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Capítulo 41

SETH

Me siento perdido.

Me duelen los nudillos de tanto haber golpeado la pared, ni siquiera recuerdo cuánto tiempo lo he hecho pero solo sé que ahora tengo heridas que pronto serán cicatrices.

Solo pido hablar un segundo con ella.

He derramado tantas lágrimas que no creo que sea capaz de derramar más.

Todo se me viene abajo, siento que el aire se me va con cada segundo que paso sin saber nada de ella.

En eso oigo la puerta abrirse una vez más, lo único que se de afuera es que los padres de Violeta están abajo hablando con los míos, por alguna extraña razón ellos parecen haber estado llorando, eso no es algo que me calme más bien me indica que algo malo ha pasado y me temo que se refieran a Violeta.

Si sigo sobrepensando esto seguro acabaré en un bucle de ansiedad que no podré calmar a menos que me pegue un tiro.

Oigo unos pasos aproximarse, por más que me he intentado escapar, no puedo competir con mi papá quién es el único que viene a traerme comida y agua. Supongo que es él quien quiere traerme algún postre o algo, por lo que me alejo de la puerta.

Cuando la vi atravesar esa puerta casi me da un infarto, una sonrisa radiante salió de mi.

Un ángel ha venido a salvarme de esta tortura.

Me acerqué a ella para abrazarla con fuerza, esperé que me recibiera de la misma forma pero no obtuve ninguna respuesta, permanecía estática, algo que encendió una alarma dentro de mi.

Supongo que sigue enojada.

— Violeta, ya te dije que no quise engañarte a propósito pero...

— No vengo a pedirte explicaciones Seth — Me interrumpe, vi su expresión, no me gusta para nada — Ya no quiero eso.

— ¿Entonces qué sucede?.

Desearía no haber preguntado eso...

Vengo a dar por terminado todo.

Esa simple frase bastó para romperme de forma definitiva, algo que no esperaba, no quería escucharlo, todo se me iba de las manos y a pesar de que quiero repararlo no puedo formular ni una sola palabra.

Más lágrimas salieron de mi, si antes creía que no sería capaz de derramar más ahora me siento como un idiota.

— Voy a cumplir mi pacto con Axel — Dice con seguridad, algo que me quiebra más — No pienso seguir con esto.

— ¿Estás mintiendo verdad? — Me acerqué a ella y la tomé de los hombros, tratando de buscar algún rastro de mentira — Tú no harías eso.

— Lo haré Seth.

Empecé a llorar con más fuerza al ver que no mentía, ella estaba segura de lo que hacía y ese era su último veredicto.

— No puedes hacerme esto, tú, ¡No puedes desechar todo lo que vivimos por la borda!.

— ¡Basta Seth! ¡Puedo hacerlo y lo haré!.

— ¡No! — Grité con fuerza, sentí la desesperación de perderla a flor de piel, todo parece estar mal y no me gusta — Haré lo que pidas, ¿Qué quieres?, Sea lo que sea juro que lo cumpliré.

— Eso ya no funcionará.

— ¿Quieres que masacre a los dirigentes? ¿Abro ese muro de una vez? ¿Consigo más sobre ti?. Solo dime que quieres y lo haré, pero no me dejes, no lo hagas.

— Voy a irme, para siempre, quiero terminar con todo esto que tanto mal me ha causado — Ella me mira seria, sinceramente la desconozco — Me ayudaste, lo agradezco, pero no puedo seguir con esto cuando una vida normal me da una mejor oportunidad.

— ¿Una vida normal? — Solté una risita, de desesperación diría yo — Esto no tiene nada de normal, todos están locos.

— Tú estás igual.

— Pero por lo menos yo me preocupo por ti, daría lo que fuera por ti, haría lo que me pidas, porque yo si estoy interesado en lo que te pasa — Ella me mira sorprendida, yo decidí no quedarme callado — Porque te amo, es por eso.

Esas palabras fueron lo más sincero que haya dicho en toda mi existencia, esperaba que fuera suficiente, pero no la vi conmovida.

Me miró con indiferencia.

— Adiós Seth, no pienso volver a hablar contigo — Murmura mirándome — Yo no te amo, jamás amaría a alguien tan mentiroso como tú, pero aún así te deseo lo mejor.

A pesar de que he sido sincero, eso no sanó nada, ella solo se quiere irse.

Quería evitar que se vaya, todo mi interior me decía que la detenga pero por más que la encierre en mi habitación o la ate a una silla cuando vea la oportunidad escapará.

No sería lo mismo.

No quiero eso, me rehúso a eso.

Ella se acercó poco a poco a mi, me envolvió en sus brazos y de quedó ahí, quise devolverle el abrazo pero me negaba a despedirme de ella.

Está vez, fui yo quien se quedó estático, con lágrimas en los ojos y con una fuerte sensación que algo importante me abandonaba, me duele, todo se descontrola y nada parece tener sentido.

Parece irreal.

Hace poco moría por que la bese y ahora solo viene a decirme que se va a los brazos de ese bueno para nada.

Aunque quizá ahora ya no es un bueno para nada, me quitó algo que amo, me ganó, y es la derrota más fuerte que he tenido.

Mi orgullo se hizo añicos también.

Pero nada comparado a como se siente el amor que le tengo.

— Cuídate Seth.

Eso fue lo último que dijo antes de que se fuera, dejando dentro de mi un vacío que nadie en la vida podrá llenar.

Tomé la puerta que tanto había querido abrir por horas y la cerré enojado, frustrado y lleno de dolor, ahora quiero permanecer adentro.

Lo primero que mis ojos vieron fue aquella lámpara que vino con esta casa, la hice añicos en cuestión de segundos tirandola al otro extremo de una pared.

Tomé mi escritorio y lo tiré al suelo, con todo lo que tenía encima, destrocé todo lo que pude tartando de poder contener todo lo siento en este momento.

Pero nada me satisface, nada calma la tormenta que siento.

Todo es confuso, me duele y solo veo como todo mi mundo se detiene a este simple momento.

— Cuídate de ese Axel — Oigo la voz de Mía, supongo que Violeta sigue aquí — No es quien aparenta, sé lo que te digo, quizá no quieras confiar en mí pero mantente en alerta.

Iba a bajar para pedirle explicaciones a Mía pero en eso el papá de Violeta aparece en medio del pasillo, estaba subiendo las escaleras, se ve totalmente demacrado.

— Justo quería hablar contigo — Me señala, mientras se acerca a mi — Quiero pedirte perdón.

— ¿De qué?.

— Por Violeta, ella no está en su momento más lucido — Suspira bajando la mirada — Ni yo la reconozco, dice que no soy su padre cuando lo único que hice fue darle el calor de uno.

— Todo esto lo causé yo — Murmuré, apenado, conteniendo mis ganas de llorar — En todo caso debo pedirle perdón a usted, pero solucionaré esto.

— No tienes que pedirme perdón, ni solucionar esto — Me mira, directamente — Sé que soy su padre, pero no dejaré que alguien se haga daño a si mismo siguiendo a mi hija, la única que puede solucionar esto es ella.

— Pero...

— Si lo haces terminarás peor Seth, sé que la amas pero ella ahora está en su peor etapa, por ahora solo encierrate en tu cuarto y rompe las paredes para sentirte mejor, pero no la busques.

Los impulsos son fuertes, pero está vez decidí escuchar al padre de Violeta y me volví a mi cuarto para encerrarme de nuevo, y golpear con fuerza mi pared.

Vi mi sangre salir de mi, pero no me detuve hasta que realmente tuve que detenerme.

Me duele, mucho.

Pero tiene razón, la única que puede solucionar esto es ella, por más que la busque ella seguirá botandome como si nada.

Como si lo que hemos vivido no fuera nada.

¿Realmente merezco esto?.

Lo único que he querido realmente es tenerla a mi lado, me esforcé mucho en eso, para que ahora todo se haya ido.

Por favor Violeta vuelve, juro que no te reclamaré nada de esto, lo olvidaré, pero quedate conmigo.

No me dejes.

No huyas de mi.

No permitas que todo lo que hemos construido se derrumbe.

Vuelve.

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