Nebraska estaba en el estudio delante de los registros de la manada verificando que las condiciones de vida estuvieran en su mejor estado. Esa parte la había asumido para aligerar la tarea de Hades como alfa y se le daba bien. Después de todo ella había asumido todas esas tareas cuando era reina de su antigua manada.

Había sido joven al asumir el cargo por lo que no confiaba en muchos como para darle tanta responsabilidad. Y había estado en lo correcto. Al único lobo al que le había entregada su confianza había sido Liam y mira como había terminado. Ahora era mucho más precavida. Ya no era una simple cachorra. Al menos ahora tenía a su esposo, hijos, cuñado, al beta con su esposa y sabía que con ellos no había problemas. Aun así no bajaba la guardia.

Sintió la puerta abrirse de golpe y vio como dos de sus hijos entraban. Sus rostros estaban tensos y ella dejó los papeles sobre la mesa olvidándose de ellos, sus hijos estaban por encima de todo.

-¿Qué ocurre?- preguntó exaltada.

-Ma, tienes que hacer algo- Noa se recostó en la mesa.

-Si ma, es urgente- Alan lo copió.

Ella pestañeó.

-¿Pero qué ocurre?-

Los dos lobos se miraron.

-Por favor, hazte cargo de padre-

Nebraska pareció confundida al inicio.

-¿Disculpa?-

-Ma, no sé, enciérrate con él en el cuarto pero no podemos aguantarlo más. Haz tu magia- Alan insistió con fuerza.

Nebraska supo que se había quedado sin palabras ante la petición de sus hijos. Y antes de que pudiera pensar en algo la puerta volvió a abrirse y Leoxi caminó hacia ella con Rodrigo a su lado.

-Reina, es necesario que haga algo de suma importancia-

Ella alzó una ceja.

-No me digas- su voz salió seria- Acaso algo relacionado con mi esposo-

-Entonces no necesita detalles- Leoxi le sonrió levemente.

-Ma, estás molesta con el alfa, pero por favor necesitamos tu ayuda- Rodrigo nunca le pedía nada así que ella se conmovió y soltó un gran suspiro. Se recostó en su silla y se revolvió el cabello.

-No estoy molesta con él como ustedes piensan, pero lo malcrío mucho- los cuatro presentes delante de ella apretaron los labios sabiendo que era cierto, Hades era muy demandante con ella y la omega, al igual que a ellos solía intentar cumplirle la mayoría de sus pedidos, por muy creativos que fueran- No me miren así, si piensan que es por el incidente de Priscila y que no me haya dicho nada de que ella se iba con Layan ya me lo imaginaba. Mi hija despertó antes de tiempo, Layan estaba aquí. Soy omega no idiota-

Y era verdad lo que decía. Estaba más indignada con el hecho de que su esposo le hubiera dicho hormonal cuando era él el que perdía el control por las noches y se ponía realmente hormonal como él decía.

-¿Entonces no estás molesta con el alfa por ocultarte lo de Priscila?- Rodrigo pareció sorprendido aunque en su rostro no mostró mucha expresión. Nebraska negó

-Entonces ma ¿vas a hacer algo?- los ojos de Noa estaban suplicantes, otra vez.

-Solo por hoy- Alan lo siguió.

-Realmente mi hermano está imposible- Leoxi apoyó.

-Es necesario- Rodrigo concluyó.

Nebraska se levantó tranquilamente de su asiento y rodeó la mesa.

-Solo por hoy, pero no pienses que seré tan condescendiente. Lo había castigado. Ahora como quedaré- se paró frente a ellos con los brazos cruzados.

-Vamos ma- Alan la abrazó por la cintura- Si se nota que te gusta cuando el alfa se pone melosos- le dio un beso cariñoso en la mejilla

-Y de paso se arrastra a tus pies- Leoxi se burló- Nunca pensé ver a mi hermano así- no pudo cubrir su gran sonrisa, si su gemelo lo oyera de seguro sería regañado.

Nebraska dejó caer sus hombros rindiéndose. Si sus hijos los pedían no era como si pudiera hacer mucho para negarse.

-Está bien- dejó salir todo el aire de sus pulmones- Pero será la primera y última vez- los miró seria y pasó por sus lados antes de salir por la puerta.

Los cuatro se acercaron y miraron curiosos por unos sobre otros esperando a que ella estuviera a una buena distancia.

-¿Crees que haya funcionado- Alan preguntó en voz baja, solo por si acaso.

-Sino funciona al menos nuestra parte está hecha- Leoxi le revolvió el cabello- Tú padre me prometió unas merecidas vacaciones si lográbamos convencerla.

-Y a nosotros estar sin entrenamiento- Noa habló por él y Alan.

-A mi poder leer los libros de su estudio- dijo Rodrigo con tranquilidad.

-Eso me lo hubieras pedido a mí- Leoxi la palmeó la espalda- Se lo hubiera robado y ni cuenta se daría.

-No le haría eso al alfa- Rodrigo pareció un poco nervioso con eso.

-Hermano mayor es más recto que nosotros- Alan se burló- Te falta maldad, hermano-

Por suerte su relación había avanzado poco a poco, lento pero constante y ya al menos los rencores del pasado infundados a partir de otras personas se estaban olvidando.

Nebraska se detuvo delante del estudio de su esposo y tocó antes de abrir. Dentro estaba Hades detrás de su escritorio, mientras Siran y Nico discutían algún tema con él. Ella se acercó y le tomó la mano a Hades y lo jaló de la silla.

-¿Nebraska?- pestañeó Hades.

-Acaso quieres seguir castigado-

Él pareció confundido al principio pero fue rápido para captar la idea mientras su esposa lo arrastraba hacia la puerta. Una enorme sonrisa cruzó sus labios y sus ojos brillaban.

-Los veo luego- se despidió de los otros dos lobos antes de desparecer.

-¿Castigo?- Siran era el confundido esta vez.

-Ma, tenía a dieta a pa- Nicolás comenzó a recoger el reguero de papeles de encima de la mesa.

-¿Dieta de la que me imagino?-

-Le dijo hormonal y malgeniosa a ma-

Siran frunció el ceño.

-Él realmente quería morir ese día ¿verdad?-

-Layan estaba aquí- Nicolás alzó los hombros mientras Siran asentía.

-Ya entiendo- resopló.

Hades recorría los pasillos con una enorme sonrisa en su rostro mientras su mano seguía siendo jalada por su pareja. Al pasar por delante del estudio de Nebraska notó las cabezas de sus cuatro cómplices y les levantó el pulgar victorioso.

Su plan había funcionado aun cuando había tenido que negociar con ellos por su ayuda. Pero había valido la pena. Solo esperaba que Nebraska no se enterara de nada, porque el castigo no sería tan ligero como el último que acababa de ser removido.

-Ahora que lo veo de otra perspectiva- Alan se recostó en el marco de la puerta con una mueca- Me siento un pervertido ayudando a pa a que tenga sexo con ma. Que asco-

-Al menos no lo tendremos más tiempo de mal humor y protestando por todo- Leoxi asintió- Puede ser realmente molesto. Pero tu madre sabrá que hacer. Sabe domarlo mejor que nadie-

Sonrió abiertamente complacido por sus vacaciones venideras bien ganadas y le pasó un brazo por encima a Rodrigo envolviendo su cuello y atrayéndolo hacia él.

-Y nosotros volvemos a lo nuestro- y se lo llevó sin que Rodrigo rechistara.

-Tío Leoxi ha hecho buena química con el hermano mayor- Noa se enganchó del brazo de su otro hermano.

-Tío Leoxi al parecer sabe cómo lidiar con él, algo así como ma con pa, pero invertido-

-Alan- Noa alzó una ceja- Eso se escuchó realmente raro-

-Si sabes como soy para que me provocas- se burló Alan sacudiéndole el cabello con fuera despeinándolo.

Noa apretó los labios.

-Sí, tienes razón- sacó algo de su bolsillo y lo pegó en la camisa del lobo mayor.

Este bajó la cabeza hacia la zona manchada ahora y algo viscoso y verde para después hacerlo hacia su hermano. Su sien palpitó.

-Esta camisa es nuevaaaaaa- gritó- Ya no eres un maldito cachorrito lindo, deja que te coja- y comenzó a correr detrás de Noa que ya se había adelantado.

-Nunca- se burló y se alejó aún más.

Siguieron corriendo ambos pasando por al lado de su hermano que fue corrido hacia un lado por Leoxi para que no chocaran con él y lo derribaran. Ya era sabido que era algo normal cuando comenzaban a perseguirse y varios lobos terminaban siempre en el suelo.

-Cachorros- se rio Leoxi y Rodrigo lo hizo también con una leve sonrisa.

Priscila cerró la puerta de su habitación. Al parecer su familia la estaba pasando bien. Las voces en su cabeza, muy lejanas, prácticamente audibles y reconocibles, pero si enérgicas se escuchaban alegres. Debían estar haciendo algo divertido aunque ella no entendiera en ese momento que era sentirse feliz por algo emocionante. Para ella eso era trivial.

Se quitó el ropón de dormir dejándolo en el suelo hecho un desastre total y entró a la ducha del baño adyacente a la habitación. Como el resto del castillo era una habitación grande de piedras color arena oscura pero de alguna forma agradable. Había una inmensa tina donde podrían caber dos lobos sin problemas. Quizás podría convencer a Layan a que la estrenara con ella y si se negaba, lo sometería hasta que accediera. Esa parecía una buena idea. O como plan C, estaría entrar en la de él, de seguro era más grande y acogedora.

Por el momento solo tomaría una ducha caliente al lado y saldría a comenzar su búsqueda. La abrió y dejó que el agua caliente corriera por su cuerpo. Estaba excelsa de sensaciones emocionales, pero dolor, calor, frío, incluso placer, sensaciones que se derivaban del tacto parecían más desarrolladas de lo normal.

Con razón Layan había podido llevarla aquel punto aquella noche. Se pasó las manos, acariciándose sus brazos. La textura de sus dedos aún estaba impresa sobre su piel de forma deliciosa. Cerró sus ojos un momento y se dejó consumir en el recuerdo, después de todo había conocido una interesante faceta del lobo que podría usar en su beneficio.

Actualización doble por haber llegado a los 5k de seguidores en mi cuenta. Y ocurrirá lo mismo con todas las historias, que serán actualizadas paulatinamente en lo que queda de semana. Muchas graciasssssss