Capitulo 62: El Tesoro de los Hermanos Darling
<<<Wendy>>>
Finales de agosto, Londres 1911, casa de Millicent Darling 1:00 am
¡Esto no puede seguir así! ¡Me largo de esta casa de locos! Los últimos días desde que regresamos de la modista he estado planeado la forma de escapar de aquí. Estaba dispuesta a casarme con alguien a quien no amó y que además tiene severos problemas con el juego. Pero no estoy dispuesta a compartir mi vida con un: celoso, obsesivo, mentiroso, manipulador, energúmeno y violento. Ahora sé que si me quedo y me caso con Willian mi vida será un infierno, además de que no creo que sea muy larga. De solo imaginarme ser la madre de sus hijos ¡prefiero morir!...
Mis hermanos tienen casi ocho meses que se mudaron a New York con un primo de mi madre para ayudarle en su negocio aduanal. Así que aunque ellos quisiera recibirme con los brazos abiertos me resulta imposible ir tan lejos. Primero poder pagar por un viaje tan caro y segundo poder avisarles con suficiente tiempo de mi llegada ya que la carta y yo llegaríamos casi al mismo tiempo. Además ese tío no me quiere allá con ellos, cuando mandó a llamar a mis hermanos lo hizo porque necesitaba manos y ojos de confianza y aseguró que una mujer no le serviría para nada, que era mejor que me quedara en Inglaterra y buscara un marido ya que yo la tenía más fácil según él.
Mi única opción es ir con Sara y Edmond, mis amigos de la adolescencia, ellos viven mucho más cerca, en Edimburgo, ese es un viaje mucho más corto y accesible económicamente. Además podía enviarles un telegrama explicando muy brevemente que iré “a visitarlos”. ¡No les voy a decir que estoy huyendo de casa! los conozco bien, sé que se preocuparían muchísimo y que harían un gran alboroto con esto. Seguramente le contarían a mis hermanos, además Sara y Edmon son capaces de venir a golpear a William o algo peor si se enteran de lo que ha pasado. ¡No, no, debo ser discreta y sobre todo rápida!
El principal problema es conseguir efectivo para poder costear el viaje. Por eso estoy aquí a la 1 de la madrugada cavando con una pala en el jardín trasero de la casa de mi tía; para recuperar el tesoro de los hermanos Darling. Cuando recién llegamos a vivir a esta casa mis hermanos y yo, los pequeños lujos como los dulces, las galletas y las jaleas a los que estábamos tan acostumbrados eran escasos. Nuestra tía Millicent fue una mujer muy rica hace años, pero una serie de malas inversiones la arrastró a la pobreza casi total. Lo único de lo que en verdad es dueña es de su casa y una pequeña finca a la afueras de la ciudad que apenas da suficiente para comer y para aparentar seguir siendo de la alta sociedad aunque todo el mundo sabé que eso es una mentira.
Al paso del tiempo, la situación económica estaba tan mal que cosas como la harina y el café desaparecieron casi por completo de la cocina. John quien era el más visionario y previsor de los 3, decidió que enterramos en el jardín nuestra muy escasa herencia rescatada de los escombros del incendio antes de que la tía Millicen la usará para otra cosa.
Usamos una valija y la cubrimos muy bien con telas y periódicos viejos para tratar de evitar la humedad y la tierra. En ella había un frasco con monedas, algunos instrumentos antiguos de navegación de nuestro abuelo, joyas de mi madre, un reloj de plata y los gemelos de oro de mi padre, además de algunos libros, juguetes y fotografías familiares que nos recordaban tiempos mejores. Después de un rato cavando en el jardín y con toda la dificultad del mundo por fin pude desenterrar el valioso tesoro de los Darling.
—¡Uf! ¿Cómo rábanos pudimos enterrarlo tan profundo si solo eramos 3 niños? —me pregunté a mi misma cuando la pala por fin dio con el famoso cofre/valija del tesoro.
Lo sacudí con mucho cuidado y ayudándome de una vela que tenía guardado para emergencias abrir nuestro cofre del tesoro. Para mi gran sorpresa todo seguía aquí y estaba casi intacto, sucio y lodoso pero en general todo está en muy buen estado. Un último esfuerzo para llevarlo al cobertizo y poder revisarlo mejor. No podía subirlo a mi habitación pues haría mucho ruido y despertaria a todos en la casa además de que dejaría un rastro de lodo por el piso que sería casi imposible de limpiar con esta oscuridad.
A pesar de ser un verano, la madrugada era muy fresca y prometía que el invierno venidero sería particularmente uno muy frío.
—¡Como que me gustaría una buena taza de té y tal vez una manta para cubrirme! —suspiraba mientras encendía una lámpara de aceite que había en el lugar y trataba inútilmente de calentar mis manos con su débil llama.
Ya con más luz y con menos frío comencé a sacar uno a uno los tesoros que podía vender o empeñar para así costear mi pasaje y comida para el viaje. Mi corazón se encogió al ver todos los recuerdo de mis días felices reducidos a tan poco como una simple y vieja valija de no más de 6 kilos. ¡Pero no es momento de ponerse sentimentales! ¡Tengo que darme prisa! solo debo tomar todas las cosas de valor monetario y dejar las otras para siempre…
En un viejo saco de lona que usaban los antiguos empleados de la casa para guardar algunas herramientas metí todo lo de valor: las monedas, los instrumentos, las joyas y el reloj.
—Lo primero que usaré son las monedas, así liberare peso y por todo lo demás cálculo que obtendré fácilmente unas 20 libras. Si tuviera más tiempo para venderlas y regatear tal vez podría sacar hasta 50 libras, pero el tiempo apremia y no puedo permanecer en la ciudad mucho tiempo antes de que empiecen a buscarme. —
De reojo vi una fotografía donde estábamos reunidos los 5, la recordaba perfectamente, esa foto fue tomada 3 meses antes del incendio en una tarde de domingo, era el regalo de cumpleaños para mi madre. Aún estaba bellamente protegida en su marco de madera tallada con ángeles y flores y cubierta por un grueso cristal. Aunque sabía que era una tontería, sentí que no podía dejar esa bella foto de mi familia, no se cuando vuelva a ver a mis hermanos pero estoy segura de que cuando eso pase, ellos querrán conservar esa la fotografía tanto como yo. Envolví la foto con todo y marco en un trozo de tela mugrosa pero mullida y también la meti al saco.
Todo lo demás se iba a regresar al jardín para ser enterrado otra vez y nunca jamas seria abierto de nuevo, ese triste pensamiento hizo que quisiera darle una ojeada rápida a todo lo que habíamos guardado en ella, ya que si habíamos decidido conservarlo era porque hace 3 años eran importante para notrosos.
La mayoría eran juguetes viejos y rotos, el que más resaltaba era el viejo osito de felpa color caoba de Michael, desde que él nació ese oso estuvo en su cuna y fue su mejor amigo hasta que cumplió 8 años. También estaba un sombrero de copa viejo que John usaba para disfrazarse. Él se lo ponía para jugar a que era un rico banquero y con trozos de papel jugaba a que nos compraba suntuosos regalos para toda la familia. Esa es una de las ventajas de ser la hermana mayor, el poder recordar vívidamente la infancia de mis pequeño hermanos y participar en ellas.
Lágrimas de melancolía comenzaron a salir sin control cuando debajo de todo eso encontré nuestro libro favorito “La isla del tesoro” el recuerdo de las tardes de navidad cuando nuestro abuelo nos visitaba y todos juntos en familia disfrutamos de la lectura de ese libro lleno de aventuras mientras comíamos algunas galletas y leche tibia —¡Deja de llorar de una vez Wendy! —me reprochaba a mi misma mientras intentaba guardar la compostura sin mucho éxito —¡Ya no eres una niña! y por mucho que todo esto te duela, debes dejarlo para siempre y continuar con tu vida.
Lo último que revisé con la intención de guardarlo tanto en el jardín como en el olvido, todo fue un cuaderno empastado en color rojo brillante.
—¡Qué extraño no recuerdo este cuaderno! —me dije mientras lo revisaba descuidadamente.
Justo al abrir el cuaderno cayeron al suelo varias hojas sueltas llenas de dibujos. Levante una de esas hojas y la mire con detenimiento. En ella se veía el dibujo de un chico rubio vestido con hojas verdes y una gran sonrisa. Me parecía conocido pero no recordaba de dónde exactamente. Mire la parte de abajo decía “Peewter Pam”
—¡Vaya que fea caligrafía! sin duda es un dibujo de Michael, su caligrafía horrible y temblorosa es inconfundible. ¿Pero quien rayos es Peewter pam?
Levante y revise varios otros dibujos, en ellos había dibujos de hadas, sirenas y de unos extraños chiquillos reunidos junto a una fogata mientras el chico rubio de traje de hojas parecía contarles historias. Segui mirando los dibujos por un rato, algunos de ellos eran eran realmente buenos, sobre todo los retratos, parece ser que Michael tiene dotes artísticas después de todo.
De pronto vi el retrato de una bella joven de piel roja con largas trenzas y adornos de plumas en el cabello, abajo de este decía “Princesa T.”. Reconocí la letra de John en este último dibujo, era inconfundible, siempre tan pulcra y bien cuidada, pero esta estaba adornada con algunas flores y corazones. Tal parece que esta chica era de especial interés para mi hermano Jonh.
Abrí el libro para ver qué contenía y porque estos dibujos estaban guardados ahí. Lo que vi me sorprendió enormemente ya que de mi puño y letra estaba escrito “Mis viajes a Nunca Jamás”
—Nunca Jamás…¡Oh cielos no puede ser!— Ahora recordaba ese maldito libro, lo comencé a escribir cuando tenía 10 años, justo cuando comencé a ir y venir Nunca Jamás entonces el chico rubio del primer dibujo es…—¡Peter pan!
Una mezcla de alegría y tristeza hizo que revisara emocionada algunas de mis anotaciones. Ahora lo recordaba todo perfectamente: la princesa Tigrilla y su tribu, los niños perdidos, las hadas, las sirenas, la cascada, la bahía ¡todo!... La mayoría de esas notas eran muy descuidadas y con faltas de ortografía, casi todas se limitaba a ser un tipo de bitácora simulado un diario de explorador como el de los viajes de Humbold a las américas o los viajes de Darwing a las galápagos.
Había dejado de pensar en el país Nunca Jamás y en los niños perdidos desde hace 7 años justo después de nuestra lucha con el capitán Garfio que casi les cuesta la vida a mi hermanos. Después de eso mi madre me prohibió volver a hablar de esas fantasías y también se los prohibió a mis hermanos pues decía que todo esas historias no eran más que desvaríos infantiles. Mis hermanos y yo sabíamos que todo aquello era real porque lo habíamos vivido, pero ¿cómo le haces entender a los adultos que más allá de las estrellas hay un mundo mágico tan real como este?.
Yo había dejado en el olvido este libro, pero supongo que mi hermanos pensaron que unas aventuras así, no debían ser olvidada tan fácilmente y por eso decidieron conservarlo contra la voluntad de mis padres e incluso la mía, (creo que hubiera preferido que se consumiera en la llamas del incendio y del olvido).
Revise la última anotación del libro.
“Se acabó. No regresaremos a Nunca Jamás, mi corazón se parte de la pena pues voy a extrañar mucho a los indios sobre todo a Tigrilla, a los niños perdidos a Peter y la hermosa sensación del poder volar entre las nubes y las estrellas. Nunca pensé que todo terminaría de forma tan trágica, pero es que ahora que lo he conocido no puedo volver a verle a los ojos. Él es un hombre malvado, pero yo lo amo y no puedo seguir estando en un mundo donde él y yo nunca podremos estar juntos. Tuve que elegir entre mi familia y las aventuras, pero Tigrilla tenía razón, mi lugar es casa con mis padres y mis hermanos. Con el tiempo que sé olvidaremos la magia y el recuerdo de las aventuras se esfuman como un sueño que apenas se recuerda cuando llega el amanecer, pero ¿y el amor? ¿también voy a olvidarlo?...Por mi bien, espero que así sea, no estoy hecha para vida pirata ni las aventuras, debo crecer y dejar mis sueños atrás para centrarme en vivir en el mundo real, mi mundo.”
Recuerdo que este último párrafo lo escribí llorando pues había renunciado a mi infancia y a mis más añorados recuerdos en un mundo de fantasía, pero había algo más importante y más doloroso a lo que también estaba renunciando esa noche; al amor…¡Tenía 13 años por dios! ¡Qué demonios sabía yo del amor!. Aun ahora no creo haberme enamorado realmente de alguien ¿O si?. Un extraño frío recorrió mis brazos y mi espalda, era como si alguien estuviera tratando de consolarme pues podía jurar que el tacto se sentía como un par de manos muy frías dándome abrazo cariñoso haciéndome sentir menos sola.
Un último dibujo estaba en la página siguiente. Era la silueta sombria de un hombre de cabello risado y muy alborotado, los rasgos de su cara no se distinguien bien pues el dibujo esta manchado con lodo y dañando por la humedad, pero claramente se pueden ver sus ojos de color azul penetrante que me recuerdan a la flores “no me olvides” y en donde debia estar su mano derecha estaba un brillante y afilado garfio plateado.
—¡Garfio! —mi corazón dio un vuelco al recordarlo tan vívidamente. Aun recuerdo cuando lo vi por primera vez bajo la luz de la luna en la cascada, cuando me raptó en su barco, sin embargo se comportó como todo un caballero y eso solo hizo que me enamorara más de él sin darme cuenta, me dio la mano, tomamos el té, charlamos y hasta cantó para mí en su clavecín (tocaba muy bien para solo tener una mano). Empecé a tararear la canción que invento para mi…
“...Oh jo, jo, jo, y con el tiempo en la mar de Nunca Jamas, Cara larga Gill, se volvió la más temible, valiente y rica chica pirata que hubo y que habrá…” (algo así era la canción).
—¡Calmate tonto corazón! —me dije en voz alta al tiempo que colocaba mis manos en el pecho —Él era un mentiroso y un tirano. Solo me usó para llegar a Peter Pan, jamás tuvo la intención de hacerme parte de su tripulación…¡Además era muy viejo para mi! …Era muy ingenuo pensar que se fijaría en una chiquilla que lo perseguía por toda la cubierta haciéndole preguntas tontas e infantiles… Todo lo que me dijo fue mentira y sin embargo yo…Aun suspiro por él con solo recordar sus ojos. ¡Si que soy estúpida!.
Lo único bueno que salió de esa decepción amorosa fue que gracias a esa breve incursión en la vida pirata, hizo que me interesará en las matemáticas y la navegación en general como hobby, por lo que decidí estudiar esos temas muy arduamente con la tonta esperanza de poder usarlo de nuevo algun dia. Mi abuelo me dijo una vez que era una lástima que no aceptaran mujeres en la marina porque definitivamente yo tenía mucho talento…
¡Ya basta de tonterías! no puedo seguir perdiendo el tiempo con hadas, sirenas y amores no correspondidos. Ahora debo escapar de aquí lo antes posible. Arroje todo a la valija, lo cerré para volver a llevarlo al jardín y enterrarlo nuevamente. Al terminar me asee lo mejor que pude y subí rápidamente a mi habitación para dormir unas cuantas horas.
El plan es simple y aun así es arriesgado. Mi tia saldrá mañana a revisar la finca, normalmente yo la acompaño, pero esta vez voy a fingir que estoy indispuesta y diré que prefiero quedarme en cama a descansar por un ligero resfriado. Así cuando ella y el cochero se vayan, será el momento para escapar de casa.
La mañana llegó y cuando mi tía fue a mi habitación para irnos, ya todo estaba listo para fingir el resfriado de forma por demás convincente. Mi actuación fue tan buena que nadie dudo que en verdad estaba enferma.
—Espero que para la tarde ya te sientas mejor cariño —respondió sin mucho interés mi tia mientras se ajustaba el sombrero frente al espejo —Traeré un poco de caléndula para que bebas un té por la noche y mejores. Recuerda querida que mañana por la tarde los Thompson darán una pequeña fiesta previa a la boda, así que más vale que te recuperes.
—¡Estoy consciente de ello tia! —Claro que estaba consciente de esa fiesta. Esa es justo la razón por la que la huida debía ser hoy, ya que de lo contrario sería imposible escapar despues —No se preocupe, estoy segura de que mañana estaré mucho mejor…
Mi tía y el cochero se marcharon, el ama de llaves salió también pues era su día libre. ¡Era hora!. Hace unos días me robé un vestido de una de las mucamas de la casa de los Thompson para poder salir disfrazada sin llamar la atención, pues una criada que va a la ciudad sola a hacer una diligencia no llama tanto la atención como una señorita que sale sola a la gran ciudad.
Me puse el vestido y los zapatos, lamentablemente estaba tan delgada que el vestido me quedaba bastante grande así que lo tuve que remendar rápidamente con aguja e hilo. Fui a la cocina para ver si había algo de comer pues no había comido nada desde la tarde, para mi desgracia no había nada, la alacena estaba completamente vacía...
—Bueno… ya compraré algo de comer en cuanto llegue a la ciudad. Ahora debo irme. —Eché el saco de lona al hombro y preparé un pequeño bolso de viaje, ajusté la pañoleta en el cabello y sin mirar atrás salí de la casa en la que había vivido los últimos 4 años y medio.
No todo había sido malo, lo admito, pero si hacía un balance de lo vivido en esta casa, sentía como si algo en mi interior se hubiera muerto y estuviera ya podrido desde hace tiempo. Justo como los cimientos de esta casa que por falta de mantenimiento amenazaba con caerse sobre nuestras cabezas.
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Bueno aquí empieza la gran huida de Wendy de la tiranía tanto de William como de su tía. ¿Que tan lejos llegará en su gran escape? lo averiguaremos en algunos capítulos posteriores.
También es lindo que pese al corazon roto (como ella misma lo menciona) no perdio la esperanza de poder navegar de nuevo algún dia y por eso decidio aprender ese tipo de conocimientos tan especializados .
Y si se preguntan si la sombra estuvo con ella todo ese tiempo. ¡¡¡Si!!! la sombra estuvo con ella los ultimos 7 años, ¿qué hizo todo este tiempo?..tambien lo averiguaran después.
Nos vemos la próxima semana
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