Capítulo 02
VIOLETA
Llegué casi a tiempo, justo el profesor estaba cerrando la puerta del aula pero lo detuve, le pedí perdón por mi tardanza y me dejó pasar solo por ser primer día de clases, gracias al cielo mis amigos me habían reservado un asiento a la mitad del salón.
No sé que haría sin mis mejores amigos son la razón por la cual no soy un fracaso total.
Sin embargo, apenas pude saludarlos ya que inmediatamente el profesor de botánica empezó a hablar.
— Buenos días alumnos, me da gusto ver que hay muchos con nosotros aún — Sonríe ampliamente, seguro creyendo que iba a dar el discurso del año — La vida en nuestros tiempos es primordial, nuestra supervivencia como especie es lo primario pero en mi clase vamos a estudiar algo más secundario pero no deja de ser importante para la supervivencia...
Su discurso se ve interrumpido por el sonido de la puerta, ligeramente fastidiado va a abrir pero al momento de toparse con esa voz que todos conocemos perfectamente su incomodidad del profesor se borra totalmente de su rostro y es remplazado por una sonrisa inmensa, no escuchamos bien la conversación que tuvo con el director pero después de asentir levemente el profesor vuelve a su sitio pero sin cerrar la puerta.
¿Y ahora que querrán anunciar?
— Bueno alumnos, tenemos una muy linda sorpresa — Automáticamente todos volteamos a verlo con atención — Hoy se unirán a su salón estos nuevos estudiantes y quiero que los traten de la mejor manera — Mira de nuevo la entrada al salón, hace una señal con la cabeza para que entren pero nada sucede — Vamos, no sean tímidos.
El primero en ingresar fue un chico de cabello castaño, su caminata era decidida y firme, pero al llegar al lado del profesor a todo el salón nos dedicó una hermosa sonrisa tierna, como un niño bueno que nunca haría nada en su vida, inmediatamente capturó la atención de toda el aula y no era para menos ya que su atractivo era lo que más destacaba de él, no me sorprendería verlo sacar sus alas o tocar su arpa porque parece un ángel que ha venido a orientarnos.
Detrás de él vino otro chico de cabello castaño, parecía ser más introvertido que él primer chico que entró, sus pasos eran más torpes pero nadie se rió de él ya que las chicas más bien se quedaron babeando por su apariencia, los ojos verde claro a todas nos llamaba la atención, mientras que los hombres estaban entretenidos viendo a la chica que de escondía detrás de la figura de ese tímido muchacho, ella era igual o más de cohíbida, pero no pasa desapercibida, su figura era fina y bien detallada, cara fina y tés blanca, su pelo era ondulado y castaño además parecía tener algunas pecas alrededor de todo su rostro.
Los tres debieron ser traído de alguna fábrica de modelos porque son bastante hermosos, eso nadie lo puede negar.
La genética sin duda tiene sus favoritos.
— Vamos chicos, presentese al resto de la clase.
Él primer chico que entró, no dudó en dar la iniciativa, parece tener mas seguridad que los demás.
— Buenos días a todos — Hasta su voz cautiva, ¿De dónde han salido? — mi nombre es Seth y ellos son mis hermanos Caleb y Mía — Los señala pero estos solo se limitan a saludar rápidamente con su mano — Ambos son algo tímidos por lo que yo mismo los presentaré, por mi parte no hay nada interesante, en cambio mi hermano Caleb es muy bueno para los números mientras que Mía es más creativa, ella es muy buena cuando se trata de artes. Los tres tenemos 18 y esperamos poder complementarnos con el resto.
Todas las chicas soltaron un suspiro al mismo tiempo, estoy segura que esto será motivo de charla para el almuerzo, sin embargo a pesar de que son hermosos físicamente la pregunta que más me impacta es la de...
¡¿De donde carajos salieron?!
— Una gran presentación Seth, es un gusto tenerlos aquí, porfavor tomen asiento al final de la salón.
Esos asientos por años han estado vacíos, no somos muchos y todos los años llenábamos el mismo número de sillas mientras que las que estaban en la última fila quedaban vacías, sin embargo ahora unos chicos vienen de la nada y se unen a nosotros como si todo fuese normal, claro, ni que estuviéramos en un tipo de plan supervivencia.
Es sarcasmo por cierto.
Caleb y Mía avanzaron casi sin mirar a su alrededor, lo hacían rápido mientras que Seth iba a su tiempo, analizando el rostro de cada persona que tenía enfrente conforme avanzaba pero dedicándoles una hermosa e inocente sonrisa la cual cautivaba a todos, pero cuando me miró a mi se quedó un momento estático, su sonrisa se transformó en una expresión de asombro la cual borró en poco tiempo para quitar de golpe su vista de la mía y seguir con lo que estaba haciendo.
— Lo dejaste babeando — Dice Alex en susurro, yo le tiré un codazo para que se calle — Auch, agresiva.
— Si no quieres un golpe entonces no digas tonterías.
Por respuesta él me sacó la lengua, demostrando lo muy maduro que es, bueno quizá si me pasé un poco con él pero no del todo, esa mirada no fue precisamente porque le pareciera atractiva, transmitió algo más, quizá era la curiosidad por mi color peculiar de ojos pero no me convence por completo.
O quizá es por lo horrible que me queda el uniforme.
Pero de lo que si estoy segura es que no es algo bueno y con solo pensarlo me dio escalofríos, la sensación de verlo a los ojos fue más fuerte de lo que creí.
Conforme la clase avanzaba, sentía algunas miradas detrás de mi, no necesito ser una detective para averiguar de quienes son, ignorarlos era la mejor opción que tenía y eso fue lo que hice, son unos raros que seguro les doy curiosidad o al menos eso quiero meterme en la cabeza, antes que mi mente imperativa empiece a pensar de más en esto, estoy segura que los gobernadores aclararán todo esto pronto, ellos solo están viéndome porque quieren hacer amigos y le llama la atención mi peculiaridad.
Si, solo eso.
Y de repente sentí esa punzada, de nuevo, después de tanto tiempo.
Solía tenerla seguido cuando era niña y miraba el muro.
Quería saber que había detrás.
Como sería mi vida afuera.
¿Estaría allá mi final feliz?.
¿Quizá libertad?.
No lo sabía, esa punzada paró en el momento que mis padres mataron esa ilusión, pero la siento haciéndome cosquillas, es por ellos sin duda.
¿Por qué? No lo sé.
¿Lo averiguaré? Eso tampoco lo sé.
No soy nadie especial aquí, dejando de lado el color purpura de mis ojos no tengo nada diferente a los demás, quizá solo soy una persona aburrida que busca un poco de peligro solo para olvidar por un momento su tan normal vida, pero estoy segura que solo son paranoias mías, es lo más probable, como lo del muro, algo vano...
Y espero pasajero.
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