Seokjin se paseaba entre los jardines, respirando el aire fresco y disfrutando del cálido día, sus manos estaban juntas por la espalda sosteniendo una revista roja, entre todos los jardines y flores había un kiosco en medio que daba una vista maravillosa, estaba Seokjin tan de buen humor que incluso silbaba una melodía sin reconocer; se sentó en medio del kiosco abrió la revista y comenzó a leer en voz alta.

—Im Hyun, a dejado de ser la princesa de Asia para convertirse en reina, aunque la corona aún no es oficial, y ella aún no desposa a nadie, el pueblo ya la aclama como reina, el título es merecido, y todos estamos de acuerdo con ello— paso la página— aún así esperamos con anhelo quien se llevará la mano de tan talentosa princesa.

Cierra la revista y mira al techo del kiosco.

—¿Qué opina del artículo su majestad?

Por el techo del kiosco se asoma la cabellera de Hyun, poco después se ve la cara de esta, que colgaba casi igual a un murciélago del techo.

—¿Cómo sabías que estaba aquí?

—Si baja se lo diré.

Hyun da un salto desde el techo, cayendo de forma artística, Seokjin da un leve aplauso, la reina se acomoda el vestido y se sienta en las piernas de Seokjin tomando la revista entre sus manos, la hojea entretenida.

—¿Ya me dirás?

Seokjin retira un mechón de cabello del la oreja de Hyun acercando los labios a su oído.

—Las flores me dijeron dónde estaba.

Hyun se gira y mira directo a los ojos al joven.

—¿Cómo es eso?

—Simple, solo les pregunté si te habían visto—la princesa ladeó la cabeza  —mi abuela era una ninfa del bosque.

—¿En verdad?, Ahora entiendo porque es tan hermoso.

Seokjin solo sonrió, tomando el rostro de la princesa de manera delicada.

—¿Puedo?— junto sus labios con los de la princesa.

El beso fue corto pero no por ello dejo de ser interesante, Hyun no dejó de pasar la oportunidad de sentarse en las piernas del joven Seokjin de una manera mas atrevida, colocó su vestido de tal manera que cubría las piernas del joven Seokjin junto con las de ella no se notaba que estaba frotándose contra él.

—¿No tiene miedo que nos descubran?

—¿Descubrir que? si sólo estamos conversando.

El joven mordió la barbilla de la princesa mientras acariciaba el muslo por debajo del vestido.

—Entonces conversemos.

En una manera hábil, delizo la ropa interior de la princesa hacia un lado, y el de manera apresurada bajo su pantalón y boxer, entrando de manera lenta en la princesa, acomodando de nuevo el vestido como si nada pasara por debajo.

—Entonces ¿dígame qué piensa del artículo de la revista?— mueve la cadera empujando contra Hyun, está emite un pequeño gemido.

—Sensa…—jadea— sensacionalismo nada mas.

Se abraza de Seokjin, acariciando su nuca, se sujeta de firme para tomar  más impulso de los embistes, al poco tiempo se les había olvidado que estaban en el jardín del palacio, Hyun estaba demasiado concentrada en lo que ocurría entre sus piernas como para mirar a su alrededor, no se había dado cuenta que estaban por llegar hacia ellos, mientras la princesa seguía sumergida en el placer, Amelia aparece con Kaid, que se da media vuelta en cuanto nota el rubor de la princesa.

—Prince…— Hyun detiene el movimiento de su cadera y trata de controlar su respiración— la, la, la espero en el palacio.

Kaid sólo suelta una risa Amelia lo tomó por el brazo y se lo lleva directo al palacio dejando la princesa con su faena interminable con el joven Seokjin.

—No se, pero el que tu ayudante nos hubiera visto me ha causado todavía más emoción.

Toma Hyun por las caderas y la recuesta en el kiosco subiéndose encima de ella sin siquiera aplastarla pero continuando con las embestidas fuertes aún los dos con la ropa puesta, Hyun se aferra de los hombros de Seokjin para continuar mientras muerde su cuello una y otra vez dejando pequeñas marcas de posesión en el joven. En este  punto en realidad no les importaba nada, los jadeos y gemidos escuchaban por todo el jardín alertando un poco a los guardias; pero Amelia paso a un lado de ellos diciéndoles que es mejor que no interrumpieran  a la princesa en lo que está terminaba sus asuntos.

Solo unos minutos más bastaron para que la pareja terminará en el éxtasis total, Seokjin como todo un caballero retiro un par de mechones de la frente de Hyun después acarició un poco sus mejillas, plantó dos  tiernos besos en cada una.

—Creo que ya te escapaste suficiente de tus deberes deberías de ayudar un poco a Amelia con todos los preparativos sé que no es lo tuyo pero ella en verdad se está esforzando.

—Lo se, además creo que ya me siento muchísimo más relajada.

Todo lo que resto de la tarde Amelia no pudo mirar a los ojos a la princesa no después de haber visto tal escena pero aún así terminaron con los preparativos para la visita del emperador de Asia todos estaban de acuerdo en que todo tenía que salir perfecto para poder arreglar el infortunio que había ocasionado la visita del embajador.

—Su majestad, ¿Me mandó llamar?— Namjoon llegó al lado de Hyun.

—Deja de llamarme  su majestad, ni siquiera me han Coronado todavía, lo mismo le dije Seokjin pero parece que mis candidatos no lo entienden.

—El pueblo ya la llama reina, usted siempre ha dicho que debemos de complacer al pueblo.

—No uses mis argumentos contra mí, en fin para lo que te llame es otro asunto muy diferente todo esto, creo que sé quién nos va a poder ayudar a hacer el cambio de hábitat de lo que vimos hace poco.

—¿Acaso consiguió un hechicero de su confianza?

—Mejor aún es un hechicero descendiente de una.

Al contarle quién era la persona elegida Namjoon se sintió un poco triste ya que creía que el asunto con las ninfas era algo especial entre los dos, pero ahora que se había metido otro candidato se había borrado un poco de eso.

—Entonces tendré todo listo para mañana.

Namjoon se retira con una pequeña reverencia, Hyun se va a su cuarto sin más pendientes por el día, al entrar ve la espalda desnuda del vampiro, reposando en su cama, se sube a esta acostándose a su lado.

—Yoonie.

Yoongi abre los ojos, le sonríe a la princesa antes de abrazarla.

—¿Día largó?

—Mucho, ¿dormiste todo el día?

—Si— da un pequeño bostezo —descanse como nunca.

—No sueles dormir tanto, a menos que no te estés alimentando, se que eres perezoso, pero cuando llegas a este nivel, es debilidad no pereza.

—Estoy bien.

Hyun, acaricia el cabello blanco de su amigo, une su frente con la de el.

—Te cortaré las bolas por mentiroso— Hyun rasga un poco su cuello — estás muy consentido.

Los ojos del vampiro se agrandan y toman un color negro, acerca los labios a las gotas de sangre lamiendolas de manera lenta, sus colmillos relucen con la luz del cuarto, los inserta en la piel de la princesa bebiendo de ella, se separa de ella en un jadeo, lamiendose los labios.

—Me tienes muy mal acostumbrado eso es verdad, tu sangre es la única que me apetece y no se porque.

—Debes comer, eres mi control, si llegas a sufrir un colapso y atacas a alguien, no me lo perdonaré, Yoongi— le besa los labios — prométeme que no volverás a dejar tanto tiempo sin alimentarte, si necesitas hacerlo de mi solo tienes que pedirlo jamás me negare lo sabes.

—Lo prometo, lo haré por ti, no hay nada que no haría por ti.

—Perfecto, entonces es hora de dormir conmigo.

—Pues ahora tengo mucha energía.

—Tambien puedes gastarlas conmigo.

—¿Qué dirán los candidatos?

—Ahora tienes moral.

—Ellos lo entenderán.

Se lanza sobre Hyun cubriéndola de besos tiernos por todo el rostro.