Capítulo 10
Tres semanas después...
VIOLETA
Durante este tiempo he tratado de espiar a Caleb, Mía y Seth, tratando de ver si dejaban algún hilo suelto del cual podría guiarme para encontrar su telaraña de secretos y así ir deshilando uno por uno, todo metafóricamente hablando por supuesto pero en todos estos días no hemos podido encontrar absolutamente nada.
N A D A
Bueno, pensándolo bien, casi nada. Hace tres días han empezado a ir a la biblioteca bastante seguido, quizá sean amantes de la literatura pero lo dudo, algo sucede, y quizá no he descubierto nada sobre si guardan un secreto o no pero algo que si me he dado cuenta y es que son raros.
Más de lo que ya deducía.
Mía es tímida, eso ya lo sabíamos, pero varias veces la he visto teniendo comportamientos muuuy cercanos con chicos, por ejemplo, una vez la seguí hasta el campo de futbol y ahí la vi besándose hasta el alma con el capitán del equipo, apenas los vi salí corriendo buscando a Iria para decirle todo lo que sabía, desde entonces la hemos seguido fuera de la escuela y les aseguro que el capitán no es al único que ve.
Luego está Caleb, él no suele verte a los ojos, se ve paranoico sabe disimularlo bien, para darte cuenta de que algo le tiene en alerta debes quedarte viéndolo por varios minutos y eso mismo repetirlo durante unos días para que te des cuenta que de vez en cuando parece darle un vistazo a todo lo que le rodea, hasta el mínimo detalle, además parece siempre querer que todo esté ordenado, donde debe estar, tiene un estuche donde clasifica sus cosas por color y tamaño, guarda sus cosas en ese orden y mantiene todo a ese ritmo, alguien sumamente calculador.
Pero eso no es nada comparado a Seth, último pero no menos raro, más bien debería ser el número uno en nuestra lista. No hemos podido seguirlo fuera de la escuela, a veces cuando va a la biblioteca con sus hermanos se pierde entre la gente, dejando a sus dos hermanos dentro como si nunca hubiese estado ahí, y eso es raro ya que la única entrada y salida de ese lugar es, bueno, la puerta enorme de ingreso, pero varias veces lo hemos buscado entre los pasillos de ese enorme lugar pero nunca hemos dado con él, y eso no es lo único que ese chico fantasma hace, si lo observas bien suele cambiar algunas actitudes dependiendo de la persona que tenga enfrente, suena relativamente normal pero viniendo de él supongo que tiene algún objetivo.
Los tres son un mundo distinto, cada uno más raro que el anterior.
Pero como dije antes, es casi nada, actitudes que puede tener cualquier persona sin tener que guardar algo en especifico, aún así, mis nervios no se han calmado y la punzada sigue ahí, ahora que estoy en este plan con Iria no pienso dejarlo atrás..
Así descubra que estoy loca, me da igual, solo quiero saber.
— ¡Tierra a Violeta! — Lydia Chasquea sus dedos delante de mi, en realidad solo trato de no prestarle atención, últimamente anda muy quisquillosa — Vamos chica, deja de ignorarme, sabes que no me gusta.
— Créeme que sabemos de primera mano que no puedes dejar que nadie te ignore, siempre los reflectores deben ser para ti — Rueda los ojos Oliver, Lydia voltea a verlo con una mirada fulminante — No pretendas que te sobe la espalda, andas muy habladora últimamente.
Alguien iba a decírselo en cualquier momento...
— ¿Y eso qué quiere decir? — Responde con fastidio —
— Que deberías callarte _ Murmura enojado, harto más bien — Tú solo hablas del pacto que aún no han anunciado y sobre lo mal que le queda el uniforme a Mía, es lo único de lo que quieres hablar, entiende de una vez que el uniforme no es para vernos bien y ni tu con tu pelo rojo y sonrisa perfecta puede hacer que se vea mejor, sigue siendo el mismo maldito uniforme.
Okey, eso ya fue demasiado.
Ella golpeo la mesa enojada, casi votando humo por su cabeza, creí que le gritaría pero solo se levantó y se fue de la sala haciendo que todas las miradas acaben en nosotros.
— Te pasaste Oliver... — Dije mirándolo, él rueda los ojos — Sabes que ella es sensible con el tema de su aspecto.
— Vi tiene razón — Me apoya Axel — Así no es como los amigos deben tratarse.
— Ya estaba cansado — Se defiende el rubio, que por cierto no parece estar arrepentido — No pretendan que no les molestaba también.
— A decir verdad, no sabía que hacer para que se calle — Suspira Iria — Es mejor ser sinceros, eso es lo que los amigos hacen además se le pasará, siempre es así.
Iria tiene razón, no es la primera vez que pasa algo así entre Oliver y Lydia, pero aún así no puedo acostumbrarme a ver esto, me gusta vernos unidos y felices pero claro eso es imposible cuando tienes en tu grupo a una chica arrogante y a un chico impaciente, la unión de ambos es un caos nuclear, es impresionante que aún se consideren amigos pero en fin, cosas de amigos, algo normal.
Horas después de clases, Iria y yo nos encontramos en el mismo sitio de siempre, enfrente de la casa de los nuevos hay una casa que está sin dueño, por ahora, ya que es una casa recién hecha para alguna pareja que pactará este año pero por mientras le estamos dando un mejor uso.
Esto es perfecto, es como si el universo estuviera colaborando con nosotras.
— Adivina que — Dice emocionada, sacando unos binoculares de su mochila — Son de papá pero se ha conseguido unos nuevos, así que, me los regaló a mi.
— Pero si vemos bien sin ellos, no los necesitamos.
— Nos mete más en el papel de cazavampiros — Sonríe ampliamente usándolos para ver la casa a través de la ventana la cual, por cierto, es polarizada lo que nos es de mucha ayuda. Gracias universo — Se ve mejor, no pienso discutirlo, se quedan.
Estos temas la vuelven muy entusiasta, eso es divertido, vuelve más ligero el ambiente.
— Como digas — Sonreí de lado — ¿Qué ves?.
— Están saliendo de su casa...
— ¡¿Qué?! — Dije sorprendida asomándome por la ventana y efectivamente, están saliendo — Pero si hemos llegado como una hora antes de su horario de siempre, ¿Por qué saldrían temprano hoy?.
— Tendremos que verlo.
Asentí decidida, apenas dieron la vuelta a la esquina ambas salimos prácticamente corriendo de la casa para seguirlos, ya una vez ahí tratábamos de mezclarnos con la gente que estaba por ahí, al ver el camino que han tomado me di cuenta que se dirigen al mismo sitio que ayer, la biblioteca, pero su repentino cambio de horario me mantiene confundida, cosa que espero cambie pronto.
Sería lindo tener más respuestas que preguntas.
Entramos fingiendo que hablamos entre nosotras unos minutos después que ellos, una vez ahí nos separamos para buscarlos en medio de los tantos pasillos que hay en este sitio, mientras buscaba la silueta de alguno de los tres hermanos vi como Seth miraba de un lado a otro como si vigilara que nadie lo siga mientras se adentraba a la sección de Terror, sin pensarlo, fui a ver que traía entre manos pero quedé como una tonta al ver que ya no estaba por ningún lado.
Como siempre, desapareció.
Que lastima, creí que por fin lo atraparía.
— ¿Me buscabas corderito?.
Oh no...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro