11
MINGHAO
A Jun le gusta verme pintar más que pintar él mismo. Siempre me hace compañía en silencio y algunas veces canta canciones en chino que me hacen sonreír.
"¿Cuál es el complementario del naranja?", pregunta.
"Azul, como el cielo".
Limpio mi brocha sobre mi antebrazo y escucho a Jun soltar un quejido.
"Te regalaré una paleta para que dejes de mancharte la piel", dice acercándose con un trapo húmedo y quitándome las manchas de pinturas mezcladas que hay sobre mi.
"Nada me podría quitar esta costumbre. La tengo desde que empecé a pintar", le aseguro con una sonrisa.
Al día siguiente regresa con un plato de porcelana que a pesar de ser anticuado es precioso.
"Es tu nueva paleta de pintura".
Lo miro incrédulo y dudo en aceptar el objeto.
"¿De dónde sacaste esto?", cuestiono. "Parece antiguo".
"La vajilla de mis abuelos", contesta y mi ceño se frunce en desacuerdo, "de pequeño mi hermano rompió la mitad de todo el juego y mamá terminó repartiendo lo que quedó entre la familia".
"¿Y solo te toco un plato?".
"Dos", corrige. Se ríe tan gracioso que me hace soltar una risilla también a mí. "Y quiero que tengas uno".
Al final no puedo negarme ante él y termino aceptando.
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