Capítulo 20
VIOLETA
Seth ingresó cerrando su puerta detrás de él, yo me encuentro cruzada de brazos en medio de la sala muy enojada por todo lo que ha pasado en el transcurso del día, no solo por como me ve la gente o por lo que me dicen, si no también por como han actuado las personas que supuestamente me iban a dar paz, las cuales pasaron peleando cada segundo que podían.
No estoy para soportar esto.
Él se dio la vuelta, lo primero que le sorprendió fue mi notable enfado.
— ¿Me vas a explicar o tengo que adivinarlo?.
— No va a ser necesario, voy a resumirlo todo... — Tomé un poco de aire, él me miraba expectante y con una ceja alzada aunque no reflejaba más que un simple rostro serio — Eres el mayor imbécil que he conocido en mi vida.
— ¿Yo? — Se señala a si mismo, asentí, eso causó que él soltara una carcajada sarcástica — Creo que eso deberías decirle al escarabajo que vino con nosotros.
— Él también lo fue pero tú te ganas el premio, enserio pareces un niño.
— A ver, yo no soy él que ha estado celoso todo el día...
— Él no está celoso — Lo interrumpí, él rueda los ojos — Solo le molesta tu arrogante presencia y sinceramente no es el único, a mi también me está irritando.
— Creo que el premio al mayor imbécil de aquí te lo llevas tu, es obvio lo que le sucede, le gustas corderito — Negué con la cabeza, segura de mi repuesta — Si yo fuera el problema, créeme, me hubiese ignorado como Iria la cual no me ha dirigido más de dos palabras, pero ese pedazo de excremento quería que siempre estés solo viéndolo a él.
— ¿Puedes dejar de ponerle apodos desagradables? — Respondí enojada, él también parece estar perdiendo la paciencia — Tiene nombre y es Axel.
— Mis apodos le quedan mejor que su ridículo nombre — Escupe con odio, su mirada era intimidante pero ninguna parte de mi se asustó, más bien, me daban igual. Mi enojo es más fuerte y sus respuestas solo me molestan más — ¿Enserio vas a defenderlo a él?, es un frustrado de primera.
Odio que lo insulte, es mi mejor amigo, lo defendería hasta de una horda de gente enfurecida como la de ayer.
— ¡Eso a ti no te importa! — Grité furiosa, levantando mis brazos al aire — Si está enamorado de mi o no, eso no te incumbe, es más, si sigues así, voy a pensar que el celoso es alguien más.
Las palabras salieron por el impulso del momento, no lo pensaba, de hecho al ver su reacción sarcástica una ola de arrepentimiento arrasó conmigo.
Pero no estaba dispuesta a ceder, eso jamás.
— ¿De él? — Empieza a reír de manera burlona — Una hormiga es mejor adversario que ese saco de boxeo humano.
Una parte de mi, la impulsiva y llena de enojo, se dio cuenta de que acaba de dejar un hilo suelto, un hilo que estaba dispuesta a jalar con tal de defender a mi mejor amigo de toda la vida.
— Pues ese saco de boxeo tiene más oportunidad conmigo que tú.
Si antes se veía intimidante ahora acaba de desarrollar un nuevo nivel al que llamaremos amenazador, ese nuevo nivel hizo que algo dentro de mi titubeó pero aún así traté de mantenerle la mirada.
Hice lo que pude pero es complicado cuando parece que está a punto de destruir medio mundo conmigo incluida, antes no parecía querer hacerme daño pero ahora creo que quiere aniquilarme.
Para tratar de irme con dignidad me di la vuelta sin decir nada, pero con la misma mirada enojada, y si me di la vuelta pero es lo máximo que alcancé a hacer, no más, ya que una mano agarró mi brazo haciéndome voltear para cruzarme con la demandante mirada de Seth, una más oscura que de costumbre.
Si sus ojos ya son oscuros naturalmente, lleno de furia es el mismo infierno.
— Retráctate — Murmuró con la boca casi cerrada, ¿Debería temerle? — Ahora.
Unos pasos se escuchan derrepente, acercándose a nosotros, pero no tuve el valor de voltear por temor a que él me hiciera algo al momento de darme la vuelta.
— Seth — Su padre aparece bajando lentamente las escaleras, su tono firme era evidente, no estaba jugando — Suéltala.
— Tu no te metas — Se gira a ver a su padre, él cual no cedió. Soy un insecto diminuto a punto de presenciar una pelea de leones — Esto es entre Violeta y yo.
— No voy a repetirlo Seth, la próxima es una acción — Amenaza de manera tajante, sin embargo Seth no cedió — 3... — Empezó a contar de forma intimidante, lento y acercándose a nosotros con un notable enfado — 2...
Apenas escuchó el dos Seth me soltó, su papá se hace camino para ponerse en medio nuestro y confrontar de manera directa al muchacho furioso que tenía enfrente, no dijeron nada, solo se quedaron viendo mutuamente, como un duelo de miradas, pero el que estaba más eufórico de los dos era Seth quien hasta respiraba acelerado por el enojo.
¿Qué acaba de suceder aquí?.
Retrocedí un poco hasta chocar con la barandilla de la escalera, todo esto parece tan irreal, la imagen de familia perfecta que tenían acababa de caerse en mi delante y yo, estoy en medio de ellos, parezco masoquista.
En eso alguien toca mi hombro, volteo asustada, pero me tranquilicé al toparme con el rostro de Mía la cual me hizo una seña para subir.
O más bien alejarnos de esto.
Le hice caso, no sin antes darle una última mirada a lo que sucedía, siguen mirándose directamente, alguno tiene que ceder en cualquier momento pero hasta ahora ninguno parece querer rendirse. Mía tomó de mi mano y ambas subimos casi corriendo las escaleras, ella me llevó a su cuarto y una vez ahí nos encerramos.
— ¿Te encuentras bien? — Asentí confundida — Lamento eso, Seth... No sé que le pasó.
— Iba a matarme - Dije mirándola, ella niega de manera inmediata con la cabeza — ¿Y qué fue eso?.
— Impulsos, pero créeme cuando te digo que a ti jamás te haría daño — Su seguridad es creíble pero quizá se esté equivocando — Sería incapaz, puedes comprobarlo, tu brazo... míralo, no tienes ni una marca, ni siquiera debe dolerte.
Mi mirada baja a mi mano, efectivamente, no tengo nada en mi brazo y mucho menos me duele, lo muevo un poco de arriba a abajo pero tampoco sentía dolor.
Como si nada.
No había hecho presión en su agarre, él solo me tomó del brazo sin apretar ya que sabía que eso me lastimaría.
— ¿Por qué se puso así? — La miré buscando respuesta, ella hace una mueca dudosa, sabe algo — ¿Acaso le gusto o algo?.
Ella se quedó callada, por un momento creí que no me respondería, hasta que tomó un poco de aire.
— Te ama, más de lo que puedas imaginar — Aseguró mirándome a los ojos, directamente — No sabemos desde cuando, pero sabe de ti y no te ha desamparado hasta ahora.
— ¿Por qué?... — Mi confusión justificada se salió a la luz, ella no parece segura de seguir hablando pero quizá mi insistencia ayude — Yo no lo conozco, no tiene sentido.
— Él es... — Se corta a si misma — Especial, tu lo cautivaste y aunque tu no lo conozcas, él a ti si — Suspira levemente — No puedo decirte nada más, pero vales mucho para él, por eso te ha ayudado hasta ahora aunque claro a su manera.
Aunque tu no lo conozcas, él a ti si.
Eso quedó en mi, sin embargo todo valor que había reunido se quedó a la deriva en el momento que él me miró de esa manera, por un momento creí que acabaría conmigo pero no fue así...
Supongo que solo está enojado, furioso, pero sin ser capas de hacerme daño.
Es tan raro escuchar el te ama y el le gustas en nuestra realidad pero tampoco puedo decir que no cae bien, después de todo, es mucho mejor que un pasarás el resto de tu vida con esta persona que quizá no conoces pero que es ideal para ti a nuestro criterio.
Ok, creo que ya estoy delirando.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro