gotas de agua descendían por su pecho, dándome a entender que acababa de salir de la ducha.

Sentí como mis mejillas comenzaban a encenderse y aparté la vista por la violenta situación. Él por su parte parecía bastante relajado.

- Na-nada... eh... Soy Jin.

Siguió mirándome detenidamente con una ceja enarcada. Yo tragué saliva sin saber muy bien que más decir. "¿He hecho algo mal?"

- Supongo eres mi compañero de cuarto, ¿cierto?

"¡Eso es lo primero que tenía que haber dicho! Jin, eres tonto."

- ¡Ah! Claro, sí sí, me acaban de asignar esta habitación.

- En ese caso encantado - Me tendió la mano. Yo respondí a su saludo intentado omitir que se encontraba a medio vestir.- Yo soy Namjoon.

- Igualmente... yo soy Jin.

"¡Idiota, eso ya se lo has dicho antes!"

No se percató de mi error o decidió pasarlo por alto, tan solo sonrió de una forma tan reconfortante que terminé por imitarle.

- No pareces mal tipo, estoy seguro de que nos llevaremos bien - Se quitó la pequeña toalla que reposaba sobre sus hombros y secó las pocas gotas que le cubrían el torso. Joder, podría pasar como modelo perfectamente.- Si necesitas algo dímelo.

- E-está bien.

Me giré levemente abrumado y comencé a deshacer y colocar mi maleta. Una de las cosas que me gustaban de estos apartamentos es que todo estaba perfectamente separado, y a pesar de no tener un gran tamaño había dos camas, dos armarios y dos escritorios, cosa que no daba lugar a altercados por quien ocupaba más sitio o temas por el estilo.

Terminé de ordenar todo en un santiamén, y como aún quedaba un rato para la cena decidí tomar una ducha aprovechando que el baño estaba libre. Eché un vistazo a Namjoon, quien se encontraba tumbado en la cama con la libreta en mano y los cascos puestos. Se había puesto una camiseta ancha y su pelo estaba completamente seco y alborotado. No podría decir cómo se veía más atractivo, si recién salido de la ducha o así.

"¿En qué narices estás pensando Jin? ¡El único hombre que puedes encontrar atractivo es Mario!"

Aparté rápidamente la vista y tras coger la ropa de recambio en la mano, fui directo al baño. Antes de entrar eché una última mirada al rubio. Recordé su reconfortante sonrisa de segundos antes y sonreí internamente. Había sido la primera vez en todo el día que recibía buenas palabras de alguien. Supongo que el señor estaba comenzando a apiadarse de mí.


______________________________________________________________________________


Mientras estaba duchándome escuché a duras penas como llamaban a la puerta. Fruncí el ceño desconcertado y me apresuré a terminar de aclararme.

"¿Se habrá dejado Namjoon las llaves dentro y no puede entrar?"

Salí de la ducha colocándome rápidamente mi albornoz rosa, el cual, todo había que decirlo, me sentaba estupendamente. No llevaba nada bajo la suave y mullida prenda. "Quizás debería ponerme algo más decente..." pensé preocupado. Por muy bien que me quedase, me sentía incómodo llevando tan solo una capa de ropa.

Volvieron a llamar a la puerta, esta vez más insistentemente.

"Qué más da" Me até bien el albornoz y salí del baño directo hacia la entrada de la habitación. Cuál fue mi sorpresa al encontrarme con mi compañero de piso pocos pasos por delante de mí dirigiéndose hacia el mismo sitio.

- Ya voy, ya voy...

Si no era él quien llamaba... ¿Entonces quién...? Abrió la puerta y mis dudas quedaron aclaradas.

- ¿Qué hacías para tardar tanto en abrirme? - Exclamó entre risas el nuevo entrando al cuarto. Saludó con una especie de abrazo a Namjoon. Parecían cercanos.

Yo por mi parte permanecía congelado en mi sitio sin creer todavía lo que mis ojos veían.

- Escribir - El rubio respondió al saludo con una amigable sonrisa. Igual de reconfortante que la de momentos antes, solo que esta no iba dirigida a mí.

- Si claro, seguro que estabas viendo alguno de los muchos vídeos que tienes en tu portátil...

- Cállate anda... - Respondió mi compañero entre risas propinando a su amigo pequeños golpes en el hombro. Yo seguía mirándoles desde la distancia sin ser capaz de formular palabra alguna. - ¿Qué haces aquí?

- Nada importante, venía a ver qué tal te habías instalado y si necesitabas ayu...- Se interrumpió al verme. Pareció igual de sorprendido que yo, aunque él lo disimuló mil veces mejor. Solo en ese momento Namjoon se percató de mi presencia.

- ¡Anda Jin, no te había visto! - Se acercó unos pasos colocándose en medio de su amigo y yo.- Jiho, este es Jin, mi compañero de piso. Jin, este es Jiho, mi hermano.


______________________________________________________________________________

"¡¿Hermano? ¿He escuchado bien?!"

Jiho se recompuso rápidamente y mostró una cordial sonrisa. Yo seguía con la misma cara que segundos antes. No entendía nada.

- Ya nos conocemos.

- ¿De veras? - Preguntó Namjoon sorprendido. Estuvo varios segundos en silencio pensativo y luego me miró.- ¡Oh! ¿Entonces eres mayor qué yo?

"...¿Qué?"

De verdad que no entendía nada. No entendía porqué Jiho estaba en mi cuarto ni por qué decía ser hermano de mi primer y único amigo en el campus. Ahora que empezaba a sentir que cambiaban las cosas...

- S-Si, supongo...-Respondí apartando la mirada de Jiho.

- En ese caso perdona mis modales, hyung.

Su rostro era serio y parecía avergonzado. "¿Qué más dará ahora si me llamas hyung o hyang? Tan solo quiero explicaciones de por qué has dicho que ese idiota de ahí es tu hermano"

- No pasa nada...

Me sonrió cálidamente y por unos segundos pude volver a respirar con normalidad. Como si todo se hubiese calmado. Claro que las cosas no podían quedarse así. No con Jiho al lado. Este último se acerco y colocó un brazo alrededor de mis hombros atrayéndome hacia sí mismo. Solo en ese momento me percaté de que yo iba prácticamente desnudo.

- Así que compartes habitación con mi hermanito...- Me sonrió y yo agaché la vista hacia el suelo. Quise salir corriendo, pero en su lugar me quedé quietecito en el sitio.- En ese caso vendré a visitaros mucho más a menudo...

- ¿Cuántos años te crees que tengo para necesitar una niñera? Puedo apañármelas sin ti por favor... Además, en cualquier caso tengo a Jin, ¿verdad?

Miré a mi compañero y tras escuchar sus palabras asentí timidamente. Él pareció percatarse de algo en ese instante, porque frunció el ceño unos instantes y se acercó a nosotros. Apoyó una mano en mi hombro libre y soltó un suspiro.

- Bueno, creo que es hora de irse Jiho...

- ¿Me estás echando? ¿Mi propio hermano?

Era obvio que exageraba. Namjoon terminó por sonreír mientras yo seguía en medio sin saber muy bien que hacer o decir.

- La cena será en pocos minutos y aún tengo que prepararme.

- Está bien, está bien, no os entretendré más... - Agradecí mentalmente a mi compañero unas mil veces aproximadamente. Estaba empezando a resultarme muy incómodo tener a Jiho tan cerca, y lo peor era que él lo sabía y disfrutaba de ello.

- Nos vemos mañana.

- Nos vemos. Y ha sido un placer volver a verte Jin.- Seguidamente se acercó disimuladamente a mi oreja.- Por cierto, bonito albornoz...muy adorable.- Susurró con un toque lascivo en cada palabra. Me estremecí de pies a cabeza. No volví a levantar la mirada hasta que escuché la puerta cerrarse. Lo siguiente fue la voz de Namjoon. Por algún motivo mis músculos volvieron a relajarse.

- Así que conoces a mi hermano.

- Eh... S-Sí, más o menos...

Me miró fijamente con los ojos entrecerrados y despegó de forma lenta los labios. Parecía que fuera a decir algo. Inesperadamente volvió a cerrarlos.

- Da igual - Terminó respondiendo antes de tumbarse en su cama, la cual se encontraba cubierta de papeles esparcidos y arrugados. Yo le observé embobado cada movimiento sin creer del todo que esa persona fuese dos años menor que yo. Cuando estuvo sobre la colcha, levantó la vista nuevamente hacia mí.- Jin...

- ¿Si? - pregunté sorprendido.

- Deberías ponerte algo más de ropa o cogerás frío... hyung

Sentí como se me encendían las mejillas. Él reprimió unas risas y volvió a concentrarse en sus escritos.

- Ah... s-sí, tienes razón.

Inmediatamente me adentré de nuevo en el baño y cerré la puerta con el corazón a mil por hora. Habían sucedido demasiadas cosas en los últimos minutos y todavía me costaba digerir varias de ellas, pero aún por esas, el sentimiento de tranquilidad que Namjoon me inspiraba seguía siendo el mismo. "Ojalá nunca se entere..." pensé nervioso recordando los sucesos del año pasado.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro