<<<<Wendy>>>>

Me había refrescado y arreglado mi cabello con una coleta baja después del entrenamiento, me dirigí lo más temprano que puede al comedor siguiendo el consejo de Jackson.

Aun no había nadie así que me senté en una esquina alejada, poco a poco los marinos comenzaron a llegar y en cuanto notaban mi presencia algunos agachaban la mirada para no verme y otro solo dirigían un saludo cordial con la cabeza o mano, pero no me dirigían la palabra.

Algunos lugares al mi alrededor quedaron totalmente vacíos, alejándose de mi como si tuviera la peste, —supongo que así es mejor para todos— pensé en mis adentros, pero la verdad es que no me gusto ser excluida de esa manera, ya había experimentado eso mismo en el Castillo y la sensación de soledad es muy abrumadora.

Smee con la ayuda de otros 2 chicos sirvieron el desayuno, él se limitó a darme una sonrisa como saludo, pero tampoco cruzo palabra conmigo. El menú era avena, un poco de carne seca y una fruta acida de color rosa parecida a una naranja, pero mucho más grande, todo acompañado de un líquido acuoso que parecía jugo de alguna fruta desconocida. No tenía mucho sabor, pero se sentía fresco y revigorizante.

Podía escuchar algunas platicas y risas entre los marinos, pero no me anime a levantar la mirada hacia ninguno de ellos, sabía que mi presencia no era del todo grata y no quería tener problemas de nuevo. Sin embargo, mientras estaba terminado la porción de fruta rosada escuche como la silla frente a mí se movía y alguien se sentaba en ella. Era un hombre descomunalmente grande, debía de medir como 2 metros, su piel era morena y tenía la cabeza afeitada a los costados dejando cabello únicamente en la zona central de nuca, este cabello era largo, lacio y lo tenía sujeto con un tipo de trenza.

—¿Tu eres esa chica? —preguntó directamente —¿la madre de los niños perdidos? — siguió preguntando. Yo no sabía que decir, por un lado, era la primera persona que se acercaba a hablar conmigo y por otro era tan intimidante que temía decir algo indebido.

—Si... soy yo— tuve que responder ante sus insistentes ojos que no dejaban de verme mientras me hablaba.

—¡Hey Anuk! ¡Ves te dije que si era ella! — grito hacia el otro lado de comedor y de pronto otro hombre comenzó a caminar hacia nuestra dirección. Era exactamente igual al primero solo que este tenía la cabeza totalmente afeitada.

—¡Vaya que sorpresa! — me dijo al llegar— pensé que Tuk mentía cuando dijo haberte reconocido

—Disculpen ¿nos conocemos? —pregunte a ambos ya que de verdad ellos parecían conocerme

—¡Claro que sí! Bueno... más o menos— respondió el de la trenza que aparentemente se llamaba Tuk. —nosotros estábamos en la tripulación de Garfio cuando la batalla con ...ya sabes, el chico volador— bajo la voz en esa última parte como si estuviera prohibido hablar de eso.

—Lo lamento, pero la verdad es que no los recuerdo— Era verdad, salvo por Smee toda la tripulación era totalmente nueva para mí.

—Bueno en ese tiempo solo éramos mozos de limpieza— explico Anuk— también éramos mucho más jóvenes y pequeños, tal vez por eso no nos reconoces. Creo que teníamos unos 15 años en ese entonces.

Los observe más detenidamente, sus cuerpos y sus caras correspondían con las de hombres en mitad de sus 20's. Es decir que en esto 7 años ellos si había crecido ¿Por qué ellos también cambiaron y Garfio no?

Un hombre algo viejo, de baja estatura, medio calvo y con cara hostil llego con el sigilo de un gato a interrumpir la conversación

—Anuk, Tuk. Si ya acabaron de desayunar, vayan al casco a hay mucho trabajo que hacer— Su voz era muy áspera y severa, los dos hombres gigantes acataron la orden la tan rápido que no se despidieron, ni me dieron oportunidad de hacerles más preguntas.

—Lamento si esos dos la molestaron, son muy poco civilizados, pero no debe temerles,

—Ah no, no hay problema, solo estábamos conversando. —sobre cierto chico volador

—Me presento; me llamo Arriaga y voy a ser su instructor de navegación— ¡Maldito Garfio! dijo que él personalmente me iba a enseñar a navegar.

—Pensé que sería el capitán quien lo haría. —dije muy decepcionada, primero Jackson y ahora el. Tal parecía que Garfio me evitaba a toda costa.

—Bueno, él es el capitán después de todo, no puede estar haciendo de niñero y maestro al mismo tiempo, tiene un trabajo mucho más importante que solo estarla cuidando ¿me comprende? — eso ultimo lo dijo un total desdén y desprecio por mi persona, es obvio que yo no le agradaba — Cuando sepa lo básico, supongo, el Capitán podrá hacerse el tiempo para estar con usted "estudiando" si eso es lo que en verdad quiere.

Me llevo a un pequeño rincón en la popa del barco, ahí había una mesa, dos sillas y una montaña de papeles, mapas y un cuaderno en blanco. La mañana estaba muy agradable el viento soplaba fuerte, pero no era molesto y la sombra de una de las velas nos protegida por completo del sol, habría sido muy bonito disfrutar de todo aquello si Arriaga no se hubiera empeñado en arruinarlo

—¿Sabe leer y escribir?

—Si

—Muy bien, eso nos ahorrara un poco de tiempo ¿sabe sumar y restar?

—Si

— Mmm... está bien, supongo ¿sabe ubicar el norte?

—¡Si! — sus preguntas condescendientes me estaban empezando a molestar.

Las preguntas molestas de ese tipo siguieron por algunos minutos más ¿multiplicar y dividir? ¿leer un reloj? ¿usar un mapa? ¿términos náuticos? ¿usar una brújula? etc. etc. Sabía que todas las preguntas eran necesarias para iniciarlas clases, pero su forma de preguntar era molesta. Él esperaba que yo fuera ignorante de todo ello y estaba esperando la oportunidad de regodearse de mi ignorancia, para su desgracia mi abuelo que era un marino nos "obligaba" a saber muchas de esas cosas además si queríamos escuchar sus aventuras en el mar era mejor esta familiarizados con los términos ya que no podías interrumpir la historia con preguntas simples como ¿qué es un astrolabio?

Al terminar el interrogatorio Arriaga estaba realmente sorprendido y molesto porque conocía todo lo básico y de hecho un poco más. Se cruzo de brazos y con una mirada hostil, sin tapujos ni decencia pregunto.

—¡Bueno, tal parece que esto es una pérdida de tiempo! lo que me lleva a la siguiente pregunta. Si usted ya sabe lo básico de la navegación ¿por qué quiere hacerle perder el tiempo al Capitán?­—Su pregunta fue tan directa que me hizo dudar de mi respuesta.

—Se equivoca, solo se cosas muy básicas, yo...—Me interrumpió con una risa fingida y se puso de pie frente a mi

—Sus trucos femeninos no funcionan conmigo Darling, no sirve de nada que finja ser tonta cuando claramente no lo es. Usted es muy diferente a las otras amiguitas del Capitán que he tenido el desagrado de conocer, muchas de ellas apenas si sabían leer. Pero usted sabe más que la mayoría de los marinos que están en el barco. No tiene experiencia real eso es cierto, pero tiene casi todos los conocimientos necesarios para tomar este barco y echarse a la mar por su cuenta. Así que le pregunto de nuevo ¿Por qué quiere hacerle perder el tiempo al Capitán? ¿O es que acaso tiene algún motivo oculto?

Estaba muda, en primera me sorprendí yo misma de tener todo ese conocimiento náutico, parece ser que todo lo necesario lo tenía en mi cabeza, pero estaba revuelto y solo hacía falta ponerle algo de orden y dirección. Por otro lado, yo no quería hacerle perder el tiempo a Garfio, yo solo quería... estar con él... (¡maldita sea!), no considere que si el me dedicaba tiempo en exclusiva estaría descuidando otras actividades importantes del barco. La primera vez que nos vimos el barco no estaba navegando estaba anclado en una bahía cerca de la laguna de las sirenas, así que no había tanto trabajo ni responsabilidad como las hay ahora. Me sentí una tonta y una egoísta también al hacerme consciente de ello.

—No quiero hacerle perder tiempo al Capitán— respondí ya más avergonzada— de verdad quiero aprender a navegar Señor Arriaga.

Algo en su semblante cambio cuando me escucho, parece ser que un poco de sinceridad y humildad estaban funcionando con él.

—Está bien, creo que lo mejor es que hagamos un recorrido por el barco, debo mostrarle cómo funciona una nave de este tamaño y cuáles son las acciones diarias para hacer que este barco se mueva antes de seguir con la clase del uso de los instrumentos.

Arriaga me llevo a recorrer todo el barco, me pidió que llevara una libreta y una lapicera para notar todo lo que pudiera. Y estuvo bien porque durante todo el recorrido no dejo de hablar ni un solo momento, apenas podía seguirle el paso tanto a sus explicaciones como a sus pies, para ser un anciano caminaba a una velocidad sorprendente. Anote todo lo que pude y trate de memorizar todo lo que decía, pero era casi imposible, sin embargo, me sirvió para recorrer todo el Jolly Roger (nunca lo había hecho) y para ver aunque sea una vez a todos los marinos que trabajan ahí, eran un total de 127, mas Smee, Jackson y Garfio.

<<<<<Garfio>>>>>

El sol se estaba poniendo y la comida iba a servirse en más o menos 1 hora. Arriaga y Jackson estaba en mi despacho contándome los pormenores que tuvieron en su primer día con Wendy

—Mi capitán—seguía hablando Arriaga de forma algo apresurada y sorprendida— Le digo que esta chica, quiero decir Darling, ya sabe todo lo básico, solo le falta la práctica. No hay mucho de lo que yo pueda enseñarle. En máximo 3 días ya sabrá lo necesario para poder timonear el barco. Y si me lo permite, la ayuda extra no nos caería mal. Usted y yo podríamos descansar más si tenemos un tercer navegante calificado, aunque este sea una mujer.

—¡Vaya esa niña no deja de sorprenderme! —interrumpió Jackson — Tal vez las cosas en el siglo XX han cambiado mucho y ahora son las mujeres las que salen a conocer el mundo y sus esposos se quedan en casa con los niños.

—No creo que sea casada, se ve muy joven— respondió Arriaga Confundido por el comentario de Jackson

—¡Ignora a este payaso Arriaga! ya sabes que solo dice tonterías. Y hablando de eso ¿Cómo le fue con su clase de esgrima? ¿También es un prodigio con la espada?

—¡Oh, James! preguntas como si no nos hubiera espiado durante todo el entrenamiento. Pero no, es muy mala, de hecho... es bastante torpe, le falta fuerza y coordinación, pero tiene buena velocidad. Creo sería conveniente que usara un arma de corto alcance, como una daga o un puñal...

—¡Nada de armas cortas! — no quería que mi pesadilla de la Wendy homicida con una daga se hiciera realidad

—Está bien... ¡diablos que mal carácter! ...entonces un florete. Es liviano, para ataques rápidos y es una espada larga ¿Así está mejor Capitán? —Asentí con la cabeza para no darle importancia a su sarcasmo.

Así que esta niña ya sabe más de lo que aparenta, mocosa tramposa otra vez me mintió a la cara ¡eh! Bueno yo he cumplido con parte del trato así que ahora le tocaba a la chiquilla cumplir con el suyo y empezar a hablar con total honestidad.

—Arriaga. Informe a Darling que la espero en mi camarote a la 8 pm para tener una charla, que cene nuevamente con los marinos, y tal vez sería bueno que tome una siesta antes de venir, la plática será larga— Arriaga se marchó.

—¡Oh vaya! ¡la vas a tener despierta toda la noche! interesante, interesante. Asumo que esta vez el interrogatorio la harás tu solo ¿correcto? Me permito recordarte que se atrapan más moscas con miel que hiel

—¿Qué carajos insinúas con eso Jackson?

—Que en esta ocasión no te comportes como el todopoderoso Capitán, solo se James, ¿sabes? puedes llegar a ser demasiado intimidante cuanto estas en tu actitud de Marinero sabelotodo, ella ya tubo bastante de eso en los últimos días. Creo que un amigo le caería bien para variar, a veces se ve tan sola a la pobre...

—¿Algún otro consejo que nadie pidió antes de que te vayas y me dejes en paz?

—Si, la camisa negra sería ideal para la ocasión. Resalta tus ojos

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Nuestra heroína es muy lista.... ¿No les parece que hay muchas coincidencias entre Wendy y el Mar? Se los dejo de tarea. 😉

🤓Nota: Todos los personajes masculinos de esta historia tienen un tono machista (algunos más que otros) porque todos son personajes del pasado, de los años 1700 hasta 1910. En ese tiempo las mujeres realmente no tenían derecho a nada y eran en muchos casos solo objetos que pasaban de pertenecer a su padre a posteriormente pertenecer a su esposo (triste pero cierto). Trato de hacer este cuento lo más apegado a la historia real, así que espero que no se molesten.