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Capitulo 28. James Jones

Diciembre  17 de 1798 Londres,  Burdel "el trébol de la suerte"

<<<<Garfio>>>>

—¡James Cariño un placer en volverte a ver! ¡Mírate nada mas ya eres todo un hombre! y uno muy guapo por cierto. Veo que te esas dejando crecer el bigote, se te ve muy bien ¿Cuántos años tienes? —La anfitriona del lugar Madame Clementine saltó de su cómodo asiento color purpura en cuanto me vio llegar a su establecimiento (después de todo he sido un cliente fiel desde que tenía 16 años).

—Un placer en volver a verla Madame Clemetine, me alegra ver que esta tan joven como siempre —una reverencia y un amigable beso en la mano para esa simpática dama que tendría la edad perfecta para ser mi abuela.

—James siempre tan caballeroso y educado, ¡lo que daría porque siquiera la mitad de mis clientes fueran tan agradables como tú! ¡Pero pasa, pasa! déjame avisarles a las chicas que estas aquí, les encantará saludarte. Justo ayer Nancy y Emily habían comentado en la cena lo mucho que te echaban de menos.

—Será en otra ocasión Mandame, tal vez en unos 3 días venga a hacerles una vista mucho más festiva y relajada. Hoy solo vine a saludar y traerle este obsequio de navidad —saque una pequeña caja color negro de mi saco que la dama acepto gustosa.

—¡Unos pendientes de amatista! ¡Son preciosos! ¿sabes? el purpura es mi color favorito ¡debieron costar una fortuna! —su cara de felicidad era igual que la de una niña, definitivamente el mejor regalo que se le puede dar a una mujer es joyería, no importa si es una niña o una anciana.

—No se preocupe por el precio, tengo un conocido...un...joyero... él consigue muy buenas joyas a excelentes precios, sobre todo de las colonias españolas. Esas exquisitas amatistas que está usando son de una región que se llama...Guanajuato. Dicen que es famosa por sus piedras semipreciosas y metales.

—¿Joyero? ¡Si como no! debe ser un traficante o un ladrón, pero en efecto el trabajo y el color es más que perfecto. Siempre has tenido un ojo excepcional para las joyas y los objetos caros James. ¿puedo preguntar a qué has venido a Londres muchacho?

—Mi hermana mayor va a casarse este viernes.

—¡La pequeña Emma, que dicha! ¿Quién es el afortunado?

—Se llama Timothy Morris, su familia tiene una fábrica de jabón a las afueras y próximamente van a abrir otra planta en Yorkshire. Es un buen hombre lo conocí la primavera pasada, ha estado cortejando a mi hermana por más de un año ya que al no ser de alta cuna como a mi queridísima madrastra Lady Margerite le hubiera gustado, el pobre muchacho tuvo que hacer el triple de trabajo para conquistar a su futura suegra.

—Ese hombre sí que debe estar muy enamorado de tu hermana, no cualquiera aceptaría tener a Lady Margerite como suegra —Ambos comenzamos a reír con complicidad porque decir que mi madrastra era una mujer difícil era poco, ¡esa mujer es una bruja!

Charlamos un rato más sobre las trivialidades londinenses y sobre algunos conocidos que teníamos en común. Después de unos 15 minutos de charla me retire para ir rumbo a casa, aunque para ser francos no quería llegar tan pronto a la residencia de Lord James Arthur Jones con su horrible esposa y sus aún más horribles hijos.

Hacerme consiente de que venía a la boda de la única mujer que me ha querido a parte de mi madre biológica estaba causando en mi un gran arrebato de recuerdos y sentimientos entre dulces y amargos.

Recuerdo bien ese fatídico año de 1785 yo tenía 9 años, en marzo de ese año mi madre murió de tifoidea dejándome al cuidado de mi abuelo. Un hombre delgado anciano y medio ciego al cual yo nunca le agrade por ser su nieto bastardo, producto del amorío entre mi madre Michelle Lafountaine una cantante de ópera en ascenso y Lord James Arthur Jones un Almirante de la corona inglesa 20 años más viejo que ella.

Hasta ese momento yo no conocía a mi padre, mi madre raras veces lo mencionaba y mi abuelo lo odiaba. Sin embargo, cuando quede huérfano mi abuelo decidió que ya era hora de que mi padre se hiciera cargo de mí, así que le escribió una carta contándole del fallecimiento de mi madre y los problemas económicos que enfrentaba la familia a causa de la tensión política y económica que vivía la corona francesa. Para nuestra sorpresa, mi padre acepto que yo fuera a vivir a Inglaterra con él, su esposa y sus hijos.

Una cálida mañana de agosto mi abuelo me entrego en el puerto de Le havre al cuidado de una empleada de confianza de mi padre. Esta mujer era la encargada de sacarme del país con ayuda de unos documentos falsos fingiendo ser mi tía. La despedida entre nosotros fue seca y corta, por un lado, él nunca sintió verdadero afecto hacia mí y por el otro si me quedaba en Francia, tarde o temprano los dos moriríamos de hambre.

En ese tiempo yo no hablaba nada de inglés y la señora que me acompaño en mi viaje no hablaba francés. Así que fue un viaje sumamente solitario y aburrido.

El llegar a la finca de mi padre en las afueras de Londres fue una tortura, durante el viaje pase hambre, frio, me enferme de neumonía y se me pegaron los piojos, así que cuando llegue a casa de la familia Jones la impresión que les di fue la ser más un indigente que el hijo de un lord. Tenía 3 medios hermanos: Emma la mayor tenía 13 años, Samuel y Jeremy eran gemelos y tenían 11 años y por su puesto la esposa de mi padre Lady Margerite. En el momento en que me vieron supe que me odiaban, mis hermanos me veían como una amenaza a su herencia mientras que mi madrastra me veía como un error moral de mi padre que ella no estaba dispuesta a asumir por la buenas, Emma fue la única que sintió lastima por mi cuando me vio tan delgado, sucio y enfermo.

Por mis múltiples padecimientos pase una semana aislado del resto de la familia en lo que me curaba por completo de la neumonía y me quitaban los piojos, en ese tiempo dormía con los mozos de cuadra y ellos fueron los que me enseñaron mis primeras pablaras en inglés, que resultaron ser groserías y blasfemias. Así que las primeras palabras que le dije a Lady Margerite cuando al fin me dejaron entrar a la casa fue "chúpame la polla" cuando yo quería decir que tenía hambre.

Con semejante segunda impresión Lady Margerite me abofeteo tan duro que me tiro un par de dientes (por fortuna aun eran de leche) mando a que lavaran la boca con jabón y me dejaron sin cenar ese día, encerrado en lo que sería mi habitación por los siguientes 3 años, que era un tipo de bodega cerca de la cocina.

Ahí supe que en esa casa, ni los criados ni mi familia eran de fiar y como nadie iba a enseñarme el idioma debía de aprender por mi cuenta. Gracias al constante parloteo de las cocineras aprendí a hablar inglés en unas semanas, al menos lo suficiente para darme entender.

—¿Cuándo conocer moui padre? —pregunté a Emma una tarde que la vi sola en el salón de costura.

—Se dice "¿Cuando voy a conocer a mi padre?" Él está de viaje, llegará en 1 o 2 meses así que espero que para ese tiempo ya hables mejor que eso niño francés. A nuestro padre no le va gustar que sigas hablando el idioma de los anarquistas.

—Yo aprender bueno y rápido si Lady Emma ayuda a mi. ¡Yo listo y bueno!

—¿Enseñarte yo?... ¡no lo creo francesito! ya me he metido en problemas por tratar de ayudarte como aquella vez que le dije a mi madre que te dejar entrar a la casa y tu saliste con esa...horrible frase. ¡Me castigo por tres días sin mis lecciones de piano!

—¡Piano, piano! ¡Yo piano, yo enseño piano y tu enseñar hablar mi!

—¿Sabes tocar el piano? ¡Si como no!... te diré lo que haremos: vamos al salón de música y si me demuestras que sabes tocar, aunque sea una sola pieza yo no solo te enseñare a hablar, ¡hasta te ensañare a leer! ¿Qué dices francesito? —acto seguido me llevo al salón de música y me dio permiso de que me sentara frente al instrumento.

Hacia solo meses que había salido de mi hogar en París donde uno de mis deberes diarios era practicar con el piano por varias horas, pero sentía que había trascurrido un siglo desde que me había sentado frente al instrumento. Después de un gran suspiro, comencé a tocar las cuatro estaciones de Antonio Vivaldi.

Mi hermana no podía creer que yo tocara de esa manera tan magistral para ser un niño flacucho que parecía apenas llegar a las teclas del piano.

—¡No puedo creer lo que oigo! ¡tocas mejor que yo! ¡tocas mejor que mi maestro! ...creo que tendré que enseñarte a hablar y leer después todo...

Y así fue, los 2 meses siguientes mi hermana me enseñó a hablar correctamente, así como algunas costumbres y modales ingleses, yo en cambio, le enseñe a tocar con la misma técnica que mi madre me había enseñado a mí. El progreso de ambos fue rápido y vertiginoso. Ella era capaz de tocar piezas de gran dificultad y yo había aprendido a leer y escribir, en esos meses Emma y yo no hicimos verdaderos hermanos.

A mediados de octubre de ese mismo año, mi padre por fin llego a casa y pude conocerlo. Era un hombre muy alto, de unos cincuenta y tantos años. Su cabello era negro como el mío y el color azul de sus ojos era igual al que teníamos Emma y yo (sus otros hijos tenían ojos castaños y siendo honestos no se parecían tanto a él). Mi padre se sorprendió gratamente al ver que el parecido físico entre él y yo era tan impresionante, esto basto para que mis hermanos Samuel y Jeremy me odiaran aún más.

Mi padre estuvo tres semanas con su familia y después se volvió a ir. Según lo que me contó Emma eso era lo normal, solo lo veían 3 o 4 veces al año por espacio de unos días o semanas y después se iba nuevamente. Antes de irse dejo algunas instrucciones a los criados, mis hermanos y mi madrastra: Ahora los criados debían de obedecerme al mismo nivel que a sus otros hijos, también debían de cómprame ropa nueva y de mi talla, el tutor también tenía que empezar a darme clases, Emma y yo teníamos acceso libre al salón de música siempre que nuestros otros deberes estuvieran cumplidos, además debían enseñarme a montar.

Estas nuevas reglas me ponían al mismo nivel que sus otros hijos y claro que esto a mi madrastra no le gusto en lo más mínimo, en cuanto mi padre partió de la finca se giró para gritarme a la vista de todos los siguiente.

—¡Escúchame asqueroso francés, ningún bastardo va estar por encima de mis hijos! Cuando llegue el momento de repartir la herencia me voy a encargar personalmente de que no te toque ni una sola libra ¿quedo claro?

Quería gritarle, quería decirle que era una horrible mujer y que no me extrañaba que su esposo le hubiera sido infiel con mi madre puesto que ella era un dama hermosa y refinada mientras que ella era una vaca gorda con cara de mula y con el olor de una. Pero estaba claro que eso no iba servir de nada, así que a partir de ese día tome la actitud de ser mejor que sus hijos en cualquier cosa: Sería más listo, más culto, más refinado, más guapo y más galante para tener un lugar más importante en la sociedad que aquellos 2 inútiles que según eran mis hermanos.

Los años pasaron y cumplí mi promesa, mi tutor no dejaba de elogiar mi inteligencia y en algunas competencias locales mi maestría con el caballo era admirada por muchos de los adultos, además con la ayuda de Emma comencé a formar un nuevo círculo de amigos lejos de los prejuicios típicos sobre mi origen (que en general era sabido por todos) y se podría decir que casi era feliz.

Una mañana mi padre envió una carta pidiendo que me enviaran a un internado para hombres en centro de Londres, era una escuela pequeña y de reciente formación, solo había 40 alumnos en todo el plantel y lo dirigía un antiguo oficial ingles que se había retirado del servicio por lesiones en la espalda. La petición sorprendió a todos excepto a mi madrastra quien seguramente había tenido que ver con esa decisión. Así que me tuve que despedir de mi querida hermana y de los pocos amigos que había hecho en eso años, estaba a solo 20 kilómetros de ellos, pero ahora estaría encuartelado todos los días excepto en vacaciones y días de fiesta.

El internado no estuvo tan mal, era una escuela a la que asistían los hijos ilegítimos varios oficiales así que no me sentía como extraño. La educación era bastante buena y estricta pese a la ubicación del colegio que estaba en unas de las zonas menos agradables de Londres, eso hizo que poco a poco me relacionara con gente peligrosa de la zona, como algunos carteristas, obreros y ebrios locales. El único hombre más o menos decente que conocí en ese tiempo era un inmigrante noruego que trabajaba como mozo en la cocina de la escuela llamado Jansen pero todo el mundo lo llamaba "Smee" tenía casi 60 años e hicimos una conexión casi inmediata porque yo le recordaba su nieto y a mí me hacía falta un abuelo.

Estudie en ese lugar de los 12 hasta los 16 donde después ingrese a la Real Academia Naval Inglesa para continuar mis estudios y formar una carrera militar. Fue durante nuestra ceremonia de graduación del internado donde uno de los profesores nos llevo a mí y a un grupo de 5 chicos a conocer el establecimiento del "trébol de la suerte" El graduarse era un paso muy importante para celebrar la transición de niño a hombre y la mejor forma de celebrar era ir a un burdel, así que todos fuimos a pasar un rato... agradable (incluido el profesor por supuesto).

Mi primera vez fue con una mujer morocha de unos 30 años llamada Adelina, no era muy bonita ni tampoco fea, tenía unas curvas generosas con grandes pechos y fue muy amable conmigo en consideración de mi juventud y timidez. Esa primera experiencia abrió ante mí un gran abanico de posibilidad que hasta este momento había ignorado por completo. Comencé a visitar ese lugar por cuenta propia cuando comencé a ganar dinero y aprendí muchas cosas de las artes de alcoba y del fino arte de la seducción, con el tiempo las mujeres de ese lugar no solo se volvieron mis amantes, también mis maestras, amigas y socias, sobre todo de la madrona Madame Clementine, que no solo me trataba como un cliente distinguido, también me vendía información privada de algunos de sus otros clientes con los que más tarde haría negocios o chantajes.

"Los hombres son más indiscretos que las mujeres si piensan que están en confianza, sobre todo después de una buena cogida"

Durante esos años de ausencia mi hermana y yo seguimos en contacto mediante cartas, cuando Emma me escribió por primera vez para contarme sobre su nuevo interés amoroso, al principio pensé que era un vividor que quería vivir a expensas de la fortuna de mi hermana (ya había pasado antes). Sin embargo, cuando conocí formalmente a Timothy no pude encontrarle una sola falla (tal vez el hecho de sus ojos estaba muy separados a mi parecer) él no era del rancio abolengo ingles, pero haciendo un cálculo rápido de sus activos y sus ganancias llegue a la conclusión de que era mucho más rico que mi familia, solo era cuestión de tiempo para que su apellido estuviera entre los más notables de Inglaterra ¡Ellos dos solo se enamoraron y ya! no había más explicación que esa, así que no solo les di mi bendición si no que ayude a convencer a mi padre para que pese las protestas de su esposa permitiera la boda.

Un par de horas más tarde después de abandonar el trébol de la suerte llegue por fin a la finca familiar donde la única que me recibió con gusto fue precisamente Emma.

—¡Jim estas aquí! —ella bajo corriendo las escaleras en cuanto supo que yo había llegado para darme un gran abrazo que casi nos hace caer de espalda a ambos.

—¡Emma, mi pequeña escandalosa! Ten más cuidado no querrás romperte un hueso a días de tu boda —Seguimos abrazados por un rato más mientras ella me estrujaba como era su costumbre.

—¿Puedes creerlo? ¡Voy a casarme Jim! Y te lo debo todo a ti, no sé qué habría hecho si no hubieras intervenido con papá.

—Fugarte con él seguramente, después de todo eres una loca cabeza dura.

—¡Ah! antes de que lo olvidé, papá te espera en su despacho quiere hablar contigo antes de la cena —eso era raro, él nunca quería verme siempre era yo el que tenía que pedir audiencia con él, así que decidí apresurar el paso e ir directamente a verlo.

—James hijo, pasa y toma asiento. Te veo bien, ¿Cómo te ha sentado la naval? —Ahora su cabello era blanco, pero seguía estando muy alto y su porte al caminar aun infundía respeto.

—Es un placer el volver a verlo padre. La naval va muy bien también, gracias.

—Me alegra oírlo, siempre fuiste un muchacho muy listo y me da gusto que alguien de la familia siga nuestra tradición naval. ¡Veo un futuro brillante en ti mi muchacho!

—Me halaga padre, siempre he hecho mi mayor esfuerzo por complacerlo —esto estaba muy raro, no solo estaba charlando conmigo, si no que me estaba elogiado, este hombre que ni siquiera sabía cuándo era mi cumpleaños me estaba felicitando.

—James iré directo al grano. Como sabes, mi esposa nunca estuvo de acuerdo en que vinieras a vivir con nosotros, con los años pensé que ustedes dos podrían entenderse mejor y formaríamos una familia, pero veo que me equivoque, no solo no mejoraron su relación, sino que la empeoraron con peleas tontas y chismes —El volteo a verme con cierto reproche en la mirada. —En fin...ya sabes que no formas parte de mi testamento, fue un sacrificio que tuve que hacer para que tú y Margarite pudieran estar bajo el mismo techo, pero aun así soy tu padre y cuando mi hora llegue no quiero dejarte sin nada...

Saco de un cajón de su escritorio una carta sellada que iba dirigida para el Comodoro Johnson.

—James esta es una carta de recomendación para el Comodoro Isaac Johnson, en esta carta te recomiendo personalmente a ti para el puesto de vicealmirante de la tercera flota en el océano indico en la Compañía Británica de la Indias Orientales. Sé que aun eres joven y que aún no te gradúas de la naval, pero este es un excelente momento para que tu carrera militar comience. Esta carta tiene efecto inmediato, zarparás el 3 de enero a Portugal, te hospedaras ahí 2 semanas hasta que te embarques en la fragata "Hope" ahí seguirán la ruta establecida bordeando Africa hasta llegar a Calcuta. Este es un momento clave para que la Corona Británica establezca su dominio sobre la ruta de las indias orientales y cuento contigo y tu gran inteligencia para hacer que esto suceda.

Esa carta de recomendación era un pase directo a una vida acomodada como siempre había querido. Involucraba abandonar Inglaterra varios años, mucho trabajo y grandes peligros, pero me aseguraba un generoso salario. Acepte gustoso esa carta que me ahorraba como 7 años de trabajos inútiles en la naval para varios oficiales viejos e idiotas.

—Te lo agradezco mucho padre, pero no puedo evitar pensar que hay algún truco en tan generosa oferta. —él humedeció sus labios y lanzo una pequeño suspiro.

—Margerite no solo pidió que no estuvieras incluido en el testamento, también quiere que firmes esta resignación al apellido y los bienes familiares de la familia Jones. Con esto pierdes todo el derecho a impugnar cualquier bien directa o indirectamente relacionado a la familia además de declarar formalmente no tener ningún vínculo consanguíneo conmigo.

Mi padre estaba triste al momento de decirme eso podía verlo en sus ojos. Por mi parte no es que importará tanto, de todas formas yo había decidido que Emma y su esposo serian mi única familia de hoy en adelante, pero aun así se sentía horrible que te despreciaran y echaran de esa manera. Firmé el documento de mala gana y camine unos pasos rumo a la puerta sujetando la recomendación fuertemente entre mis dedos sin decir palabra.

—¡Hay otra cosa que debo decirte hijo!

—¿Qué más? ¿Vas a quitarme los ojos porque son iguales a los tuyos y solo los familiares pueden poseerlos?

—Tu abuelo, Jean Babtiste Lafontaine, falleció hace unos meses a manos de algunos revolucionarios franceses. Acepta mis condolencias por su partida.

Sabía que eso iba a pasar en algún momento, era un hombre viejo y estaba enfermo, de hecho era sorprendente que hubiera durado tantos años, pero aun así ese día me di cuenta de que había perdido por completo a mi familia...otra vez y quizás para siempre.

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😔Nuestro pirata favorito
tuvo un inicio en la vida
muy duro y solitario

🧚Al final decidi dividir este capitulo en 2 partes ya que de lo contrario seria demaciado largo y tampoco queria acortar la historia del origen de James, no solo porque es una de mis partes favoritas (se notó verdad), si no que nos muestra como es que adquirio esa personalidad y ese estilo de vida tan disoluto, ademas veremos como es que realmente ve a las mujeres y a las relaciones con ellas en general.

🤯 Proximo episodio: El pirata Jones

🤤 Ahora para su deleite, una galería del guapo James Jones antes de convertirse en Garfio de diferentes artistas







Como siempre sus estrellitas y comentarios son muy valiosos para mi. Los amo!!!

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