Capítulo 18
VIOLETA
Entramos a la escuela, en el segundo en el que puse un pie dentro todo quedó en un profundo silencio, muchos ojos nos observaban o para ser más especifica, me miran a mi, todas las personas que están ahora mismo en el pasillo me tienen en su lista negra, pensar que apenas ayer solo era una más ahora resulta que soy una especie de aberración.
Yo me siento mal por lo que hice, en ningún momento he defendido mis actuar pero todos ahora me ven como algo que corregir.
¿Qué hubieran hecho en mi lugar?.
Estoy segura que la perspectiva de más de uno cambiaría si les pasara lo mismo.
— Deberías estar avergonzada — Una chica, rubia y de ojos claros se puso en medio del pasillo cruzándose de brazos — Mi mamá dice que eres peligrosa.
Quizá si lo soy.
— No le contestes — Susurra Seth, sin apartar la vista de la rubia — Camina.
Y eso hice, empecé a caminar con Seth a mi costado y con Mía junto a Caleb que nos siguen por detrás con la cabeza abajo.
Él único que camina como si nada pasara es Seth el cual hasta le sonríe a un par de personas en forma de saludo, nadie los mira mal a ellos solo a mi, todos parecen ignorar el hecho de que me conocen desde hace años.
Más que ellos, ni siquiera llevan un año aquí.
Cuando llegamos a nuestro respectivo salón noté que alguien viene a mi a gran velocidad, algo que no pensaba que pasaría al ingresar a mi salón, pero lo que recibí no fue un golpe si no un abrazo de mi mejor amiga, Iria.
Vaya que lo necesito.
En ese momento supe que a pesar de todo el apoyo de mi mejor amiga no me faltaría, eso me alivió, pero a la vez me entristeció, me cuesta no llorar ante tanto rechazo.
— Me alegra que estés bien, cuando supe que habían ido a tu casa casi me da un infarto — Se separa de mi — Estaba angustiada.
— Estoy bien, físicamente aún en una sola pieza - Sonreí de lado, tratando de verle algo gracioso a esto — ¿Y los demás?.
— Aquí Vi — Viene a verme Oliver, con una sonrisa radiante y un buen animo — No te preocupes, dejando de lado de que Lydia casi me asesina hoy todo sigue igual.
— No del todo.
Hace su aparición Alex cruzado de brazos, su cara se ve mejor pero tiene rastros de la golpiza que le dieron ayer, tiene un moretón enorme debajo del ojo derecho y su pómulo izquierdo está notablemente hinchado, además de eso tiene pequeños moretones alrededor de toda la cara.
Se ve mal, pero no tan mal.
Pero eso no es lo que más resalta de él ahora, lo que si lo hace es su expresión, se nota molesto.
— ¿Ellos vienen contigo? — Señala con la mirada a Seth y sus hermanos — ¿O solo quieren ser buenos contigo?.
— Somos sus amigos — Seth es el responde, con una sonrisa amable, se pone delante de Axel y estira su mano en forma de saludo — Creo que no nos hemos presentado formalmente, soy Seth.
— Axel — Respondió tajante mi mejor amigo, recibiéndole el saludo de muy mala gana — ¿Y esto se dió ayer o ya tenían comunicación?.
Esto se puso incómodo, más de lo que quisiera admitir.
— Eso queda entre nosotros — Añade con una sonrisa — Vi es una muy buena compañía, no debería sorprenderte que consiga amigos con facilidad.
La sonrisa de Seth es radiante, como un niño presumiendo el nuevo juguete que le compraron sus padres, mientras que Axel mantenía su expresión seria, con rasgos de fastidio, ambos se miran fijamente casi sin pestañear como esperando de que uno de los dos pierda este pequeño concurso de miradas que se formó de repente.
¿Cuándo? No lo sé, pero me siento más pequeña que de costumbre entre ambos y no precisamente por la altura.
Parece que somos solo espectadores de su película.
— Creo que... — Oliver se pone en medio de Axel y Seth, tratando de que esto acabe supongo — Cuantos más seamos mejor, si Violeta es feliz nosotros no seremos impedimento.
— Tu sí que eres un niño listo — Añade Seth pasado su mano por mi cintura, algo que hizo que mi piel se erizara — Todo sea por nuestra querida Vi, más ahora que tiene a casi toda la ciudad contra ella.
El tacto de Seth hizo que mi cuerpo reaccionara, nunca me habían tomado de la cintura, eso está prohibido aquí pero a él no parece importarle.
Un cosquilleo en mi estómago se hizo presente, los nervios se me subieron. ¿Qué me pasa?.
— Eso mismo — Apoya Iria, la cual observaba todo este drama con detenimiento — Vi es primordial aquí, ahora, tomemos asientos que seguro el profesor no tarda en llegar.
Una vez mis amigos estuvieron lo suficientemente lejos quité la mano de Seth de donde estaba y la puse en donde debería estar, a su costado y lejos de mi, algo que hizo que se riera.
¿Qué es lo que le da risa?.
— ¿Qué sucede contigo? — Volteo a verlo enojada —
— Solo me divierto un poco, tu amigo es un chiste andante — Sonríe de lado posando su mirada en mi — Si ahora vamos a pasar más tiempo juntos, te sugiero que te acostumbres, porque a mí me gusta divertirme.
— ¿Jugando con los demás?.
— No veo cuál es el problema — Su sonrisa se desvanece poco a poco, mirándome con cierta molestia — ¿Te incomoda que juegue con él?.
— Si — Admito tratando de contener mi enojo, el gritarle no es una opción o por lo menos no en público — No lo hagas, con nadie.
Seth se acerca a mi, específicamente a mi oreja, yo ante su cercanía me quedé quieta ya que no me lo esperaba, sentí su cálido aliento cerca de mi cuello algo que me causó que un fuerte escalofrío pasara por todo mi cuerpo.
Mi corazón late con fuerza, mi mente no reacciona. ¿Qué es esto?.
— Tus dirigentes lo hacen todos los días, juegan con ustedes — Susurra con delicadeza, pude imaginar que su sonrisa ha vuelto, mientras que mi mente se queda en el aire con lo que ha dicho — No puedes culparme, esta es mi naturaleza y no hago daño, no como en quienes tanto confías.
— Estás loco — Dije dudando de lo que me había dicho —
— Solo una loca podría verlo, pero ese es otro tema... — Responde alejándose de mi, en ese momento confirmé lo que había imaginado, está sonriendo — Suéltate un poco y abre bien los ojos, lo notarás — Él voltea a ver a Axel, quien nos observa atento — Ese chico es molesto.
— No tanto como tu.
— Eso no lo demostraste cuando me abrazaste ayer...
— ¿Podemos ya sentarnos? - Nos apues Caleb, quien me había olvidado estaba detrás de nosotros — Muchas miradas, quiero sentarme.
— Pelean como casados — Rueda los ojos Mía — Vamos, ya me duelen las rodillas.
Decidí guardar para mí la respuesta que tenía para el chico que tengo delante, solo por Mía y Caleb quienes merecen sentarse y no oírnos pelear, pero no sin antes mirar mal a Seth que me respondió con una angelical sonrisa la cual ya no me creo nada.
Aunque de todas maneras, me está ayudando, y lo del abrazo...
No sé que me ganó, me sentía vulnerable y él estaba dispuesto a defenderme, es como si estuviera lloviendo a cantaros y ves una cueva cerca, tú solo irías y te refugiarías en ella, o en mi caso, él.
No importa si hay una bestia dentro, solo te refugías en ella esperando recibir algo de calor.
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