Capítulo 40
VIOLETA
Bailar me ayudó a relajarme un poco, quitar un poco de lo mucho que tengo en mi cabeza en estos instantes.
Algo que creo, necesitaba.
Ahora estoy al lado de mi futuro pacto, Axel me sostiene de la cintura mientras que sus padres me halagaban, adoran el hecho de que ahora sea el pacto de su hijo quién dicen siempre había estado velando por mí a pesar de todos los mal entendidos.
Desearía que mis padres adoptivos estuvieran la mitad de felices que ellos, aunque dentro de todo, no tengo porqué esperar su felicidad, no son mis padres y a decir verdad, ni tengo realmente.
— ¡Violeta!.
La voz de Mía me sacó de mi pequeño momento de felicidad, recordándome todo lo que he vivido ayer, esa sensación desagradable volvió a mi, produciéndome unas inmensas ganas de llorar de nuevo.
Decidí ignorarla, esperando a que se fuera, pero no fue así ya que después de unos segundos la vi enfrente mío con una sonrisa radiante, tomándome del brazo.
— Disculpen esto, pero tengo que hablar con Violeta a solas.
— ¿Qué clase de insolencia es esta? — Dice la mamá de Axel, quién ve con desagrado a Mía — Muchacha, sé que eres nueva en esto, pero durante la fiesta de revelación las parejas deben permanecer juntos.
— Se lo diré con todo respeto señora — Sonríe de lado, cambiando su expresión a una menos amable — Lo que se deba hacer en esta cosa que llaman fiesta me da igual, no vengo a por usted, vengo por Violeta.
Más ofendida no se puede ver la señora.
— Pues ella no quiere hablar contigo — Responde Axel, quién se puso enfrente de Mía — Vete, aquí no eres bienvenida.
— Tú no hablas por ella, no sé si te diste cuenta pero ella es alguien completamente libre y a menos que ella me diga que me vaya, ninguno de ustedes me manda.
Los ojos cayeron sobre mi, al igual que la presión de hacer lo correcto, sin embargo no puedo simplemente deshacerme de ellos, debo también enfrentarlos para que puedan salir de mi vida de una vez por todas.
Si tienes un problema, enfrentalo y deshazte de el.
¿Así es el dicho, no?.
— Vamos a un lugar más privado — Le dije mirándola seria — Disculpen, volveré.
Le indique a Mía que me siguiera hasta el baño público de aquí, mismo sitio donde hace tiempo atrás estaba hablando con Iria sobre Seth y su familia, parece que hubiese sido hace años.
Pero solo pasaron meses.
— Violeta, debes estar bromeando con todo esto — Dice cerrando la puerta, cruzada de brazos — No puedo creer que vayas a hacer esto.
— Es mi deber, no tiene nada que ver contigo.
— ¿De qué me hablas?, hace poco creías que todo esto era una desfachatez.
— Ajá, eso fue antes de que tu familia se atreviera a mentirme en la cara — Respondí enojada — Mis actitudes no son en vano, todo es por culpa de ustedes.
— Se que hicimos mal en no decirte mal, pero no fue a propósito — Baja la mirada, conteniendo un poco su llanto. Algo que no me dio lástima — Juro que no lo fue, íbamos a decírtelo cuando ya todo esto de la misión hubiera pasado.
— ¿Ah sí? No me digas — Mi sarcasmo no paso desapercibido, ella lo había notado — ¿Y cómo creerte?, la verdad es que ya no puedo confiar en ninguno de ustedes, por más que me juren lo que me juren.
— Solo quiero que abras los ojos Violeta, si quieres no confíes en nosotros pero... — Toma aire, y me mira suplicante — No te hagas esto.
— Eso no te incumbe, lo que haga con mi vida de ahora en adelante no les tiene que importar — Murmuré enojada, ella da un paso hacia atrás, sorprendida — No más juegos, adiós a todo, eso es lo que haré y Axel es la nueva oportunidad que tengo para eso, así que no vuelvas a hablarme — Sus facciones cambiaron drásticamente, ahora estaba seria — Ninguno, si van a liberar a esta ciudad tendrán que hacerlo sin mi y eso no les será un problema.
— ¿No lo entiendes verdad? — Baja la mirada por unos segundos y luego vuelve a verme, con intensidad, casi como la primera vez que la vi a los ojos — Para nosotros eres parte de nuestra familia, nos duele esto, supongo que tienes razón y no nos incumbe tus decisiones pero tenía que intentarlo, como te dije eres parte de nosotros...
Me siento pequeña, quiero llorar, hacer que me abrace y decirle que no tengo ni la más mínima idea de lo que estoy haciendo.
Busco un escape, esto es lo primero y único que tengo.
Pero no le dije nada de eso, me contuve, reteniendo cada cosa que me avasalla.
— Solo quiero pedirte algo... — Dice de repente —
— ¿Qué?.
— Habla con Seth, dile todo lo que me estás diciendo — Suspira de forma pesada, mientras que a mí se me va el aire con solo pensarlo — Él aún cree que volverás, dile que no piensas volver, así puede dejarte atrás, después de todo es lo que quieres, ¿No?.
La idea de ver a Seth con alguien más me produce náuseas, pensar que él quería estar con esa Victoria por toda la eternidad y que por eso estoy viva me da asco.
Pero merece eso, quiero que se vaya de mi vida y dejándolo libre es la única forma.
— Iré a verlo después de la fiesta.
— Okey — Me mira, decepcionada, y a la vez triste — Tus padres se quedarán en nuestra casa, las personas de aquí quieren hacerles daño y nosotros lo evitaremos.
Ellos no son mis padres realmente, eso debe saberlo, pero no quiero iniciar una discusión sobre eso. No ahora.
— Está bien.
— Si alguna vez quieres volver a ser la de antes, yo sí te estaré esperando — Sonríe de lado — Eres una buena amiga, no quisiera dejarte, pero es tú decisión — Baja la mirada — Si seguimos aquí, te ayudaré.
— No es necesario, pero gracias.
La frialdad que salía de mi no solo le dolía a Mía, de hecho, me encuentro destrozada, sin consuelo, todos los que conozco parecen estar en mi contra ahora mismo incluyendo mis propios amigos que me miran como si no me conocieran.
Todos me dan la espalda, el único que está conmigo es Axel quién parece muy feliz con esto.
Espero sentir lo mismo que él en algún momento.
— Adiós Violeta.
No le respondí, solo vi como ella se iba dejándome sola. Caí al suelo completamente rota, una parte de mi me duele con fuerza mientras que la otra me hace sentir miserable por llorar en esta circunstancia.
Es lo que quiero después de todo, no debería causarme llanto.
Unos brazos me socorren y me levantan para luego abrazarme, mi mejor amiga estaba conmigo consolandome, me empezó a acariciar el cabello tratando de calmar mis llantos pero esto parecía no querer acabar.
— Vi — Murmura casi en susurro, solo para que yo la escuche — Nos conocemos desde hace años, eres mi mejor amiga, y los amigos te hacen dar cuenta cuando estás equivocada.
Esas palabras me enojaron, me alejé de ella casi empujándola.
— ¿Tú también?, pensé que estarías de mi lado.
— No es que haya un lado Violeta, las cosas son claras para mí y Axel no es alguien...
— No hables de él — La interrumpí enojada, ella me miró sorprendida por mi actitud — Él es el único que me está apoyando, todos los demás comen de las manos de Seth y su familia.
— Estás mal, muy mal, las cosas no son así y lo sabes solo que sigues de terca queriendo tener la razón cuando en realidad no la tienes.
— ¡Entonces vete con ellos! ¡Hazlo! ¡Tú y Oliver pueden irse con esa familia si quieren no me interesa!.
— ¡Está bien! — Me responde enojada, algo que me hizo callar — Ahora parece que nada te importa, solo ves la mentira y no los hechos, lo que menos quiero es justificar su mentira de ellos pero lo que han hecho por ti habla más que eso, esa es la verdad Violeta, si no la soportas entonces no te quejes de la mentira.
Eso fue tan directo que me dolió.
Pero una vez más, callé.
— Haz lo que quieras, tengo un pacto por delante y si no quieres aceptar tu destino, no es mi problema.
Me lavé la cara y luego me fui de ahí, dejando a Iria en el baño con sus cosas, no pretendo esquivar mi verdad, solo quiero escapar de ella por un minuto por lo menos.
Pero me sigue sin darme tregua, espero que después de hablar con Seth toda esta sensación se haya ido.
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