Capítulo 46
SETH
En cuestión de tiempo, aquella chica que estábamos esperando llega con una gran sonrisa junto a un carrito de comida, dejó los platos debajo de lo que parece ser un dispositivo y rápidamente este trasladó el contenido a mi habitación sin abrir ni una sola puerta.
Genial, habían pensado en eso.
Acabo de estar en un lugar donde lo máximo que tenían de tecnología era la electricidad y algunos aparatos, para luego tener que enfrentarme a esto.
A decir verdad, creí que estaría muy feliz de estar en mi hogar pero nada de esto me está gustando, prefiero mil veces quedarme varado en algún bosque o ciudad fantasma.
— Supongo que no sabes cuando nos sacarán de aquí — Murmuré mirando a la pelirroja, quien niega con la cabeza — Que aburrido.
— No pongo las órdenes.
— Lo supuse, nosotros aquí no tenemos mucho voto tampoco — Se cruza de brazos Mía, mirando lo que le daban de comer — ¿No sabes que está planeado el gran Jhonsito?.
— No.
— Apuesto a que nos tiene una sorpresa por nuestro cumpleaños — Sonríe ampliamente mi hermana — ¿Es eso verdad?.
— No.
— ¿Quién lo diría? — Sonreí de lado, recostando mi peso en la pared — El serio de Jhon por fin se ha tomado nuestra fiesta enserio, supongo que tiene reservado su mejor licor para ese momento.
— No está planeando ninguna fiesta.
— Ajá si, solo lo dices para despistarnos — Rueda los ojos Mía — Te aprovechas porque no podemos salir de aquí.
Todos en esta vida tenemos nuestros propios límites, Lydia no es la excepción, y ahora que está en este sitio seguro quiere hacerse la que sabe todo, subirse el ego, etc.
Ella es una persona que ama ser más que los demás, algo que puede costarle caro en estás situaciones, solo puedes considerarte la mejor cuando lo seas no porque quieras compensar tu baja autoestima.
Sin duda ella no sabe con quiénes está tratando, obviamente somos mejores.
Y eso le irrita...
— ¡Eso no es cierto! ¡Jhon no está preparando ninguna fiesta!.
— No lo creo, se nota que nos estás mintiendo y a decir verdad eres muy mala haciéndolo — Solté una risita, ella odia que la tomen de mensa y eso ahora mismo se está haciendo notar. Te tenemos justo donde queremos Lydia, y ni siquiera te das cuenta — Supongo que debe estar preparando la sala más grande para poder celeb...
— ¡Lo único que está preparando es la sala de experimentación para cuando llegue Violeta!
Toda sonrisa se borró de mi rostro cuando escuché aquello, nada parece tener sentido, él parecía no tener ningún interés en Violeta y ahora resulta que la llaverá a la sala de experimentación.
¿Para qué?, no lo sé.
Pero tengo el presentimiento de que no me gustará saberlo.
— ¿Para qué la quiere? — Murmuré tratando de contener mis impulsos, lo que me pide mi mente es hacer que este grueso cristal sea añicos y no creo que esa sea una solución — Habla ahora.
— No... Yo no debería...
Se ve asustada, puedo ver como todo su inútil cuerpo tiembla sin saber que hacer después de haber soltado la verdad.
— Para que seas una de nosotros tienes que colaborar — Me acerqué al cristal, haciendo que ella retroceda un poco — Si no hablas ahora, apenas me liberen lo primero que haré será buscarte y te enseñaré de lo que soy capaz en la sala de pruebas.
Su expresión acaba de cambiar a una de pánico, algo que me sacó una gran sonrisa, su cuerpo tembloroso no es algo que me disguste ver, de hecho me parece bastante entretenido.
Pero no hago esto por diversión, quiero saber porque el jefe Jhon quiere a Violeta.
Y supongo que el pedazo de gelatina que tengo enfrente lleva tiempo aquí, por lo que debe saber que es la sala de pruebas, mi sitio favorito cuando no puedo controlar todo lo que mi mente me sugiere hacer, todo enojo, frustración y tristeza puedo deshahogarlo ahí, porque esa sala es en dónde guardamos todas las armas que tenemos, desde lo más simple hasta lo más complejo.
Se llama sala de pruebas porque es donde probamos las armas nuevas, al igual que nuevas tácticas de entrenamiento y lucha.
Si es lista, sabrá que lo mejor no es tenerme de enemigo.
Pero como debí deducir esta chica no tiene ni una sola neurona en el cerebro, ya que salió corriendo apenas tuvo la oportunidad, dejando el carrito.
— Genial Seth, la espantaste — Rueda los ojos Mía, quien ahora es el mínimo de mis problemas — Debemos salir de aquí antes de que llegue Violeta.
Mi paciencia pende de un hilo, el hecho de que Violeta vaya a pasar a la sala de experimentación no me tiene nada tranquilo.
— Ya me di cuenta de eso sabelotodo, ¿puedes dejar de remarcar lo evidente y ser útil?.
Mía decide quedarse maravillosamente callada y empieza a revisar su celda, alguna manera debe haber de escapar, nadie puede crear algo tan perfecto.
O eso quiero creer.
La idea de que Violeta está viniendo no me tiene para nada tranquilo, si pasa directo a la sala de experimentación puede que le hagan algo y eso es lo que quiero impedir.
Más les vale mantener todos sus utensilios de científicos locos lejos de ella o Lydia no será la única que me acompañe a la sala de pruebas.
Violeta es sagrada para mí, no importa lo que haya dicho o hecho, quiero que esté bien aunque eso no sea conmigo.
Si le llega a pasar algo...
Imaginarla muerta fue lo que desató que todo lo que siento saliera en forma de puño en contra de este odioso cristal, esperaba por lo menos quebrarlo o rayarlo pero sigue intacto.
Algo que me hizo enfadar más.
— ¡Seth! — Mi papá ya había despertado — Basta, estaremos bien y haremos lo posible para sacar a Violeta de aquí.
— La llevarán a experimentación...
— No puede hacerle nada apenas llegue, esa chica debe saber muy poco de eso.
— ¿Y cómo lo sabes?.
— Violeta al parecer tiene algo que Jhon quiere, nunca ha hecho pruebas con ella, no se arriesgará a meterla en esa sala sabiendo que puede fallar.
Tiene lógica pero no quiero arriesgarme, sin embargo las horas fueron transcurriendo y todo intento o idea se desvanecía dejándonos de nuevo en dónde empezamos, nos estamos quedando sin ideas y eso empieza a cobrarme factura.
No pudo pensar bien, mi mente solo está preocupada por Violeta quien ya debió haber llegado aquí.
Traté de llamar al jefe Jhon pero parece que nadie aquí va a darnos explicaciones.
Algo que ya me tiene muy inquieto.
Esas horas se convirtieron en dos días, dónde la única visita que recibíamos era la de Lydia con una cita en la boca indicando que no diría ni una palabra.
Pero, gracias a todos los cielos, no era sorda, por lo que cuando venía me ponía a hablar en voz alta sobre mis armas favoritas.
Una vez creí que me diría algo pero solo se fue corriendo como las otras veces, algo que me frustraba.
¡¿Cómo se sale de este jodido lugar?!.
No parece tener escape.
En eso un milagroso chispazo hace que todo derrepente pierda la energía, algo que me alertó por unos segundos de no ser porque después vi a Caleb fuera de su celda intentando abrir la de mamá.
— ¡¿Cómo... — Dije completamente sorprendido — ¡Eres un maldito genio!.
— Sobrecarga de energía — Abre la celda de mamá, luego va a la de papá — Mientras ustedes hablaban para salir me dispuse a buscar mi propia solución, pero iba a tardar.
— ¿Por qué no nos dijiste nada? — Pregunta Mía, también asombrada —
— Iban a gritarme por no darles una solución rápida, más que todo Seth — Logra liberar a papá y procede a ir a la de Mía — Además me gusta trabajar en silencio, y ustedes me hubieran estado apurando, algo que mis nervios no tolerarían.
— De ahora en adelante prometo no gritarte nunca más — Sonreí ampliamente — Pero apresúrate.
Él abre la celda de Mía, y procede a abrir la mía, el cristal fue subiendo dejándome el suficiente espacio para escapar, apenas salí quise ir a ver donde estaba Violeta pero ahora lo que necesitamos es un plan.
Los impulsos no son viables, menos cuando el jefe Jhon se ha esmerado tanto en mantenernos dentro de esas celdas.
Nuestra concentración se ve interrumpida por la pelirroja que entra sin darnos ningún aviso, pero apenas cruzó esa puerta Mía se encargó de neutralizarla antes de que siquiera pudiera gritar, Mía la tiene con el brazo alrededor de cuello, poniendo presión, mientras le tapaba la boca.
Lastimosamente eso no la asfixirará pero si le quitará la consciencia por un momento, tal y como mi papá me aplicó a mi en algún momento.
La agilidad de Mía no tiene precedentes, ni yo mismo pude verla moverse.
— Caleb, alza a este pedazo de mierda y métela dentro de una de esas cosas.
Caleb va hasta donde estaba el cuerpo inmovil de Lydia y la tira con fuerza hacia dentro de una de las celdas, algo que me dió satisfacción, sin embargo espero poder ser yo mismo quien le quite la vida esa buena para nada.
— Debemos ser cautelosos, al parecer Jhon tenía otras intenciones con Violeta desde un inicio, por lo que no sabemos que más nos pudo haber ocultado.
— Yo, Mía y Caleb iremos a la sala de pruebas en busca de algunas armas que nos podrían ser útiles, trataremos de no cruzarnos con nadie del personal — Mis hermanos asienten — Papá, trata de ver dónde está Violeta.
— Yo revisaré las cámaras de vigilancia — Dice con una sonrisa mamá, la cual luce algo sádica — Siempre quise noquear a ese morboso guardia.
Tenemos que actuar rápido, así que con lo poco del plan que tenemos decidimos hacer cada uno lo suyo.
Solo espero que aún no sea tarde.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro