<<<<<Garfio>>>>>>

Ahí estaba yo con mi camisa negra favorita (¡estúpido Jackson!). El área del escritorio estaba despejada y Smee había traído una bandeja con bocadillos y una jarra de café. Llamaron a la puerta, sabía que era Wendy por su forma de tocar.

—¡Adelante Darling! — Me puse de espaldas a la entrada de la puerta, más cerca del clavecín que del escritorio, me pareció que era buena idea mostrarme ligeramente indiferente.

—¿Quería verme capitán? — podía escuchar su voz nerviosa como siempre que nos encontramos solos, pero esta vez se oía más aguda de lo usual.

Me gire para comenzar a charla con ella cuando...

—¡¿Qué rayos tiene en la cara Darling?!

—La pluma con la estaba escribiendo explotó en mi cara— sus ojos estaban mirando al suelo y sus manos estaban jugueteando entre ellas como una niña regañada— y después el tintero se volteo manchando algunos papeles, yo trate de limpiar el desastre pero luego lo olvide y me toque la nariz con la mano manchada y después...

El ver su cara con pecas negras, su nariz también negra y con esos ojitos tristes llenos de vergüenza me hizo pensar inmediatamente en un cachorro cocker spaniel y sin darme cuenta me comencé a reír por lo graciosa que su cara me parecía.

—¡Oye no es gracioso! — me chillo mientras yo trataba de controlar la risa, sin éxito.

—¡Claro que es gracioso! —no quería sonar grosero, pero no podía evitarlo, hasta el estómago me dolía de la risa

—Esto no se quita con agua, ya lo intente, ¡parezco un cocker spaniel!— Volvió a chillar con su vocecita más aguda aun. Estaba visiblemente frustrada y avergonzada, pero yo no podía para de reír, además ella misma se había dado cuenta de su parecido con esos perritos.

Después de unos minutos por fin pude contrólame (más o menos) y le acerqué una botella de solvente y un pañuelo para que se limpiara la cara.

—Ten, esto te ayudara a quitar la tinta de la cara. No eres la primera persona que tiene un accidente con la tinta, pero si eres la primera que tiene uno así de desastroso.

—Gracias, estaba temiendo que iba a quedarme con ese aspecto por días.

—Hay un espejo en mi alcoba, ahí puedes limpiarte. Esta al fondo, atrás de esa cortina.

¿hacia cuanto que no reía así? Después de unos minutos, Wendy regreso ya con su cara normal sin las manchas y me devolvió el frasco y el pañuelo

—¿Segura que no lo quieres conservar tu? Tal vez te haga falta otra vez­ respondí burlándome un poco de ella, pero ella ya no estaba tan enfada y hasta sonrió un poco.

—No gracias, creo que me limitare a usar solo lápices de hoy en adelante, nunca fui buena usando tinteros, gracias a dios inventaron las plumas estilográficas. —no tenía ni idea de que era de lo que hablaba, pero tampoco era momento para preguntar esas trivialidades.

—¡Así que si eres capaz de reír después de todo! siempre eres tan estirado y correcto que pensé que no tenías emociones.

—Claro que tengo emociones Darling, pero en mi posición no es precisamente aconsejable estar riendo y divirtiéndose todo el tiempo, hay apariencias que cuidar y no puedo darme el lujo de flaquear.

—¿Entonces yo lo hago flaquear Capitán? —juraría que su comentario lo hizo con toda la intención de que la conversación se fuera por otro camino, pero decidí no darle importancia e ignore deliberadamente su pregunta.

—Toma asiento Darling. Bueno ya has recibido tu primera clase de lucha y la de navegación, aunque en esta última resultaste ser tan hábil como el maestro, ya es hora de que hagas el pago por ellas. ¿recuerdas? Aún tenemos algunos asuntillos que resolver tú y yo sobre cierto chico volador.

Wendy trago grueso, pero asintió con la cabeza tal y como esperaba. Le serví una taza de café y ella tomo un bocadillo

—Primero hay algo que me inquieta Darling... Dejaste muy sorprendido a Arriaga con tus conocimientos náuticos. En tu tiempo...el siglo XX ¿ese conocimiento es normal? Quiero decir, si voy caminando por la campiña inglesa y encuentro a un vecino, en lugar de hablar sobre lo bello del clima ¿hablaríamos sobre cosas como la velocidad del viento, coordenadas o similar?

—No, definitivamente, eso no pasaría, casi nadie sabe de esas cosas...

—¿Por qué tu si las sabes? — me coloque deliberadamente atrás de ella, para intimidarla un poco—No quisiera sospechar de usted Darling, pero es raro que sepa de todo eso ¿me explico? me da impresión de que tal vez planea robar mi barco o escapar en uno de los botes

—¿Y a donde iría? No es como que tenga muchos lugares para esconderme ¿o sí? — se giró para verme mientras se cruzaba de brazos— Sería casi imposible escapar de ti, todos te obedecen y tienes ojos oídos y todos lados. O al menos eso es lo que me dijeron de ti en el Castillo.

—Tal vez los rumores son un poco exagerados, pero si, definitivamente te encontraría de una forma u otra y ya no podría volver a confiar en ti... lamentaría mucho tener que matarte siendo que ya te perdoné la vida dos veces.

—¿Dos veces? ¿Cuándo? — se puso de pie junto a mi para desafiarme con sus bellos ojos, esta niña ciertamente no sabe cuál es su lugar.

—Hace unos días en aquel islote. Pude haberla matado mientras dormía y no lo hice. Además, la rescate y alimente, si no lo hacía usted moriría de hambre ahí en unos días. Esa ruta no la usa nadie más que yo, así que tuvo mucha suerte en que nos encontráramos.

—Está bien, acepto que fue muy ¿amable? en no matarme y también en no dejarme morir de hambre...gracias, por cierto— Esto último lo dijo muy sinceramente y se sonrojo un poco— ¿Y cuál fue la segunda vez?

—La segunda vez... fue en realidad la primera. Usted sabe, aquella vez cuando...Pan, vino a rescatarla

—¿De que estas hablando? me hiciste caminar por la placha ¡ibas a dejar que me ahogará o que me comiera el cocodrilo! —su cara se aproximó peligrosamente a la mía; a esta chica si que le gusta desafiar mi autoridad; así que para fastidiarla un poco la tome del mentón para que no desviará la mirada mientras hablamos.

—Te diré un secreto mon amour. Yo sabía que ese niño iba aparecer para salvar a "su Wendy" nunca estuviste en peligro real. Solo aceleré las cosas para que apareciera lo antes posible— le solté su pequeña cara y ella tomo asiento nuevamente

—¿Y si me ahogaba?

—¡Imposible! lanzaría la red de pesca para sacarte

—¿Y si me devoraba el cocodrilo?

—El...cocodrilo solo quería comerme a mí. Nadie estaba en peligro de ser devorado más que yo... ¿ahora lo entiendes Darling? He sido muy generoso contigo desde el principio ¡no lo puedes negar!

<<<<<Wendy>>>>>>

¡¿En serio me iba a ser quedar como la mala a mí?! ¡yo no quería escapar! Pero siendo honestos desde su perspectiva mis motivos para aprender a navegar y pelear ahora sonaban cuestionables. Así que al igual que con Arriaga supe que la mejor opción era la sinceridad.

—Capitán, yo...no sé qué decir para que me crea, pero es la verdad, ¡yo no voy a escapar! En cuanto a lo de mis "inexplicables conocimientos" la verdad es que no los había racionalizado. Parece ser que los cuentos de mi abuelo y su insistencia en que mis hermanos y yo lo escucháramos tenían un doble motivo después de todo.

Entiendo que seguramente esperaba y deseaba que alguno de mis hermanos siguiera sus pasos, pero nunca me había puesto a pensar en el por qué insistía que yo también supiera todas esas cosas. ¡No es como que se me permita ingresar a la Naval inglesa! —

James, digo Garfio, se quedó en silencio pensado en mi respuesta mientras se servía más café.

—¿En qué año naciste Darling?

—1893... ¿Por qué lo pregunta así de repente?

—Curiosidad...Tal vez tu abuelo te iba a casar con algún conocido suyo de la naval y por eso quería que supieras todo eso.

Ahora la que empezó a reírse fui yo

—¿Cuál es el chiste Darling?­ Pregunto molesto mientras que yo enjugaba mis lágrimas de tanto reír

—En primer lugar, mi abuelo murió cuando yo tenía 14 años, así que si ese era su plan, no fue muy fructífero. Y en segundo lugar esa idea me parece muy ingenua ¡Vamos! Nadie quiere que su mujer sea más inteligente que su esposo. Las mujeres listas no consiguen marido...no les agrado...digo, no les grada que yo... ¡¡que ellas!! sean listas...—La cara se me caía de vergüenza otra vez, me había explayado de más, es como si Garfio sacará todo mis malos recuerdos y experiencias a flote. Él me pone muy nerviosa todo el tiempo y el hecho de que se vea increíble con esa camisa negra no está ayudándome en nada a concentrarme.

—A mí no me molestaría...que mi esposa fuera tan o más lista que yo. Eso haría las conversaciones con ella más interesantes y agradables...­— sus ojos estaban clavados en mi mientras me decía eso ¡porque lo hace!

—Entonces...tu futura esposa será una mujer afortunada.

—Eso espero...

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Nos pusimos un poquitin románticos con este episodio
y el siguiente tambien...

¿Qué pasará entre estos dos?

Nos vemos el martes para más romance 😘

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