Capítulo 57: Un horrible vestido de novia y un horrible futuro.
Londres, agosto 1911. Tienda de sombreros y de alta costura Liancourt.
<<<Wendy>>>
Había pasado más de una semana desde la fiesta de cumpleaños de William y para mi fortuna desde aquel día no nos habíamos vuelto a ver. Al terminar su fiesta estaba tan borracho que se quedó dormido olvidándose por completo de que me había encerrado en el cuarto de huéspedes. Fue una mucama quien me descubrió de casualidad encerrada en aquella habitación cuando la fiesta ya había terminado hacía algunas horas.
La señora Thompson se disculpó y me envió a casa en su carruaje acompañada de su mayordomo para que le explicará a mi tía la situación. Mientras me alejaba de la mansión, sentía una inmensas ganas de bajarme del carruaje y echarme a correr sin rumbo fijo solo quería huir lo más lejos posible de William para siempre.
Hoy estábamos en la tienda de sombreros y de alta costura Liancourt: mi futura suegra en compañía de su ama de llaves y mi tía Millicent. ¡Fuimos a que rehiciera mi vestido de novia!. Después de lo ocurrido en su fiesta de cumpleaños, William había decidido que mi vestido anterior era indecente y escandaloso y exigía que mi nuevo vestido de novia fuera más formal, recatado y simple para las buenas costumbres. Mi vestido anterior era un vestido sencillo pero bonito con cuello cuadrado, encajes y varios listones, ahora este nuevo vestido parecía una funda de almohada en color grisáceo sin ningún tipo de adorno. ¡Era un vestido en verdad horrible!
—¡Estás mucho más delgada que la última vez que te tomé las medidas! —Comentó la modista quien estaba terminando algunos “ajustes” a ese horrible trozo de tela que sería mi vestido de novia.
—¡Deben ser los nervios! —exclamó mi tía fuerte y claro para que la modista no siguiera haciendo observaciones —Todas las novias se ponen muy nerviosas y ansiosas cuando falta tan poco para el día de la boda.
En los últimos días había bajado cerca de 5 kilos, no tenía hambre, casi no podía dormir y sentía una opresión en el pecho que a veces me impedía respirar. Había pasado de tenerle asco a William a tenerle terror.
—Wendy linda, lamento mucho tener que hacer cambios tan grandes tan cerca de la boda pero es que William insistió tanto con el asunto del vestido y el decoro general que no quería contrariarlo —La voz de mi futura suegra se oía débil y apagada me da la impresión de ella también le tiene miedo a William.
—No se preocupe Señora Thompson, agradezco que haya decidido acompañarnos esta vez. Además se que estos gastos deben ser un dolor de cabeza para usted también —le di una tímida sonrisa.
—Creo que no estaría por demás llevarla con algún boticario —intervino el ama de llaves —Su piel y cabello se ven cenizos, eso le da un aspecto enfermizo. Un buen ungüento de grasa de cabra y un tónico de hígado de bacalao es lo que ella necesita para recuperar la fuerza y la belleza.
Todas las mujeres hicieron un gesto afirmativo ante la sugerencia de ir a alguna botica al salir de aquí y antes de ir a comer.
Una de las empleadas le extendió un recibo de pago a la señora Thompson —Todo está listo Señora, el vestido será enviado a su casa en 20 días justo a tiempo para la boda.
Al escuchar eso me giré en redondo para confrontar a todas las mujeres ahí presentes ¿había escuchado bien? ¿En 20 días?
—Debe haber un error señorita, aun faltan casi 5 meses para mi boda —Explique lo más calmada que pude —Yo iniciaré la universidad en solo unas cuantas semanas. Al final de mi primer semestre se efectuará mi boda, ¡eso es lo que William me prometió!
La pobre empleada no sabía qué hacer o decirme. Mientras que las otras tres mujeres solo se veían entre sí moviendo nerviosamente los dedos.
—Wendy, querida…Lo que sucede es que William decidió que sería mejor que pospongas tu ingreso a la universidad hasta el próximo año…tal vez…—respondió la señora Thompson —El primer año de matrimonio suele ser difícil, ya sabes, mucho cambios y cosas nuevas, creemos que es importante que pases el mayor tiempo posible al lado de tu esposo para afianzar la relación ya que el noviazgo fue muy corto.
Sentí que todo mi mundo de ilusiones se me caía a pedazos mientras que una gran rabia contenida surgía violentamente como un volcán. ¡Me habían engañado! Wiliam jamás tuvo la intención de permitirme ir a la universidad. Fui una tonta en creerle a él, su madre y a mi tía. ¡Todos ellos no eran más que unos mentirosos!
—¡¿Y tampoco me iba a decir que mi boda se había adelantado 5 meses?! —Mi voz se elevó de golpe en un grito, pero ya no me importaba, estaba harta y enferma de esta gente.
—Por..por…por supuesto que te lo íbamos a decir Wendy, hoy de hecho después de comer, te íbamos a dar la buena noticia —respondió la señora Thompson con un ligero tartamudeo.
—¡¿Buena noticia?! ¿En verdad cree que para mí es una buena noticia?—me quite el horrible vestido y lo arroje al suelo totalmente iracunda, quedando vestida únicamente en camisón ante la mirada atónita de las empleadas y otras clientas que había en la tienda —¡Estoy cansada de que sean ustedes las que organicen mi vida!
—¡Wendy estás haciendo una escena! —me reprendió mi tía mientras azotaba su bastón fuertemente contra el suelo.
—¡No me importa si estoy haciendo una escena! ¡Esta es mi vida y tengo derecho a decidir qué hacer con ella sin que ustedes y William decidan por mi!
Mi tía me abofeteó realmente fuerte para ser una señora de más 75 años. Todos los presentes guardaron silencio y algunos curiosos se acercaron para ver qué ocurría.
—¡No tienes ningún derecho a levantarme la voz, niña malagradecida! —me amenazó con su bastón frente a mi nariz mientras me regañaba frente a todos —Te di cobijo, comida y educación a ti y tus hermanos cuando lo necesitaron, ¿Y así es como me lo agradeces? ¡poniéndome a mí y a tu suegra en total vergüenza!. Da gracias que tu futuro esposo no está presente para escucharte decir esas cosas o seguro rompía su compromiso contigo. Tu vas a hacer lo que nosotras te digamos porque sabemos lo que es mejor para ti ¿esta claro niña?
Voltee a ver a mi alrededor y vi cómo todo el mundo me miraba juzgandome, escuchaba cosas como: “Que mujer tan maleducada” “Que horrible seria tenerla de nuera” “Yo me moriria de verguenza si mi hija se comportara así” “Es una jovencita que solo quiere llamar la atencion” “Pobre del hombre que tenga que lidiar con esos cambios de humor” “Ya se le pasará. Todas se acostumbran tarde o temprano”
¿Con qué derecho me juzgaban estas mujeres extrañas? ¡ellas no me conocen, no saben nada de mí, ni lo que he sufrido! y sin embargo aquí están cuchicheando y comentando sobre mi vida. Era como si todo mundo estuviera en mi contra.
—¡Pídele perdón a la señora Thompson inmediatamente! —ordenó mi tía casi a gritos —¡Esta santa mujer va a ser tu suegra y la ofendes haciendo un berrinche solo por no ir a la universidad!.
Mire a los ojos a la señora Thompson quien estaba al borde las lágrimas. Ella de verdad había sido una mujer muy amable y buena conmigo, me había regalado mucha ropa y accesorios al ver mi precaria condición económica, además me hacía sentir querida y apreciada casi como una hija…Pero no era con ella con quien me iba a casar sino con su horrible hijo.
—¡Que le pidas perdón mocosa! —Mi tia me tomó del cabello y lo tironeó hacia abajo para obligarme a agachar la cabeza frente a la señora Thompson.
—¡No es necesario tanta rudeza Señora Millicent! —chillaron las otras dos mujeres al verme en ese estado de humillación.
—¡Perdón señora Thompson! —respondí con una voz fuerte y clara, aunque por dentro me carcomía las entrañas, la ira, la tristeza y la desesperación.
Mi tía al fin me soltó el cabello y pude alzar la cabeza nuevamente. La modista quien había visto toda la escena comenzó a llamarle la atención a todos sus empleados y poco a poco el ritmo normal de la tienda retomó su curso.
—¡Wendy, hija querida! —me abrazó la señora Thompson —Sé que no lo parece ahora pero a la larga verás que fue la mejor decisión. Es que en el siglo XX parece que todo va muy rápido, pero el lugar de una mujer está en su casa con sus hijos y su esposo, no allá afuera estudiando. A los hombres no les gustan las mujeres listas ¡ya deberías de saberlo!
—Bien dicho señora, ya es hora de que dejes esas tonterías. Entre más rápido aceptes tu lugar será más fácil para todos.—Concluyó la conversación mi tía.
—Pensarás muy diferente cuando seas madre —me susurró la ama de llaves mientras me ayudaba a vestime —Tu solo enfocate en quedar embarazada pronto y de preferencia que sea un varón, cuando eso pase tu vida será mucho más simple.
El resto de la tarde la pasé en total desconsuelo, mi vida estaba arruinada y sólo yo podía ponerle remedio. Tenía que escaparme de casa y de mi compromiso, si no lo hacía estaba condenada a una vida llena de angustia y miedo al lado de William.
Despacho de Garfio en el presente
—¡Darling, Darling! ¡Despierta Darling! —me llamaba Arriaga mientras me sacudía del hombro — ¿Estás bien Darling? No voy a poder terminar los cálculos sin tu ayuda.
Al recobrar el conocimiento miré a mi alrededor y recordé de golpe todo lo que había pasado esta mañana y sobre nuestros planes para reconquistar las tierras salvajes. ¿Que había sido todo eso? ¿Un recuerdo, un sueño o una pesadilla?.
Jackson, Smee y Spike se habían ido justo después de que James y Anelis se marcharan. Arriaga y yo estábamos con nuestros mapas y nuestros instrumentos calculando la distancia exacta en la que estaban los navíos de Mendoza y otros posibles competidores. Mientras Tigrilla estaba en el balcón con los ojos cerrados sentada frente a un cuenco con agua tratando de comunicarse con los espíritus y así poder enviar el mensaje a su tribu.
—Disculpeme señor Arriaga, estaba soñando despierta…o eso creo.
—Se que la emoción de su compromiso con el Capitán la debe tener en las nubes Daling, pero no olvide que el trabajo es primero y más aún este trabajo. Si es que le importan sus amigos los indios.
—¿Cómo sabe de mi compromiso con el capitán?
—Bueno porque ha estado viendo su anillo de compromiso los últimos 5 minutos de forma insistente. —respondió Arriaga mientras señalaba mi dedo.
En efecto lo último que recuerdo antes de ese horrible recuerdo, fue que vi de reojo mi anillo y de pronto toda mi visión se oscureció.
—Por cierto, buen trabajo echándole el lazo al viejo Garfio. Usted señorita hizo la hazaña imposible —Arriaga me dio una sonrisa, en todo este tiempo nunca lo había visto sonreír y menos hacia mi.
—¿La hazaña imposible? ¿A que se refiere? —pregunté intrigada.
—¡La de casarse con el Capitán!. Hasta hace unos años él era uno de los solteros más codiciados. Sin embargo, el Capitán nunca mostró interés real por nadie hasta que apareció usted. Es como si hubiera sido magia.
—¿Insinúa que yo hechice al Capitán? —pregunte de forma fanfarrona —No es como que haya sacado mi varita mágica ni nada por el estilo.
—Tal vez una varita mágica no, pero recuerde que estamos en Nunca Jamás. Un lugar donde hay hadas, sirenas, espíritus de toda clase y donde la magia es real. No me malinterprete, usted me agrada y honestamente creo que su presencia le hace bien al capitán. Digamos que… lo calma ¿Me comprende Darling?
Moví mi cabeza afirmativamente.
—Y también creo que él ha sido una gran influencia para usted. —continuó Arriaga — Ahora es más relajada, menos perfeccionista y mucho más segura de sí misma y sus decisiones. Ustedes forman una pareja peculiar que se complementa a la perfección. Supongo que de ahí viene su magia.
—Gracias por sus palabras señor Arriaga, significan mucho para mi viniendo de alguien tan centrado como usted —respondí visiblemente avergonzada pero feliz —A veces me pregunto si mis padres hubieran estado de acuerdo con esta relación o si hubieran dado su bendición para que me case con James, pero cómo murieron antes de que yo tuviera edad para ese tipo de cosas supongo que nunca sabré lo que pensaban.
—Todos los padres quieren lo mejor para su hijos, un matrimonio ventajosos siempre es lo deseable para asegurar el bienestar económico, (sobre todo si se trata de una hija) así que ese requisito está más que cubierto con respecto al Capitán. Por otro lado, yo confiaria en la inteligencia y la sensatez de mi hija para elegir un buen esposo más allá del dinero o los bienes que él posea. Se debe buscar a alguien que la ayude y la acompañe, que la haga querer mejorar y crecer cada día. Para mi ese sería el esposo ideal, no un hombre con montón de dinero o con un título importante. Al menos eso es lo que yo le hubiera dicho a mi hija si la hubiera visto crecer…
Mi corazón se encogió un poco al pensar en lo mucho que Arriaga extrañaba a sus esposa e hijos y como no pudo estar presente en su vida de adultos así como mis padres tampoco pudieron.
—Estoy segura que su hija se casó con un buen hombre, tal y como lo describió. ¡No me queda la menor duda! —coloqué mi mano sobre la suya y le di un ligero apretón.
—Gracias Darling… ahora dejemos de cursilerias y sigamos trabajando…
Al cabo de una hora ya teníamos todos los cálculos necesarios y todo parecía indicar que si James lograba convencer a los bergantines imperiales la victoria estaba asegurada.
Tigrilla al fin entró a la habitación con nosotros, se veía un poco pálida y tenía dolor de cabeza.
—Esa horrible barrera mágica que cubre la isla, ¡es un verdadero fastidio! Me costó mucho trabajo contactar con el espíritu del viento y del mar para que lleven mi mensaje a mi pueblo. ¡Pero finalmente lo logré!
Le di un gran abrazo lleno de emoción pues todo parecía ir marchando a la perfección, mismo que ella correspondió. Al deshacer el abrazo ella me miró de una forma extraña y examinó con detenimiento mis ojos y mi cara.
—¿Tigrilla que está haciendo? —pregunté al verme escrutada por su mirada.
—¡Nada, nada! es solo por un momento me pareció que tu…¡pero no puede ser, es muy pronto para saberlo! además hace 4 días tú todavía te veías normal…—De pronto comenzó a balbucear palabras sin sentido y otras tantas en su idioma, pero aun asi continuo examinado mi cuerpo de arriba abajo.
—¡Tigrilla ya dímelo, me estás asustando! —respondí algo confundida.
Ella movió la cabeza de un lado a otro a modo de negación —Disculpa debo estar confundida por todo el esfuerzo que hice hace un rato para enviar el mensaje. ¡No es nada Wendy, de verdad no es nada! Solo son figuraciones mías y nada más.
James y Anelis entraron en ese momento al despacho para informarnos que todo había salido bien, el mensaje había sido enviado con éxito y estaban seguros de que aceptarían el pago. Nosotros por nuestra parte le informamos que todo iba en orden y conforme al plan.
<<<Garfio>>>
Nuestra breve celebración fue interrumpida por alguien que llamaba a la puerta. Arriga fue a abrir, era un mensajero del juez que traía una notificación para mi. Era sobre el castigo de Tigrilla ¡Vaya que les urge castigarla!. Leí el mensaje con detenimiento una vez que el mensajero se marchó.
—Tu castigo será mañana al amanecer, en presencia de tu acusante, tu defensor, el juez, la reina y algunos nobles y comerciantes del desierto rojo. —al terminar de leer la nota, arrugue el papel y lo arroje al suelo. —La buena noticia es que en cuanto tu castigo sea cumplido podremos irnos de este horrible lugar. Así que hay que empezar a hacer maletas ¡Nos vamos mañana!
Tigrilla se estremeció pues sabía que el castigo sería feroz, pero estaba dispuesta a aceptarlo con estoicismo para no darle la satisfacción a Mendoza de verla sufrir.
—No te preocupes, sé que será horrible y doloroso, pero todo saldrá bien, te lo garantizo. —respondí tratando de confortarla, sin mucho éxito.
No hubo mucho tiempo para darle explicaciones sobre mi plan de usar polvo de hada para tratar sus heridas, pues nuevamente llamaron a la puerta con insistencia.
—¿Quién podrá ser ahora? —vocifere fastidiado.
Para mi sorpresa al abrir la puerta, se encontraba otra de las damas personales de su majestad, la Dama Belux. Ella era la segunda en rango de importancia después de Anelis, era más joven y también de una estatura más pequeña, su cuerpo aparentaba tener unos 25 años cuando mucho.
—¡¿Dama Belux?! —Hice una caravana a modo de saludo pues su rango así lo requería —¿A que debo el honor de su visita?
—Buen día Capitán —habló con una voz dulzona pero amenazante —La reina solicita inmediatamente su presencia ante ella en el salón del trono, de usted, de la señorita Darling y de la Dama Anelis.
Trague grueso pues ese llamado no tenía buena pinta —¡Por supuesto Dama Belux, iremos los tres juntos en cuanto estemos presentables para la reina!
—¡Ahora mismo Capitán! Tengo órdenes de usar la fuerza de ser necesario si no obedecen —señaló tras de sí a un grupo de cuatro guardias —Sabe muy bien que nuestra reina tiene poca paciencia así que les sugiero que salgan por su propia voluntad lo más rápido posible.
—¿Debes ser siempre así de intransigente Belux? —respondió Anelis molesta mientras salía de mi despacho sin siquiera dirigirle la mirada.
—No es intransigencia, es mi trabajo y usted debería saber lo importante que es cumplir una orden de nuestra reina de la forma más eficiente posible. Y por cierto me parece impropio que alguien de su rango tenga el descaro de contestarme de forma tan grosera. Le sugiero que cuide sus modales en el futuro Dama Anelis.
Anelis lanzó un suspiro para calmarse después de esa pequeña discusión que estaba escalando muy rápido, sin decir mas palabra, emprendió camino rumbo al salón del trono. Yo llevé a Wendy del brazo esta vez para indicarle el camino y la velocidad a la que debíamos caminar pues hacerlo muy lento o muy rápido, se considera una falta de respeto. Tigrilla y Arriaga se quedaron en mi despacho esperando a que llegaran los demás.
Al llegar a la puerta blanca de mármol que es la entrada al salón del trono toda clase de recuerdos me invadieron. Después de todo era en el salón del trono donde Tabiath y yo solíamos hacer negocios y después follar, beber o fumar. También fue el lugar donde ella me terminó y dijo esas extrañas predicciones sobre mi futuro que resultaron ser 100% exactas ¿Y ahora que quiere con nosotros esa bruja?.
Las puertas se abrieron de par en par con la ayuda de 2 musculosos hombres cuyo único trabajo era era abrir y custodiar esas grandes puertas. Todos entramos con paso firme al recinto. Wendy se aferro aun mas a mi brazo ante la expectativa de volver a Tabiath.
El lugar estaba tal y como lo recordaba no había ningún cambio, ni un solo cojín o cortina fuera de lugar. Al fondo estaba Tabitah sentada en su trono blanco vestida con un hermoso vestido rojo tipo túnica romana. Con un gran tocado en la cabeza de oro y piedras preciosas que simulaban ser plumas de pavoreal. Su cara estaba completamente descubierta, espero que eso ya no sea un peligro para Wendy.
Anelis y Belux se pusieron de rodillas con la cabeza en el suelo y las manos estiradas hacia el frente para saludar a su reina. Yo le hice una reverencia formal y Wendy también hizo lo mismo.
—Buenas tardes mis amigos —exclamó con solemnidad desde su trono —Espero no haberlos interrumpido en algo importante.
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Muchas gracias por continuar con la lectura. De todo corazón muchas gracias por apoyarme en esta idea loca sobre una historia de amor entre Garfio y Wendy. El 22 de diciembre se cumplió un año de haber subido el primer capitulo sin saber que tan lejos podría llegar esta idea. Los amo a todos y aprovecho para desearles una feliz navidad en compañía de sus seres queridos🎄
😘Nos vemos la próxima semana
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