Twilight había avanzado en el tiempo, llegando a una versión diferente de Ponyville unos cuantos años después.

Al pisar fuera de su castillo, un cielo nublado la recibió, pero su atención rápidamente se enfocó en una ventana abierta cercana.

Escuchando voces provenientes de allí, Twilight se escondió cuidadosamente detrás de la pared.

¡Por la Princesa Celestia! Era ella, o en realidad una versión futura de sí misma, ¡más alta casi como la Princesa Luna! ¿Cuándo había crecido tanto?

Su versión futura estaba conversando con una yegua bastante reconocida; era Nocturna, quien intentaba convencer a la princesa Twilight.

"Este artefacto es peligroso, debe ser destruido" advierte la princesa Twilight con voz de experiencia, levantando un objeto brillante y curioso.

Nocturna trató de persuadirla, de convencerla con el potencial que podrían obtener al hacer uso del artefacto.

Pero la princesa Twilight se mantuvo firme, encerrándolo en un cofre y asegurándose de que el objeto no caería en manos equivocadas.

"No podemos saber lo que ocurrirá..." afirmó bajo tono grave, escaneando la habitación para asegurarse de que estaba sola.

"Pero princesa Twilight... es una oportunidad-" fue interrumpida

"Ya es suficiente, Nocturna. Puedes irte" su voz se asentó, indicando la salida a la yegua.

Nocturna frustrada se retiró jurando que volvería con más fuerza la próxima vez.

Twilight no podía evitar sentirse curiosa ante lo que acababa de presenciar.

Aquella versión futura de sí misma, una princesa fuerte y segura de sí misma, había aprendido lecciones importantes sobre el poder y la responsabilidad que conlleva las artes oscuras.

De pronto, alguien más irrumpió en la habitación, Era el Rey Sombra provocando que la princesa Twilight se volviera hacia él con una sonrisa encantadora.

Él señaló a la yegua que acababa de salir, su rostro lleno de diversión.

"Y esa yegua tan enfurecida que acaba de salir? Asusta más que yo", dijo con una risa, recordando el portazo que acababa de escuchar.

"Nocturna solo quiere proponer el uso del artefacto que encontramos hace unos días. ¿No querrás usarlo también, verdad, Rey Malvado?" Twilight se burló con voz juguetona, queriendo provocar a su amado.

"¿El extraño colgante con un reloj de arena? ¿Para qué querría eso cuando todo lo que quiero está aquí?" el Rey Sombra coqueteó, acercándose con intención de besar a Twilight.

Twilight dejó de observar, al parecer aun no era la época correcta. Con un último suspiro de fascinación, Twilight decidió seguir viajando, ansiosa por descubrir lo que el futuro le deparaba.