PRELUDIOS
Sentada frente al espejo del tocador Hermione daba los últimos retoques a su peinado. Un recogido simple, cómodo, fresco. Aún estaba envuelta en su bata de baño cuando golpearon a la puerta.
-Adelante, está abierto- respondió mientras giraba en la fina banqueta donde estaba.
-hola amor- Víktor había ingresado.
Hermione corrió hacia él, se abrazaron fuerte- Bienvenido a casa- le susurró y le dio un sonoro beso-cuánta falta me hiciste hoy.
-perdóname por no llegar antes pero no podía porque......- suspiró cansado-tú entiendes verdad?
-Shhh, no te disculpes- secó sus lágrimas y casi gritando añadió- no imaginas lo que ocurrió, Sirius Black regresó esta mañana!- soltó sin preámbulos y arrastró a Víktor hacia la amplia cama que dominaba su habitación se sentaron en el centro como si estuvieran frente a una fogata, él aún estaba absorto por la noticia.
Hermione procedió a contarle todo lo sucedido, cada minuto que ella había compartido con el merodeador. Le detalló la teoría de su retorno, además que le avisó que tendrían invitados a cenar.
-Mione, esperemos hasta que lleguen y entre todos barajaremos hipótesis, estoy pensando en otra, lo único que te pido que no te entusiasmes en debatir con Snape, siempre termina de peor humor, dale un poco de paz.
-Te lo prometo- le acarició su mano- pero qué mala amiga soy, cómo te fue, tomaste ya una decisión?
-Dos- ella no le había entendido- estás frente al nuevo Jefe del Departamento de Misterios- Hermione gritó y se le tiró encima, lo había sorprendido pero la amaba tanto como a Katya, ellas fueron sus puntales.
-Felicidades jefecito- bromeó- y la otra cuál es?
-Vamos a casarnos cuando inicie el otoño- agregó resuelto.
La noticia le había devuelto la felicidad completamente, entonces comenzó a besarlo por toda la cara- ya preciosa vas a ahogarme- reía Víktor.
-me hiciste la mujer más feliz, debemos celebrarlo- hablaba ella entusiasmada.
-Nos gustaría que todos tomaran la noticia como tú, amor- él se había puesto triste de repente.
Hermione tomó su rostro- mírame Víktor- las lágrimas asomaban salir de los oscuros ojos- los que los queremos bien entendemos el amor que se profesan, es puro, verdadero, sin miedos, nunca se dejaron vencer ni amedrentar, los que sabemos de su relación los apoyamos desde el inicio, se aman de verdad, qué mal puede haber en ello?
-Mione, fueron muchos años de lucha interna, de negarme a reconocer como soy, no es tan fácil como parece, van a hablar, a conjeturar, correrán riesgo nuestras carreras, y no me perdonaría jamás truncarle el futuro- la incertidumbre y las dudas lo abrumaron.
-Éste, no es el Víktor Krum que conocí, dónde quedó ese hombre que enfrentó a los mortífagos, que luchó como ninguno y que salvó tantas vidas?, el que se jugó por lo que verdaderamente creía y amaba y no lo que le imponían o esperaban de él?- Hermione por un momento de olvidó de su preocupación.
-Amor, siempre estuviste a mi lado apoyándome y cuando empezamos nuestra relación estuviste allí protegiéndonos, como una leona a sus cachorros o como una feroz dragonzuela que cuidad su nidada- Víktorse dejó acunar como un niño asustado.
-tanto así?
-Según Charlie si, y mira que él es experto en el tema.
-Regresó contigo?- él asintió- vendrá aquí en algún momento me imagino.
-Fue directamente a la Madriguera, va a hablar con sus padres.
-Oh por Merlín, nos necesita entonces.
-No amor, Charlie se debe la charla con sus padres, ya es hora.
-tienes razón, antes que Molly intente emparejarme con él por enésima vez- se reían abrazados, recostados sobre los almohadones negros, grises y rojos que adornaban la majestuosa cama.
- Y después de la cena de bienvenida de mi hermana y Ron vamos a dar la noticia de nuestra boda.
-No será mucho para Molly?, no sabemos cómo pueda reaccionar pero hay que ser precavidos- comentó preocupada.
-Creo yo que lo mejor es darle la noticia de una sola vez, además si algo sale mal estará toda la familia para auxiliarnos.
-Todo el mundo mágico espero que sea suficiente y entre los que corren peligro, debes incluirme.
-A ti, a todos los hermanos Weasley y al niño que vivió dos veces- terminaron a las carcajadas.
-Cuánta falta me hacías y ahora que te casarás más todavía- susurró Hermione.
-Qué insinúas Mione?
-Que debo buscar dónde irme- respondió.
-Deja de pensar tonterías, seguiremos juntos-parecía molesto por la insinuación de su amiga.
-Víktor, vivir en pareja, convivir es un mundo de dos.
-Charlie tampoco lo permitirá.
-No les estoy pidiendo permiso, pero no discutamos .....- su frase quedó inconclusa pues James entró a la habitación a los gritos.
-Madrina, llegaron- gritaba el pelinegro y se sorprendió al verlos juntos y abrazados en la cama, entonces se puso serio y sin esperar respuesta salió de la habitación dando un portazo.
-Oh no, qué habrá pensado mi Sirius, adelántate Víktor yo bajo en unos minutos.
-Tranquila, no te alarmes, ponte más linda y te unes a nosotros- le dió un beso en la frente y salió.
-O-O-O-
Cuando Severus Snape llegó a la elegante casona se sorprendió que Hermione no estuviera esperándolos sino que se encontró con Kreacher que había colocado una bandeja con aperitivos en la mesita que estaba frente a la chimenea.
-Buenas noches profesor Snape- la chimenea se iluminó de nuevo, el elfo se volvió hacia ella y se topó con Dumbledore- Sr. Director bienvenido- y cuando estaba por asir su mano vió a Sirius que apareció detrás del anciano- Sr. Black dichoso de los ojos que lo ven, otra vez y tan pronto- comentó irónico y el aludido no respondió.
-Kreacher un placer, de paseo por aquí? ya sé, no me digas el joven James está aquí con su madrina- el elfo asintió risueño cuando el niño llegó a ellos.
-holaaaa- saludó feliz.
-Sr. Potter buenas noches- Albus lo saludó.
El niño miró a los tres y se agregó- voy a buscar a mi madrina, él la mandó a bañarse, es que estaba nerviuda- acotó en un susurró mientras señalaba al elfo y los magos sonrieron.
-Nerviosa- corrigió Severus.
-Eso también, ya volvemos- y salió raudamente arrastrando a su peluche.
-es idéntico a su padre a la misma edad- acotó Severus ante la mirada atónita de Sirius.
Al rato el niño regresó cabizbajo. Sirius se acercó preocupado pues notó los ojitos brillosos, lo alzó y lo sentó en su cadera.
-Ya viene mi madrina con Víktor, cuando se levanten de la cama-Snape se atragantó con su bebida mientras Albus reía muy divertido.
Sirius no había recibido de manera agradable la indiscreción que el niño comentó pero no estaba en una situación cómoda como para efectuar algún reclamo.
-Sabes que tienes que golpear la puerta antes de ingresar a una habitación verdad? y además esperar a que te autoricen el ingreso, por supuesto.
-Sí señor, me enseñó mi papá y mi mamá cuando los ví luchando en la cama- Sirius ahogó la carcajada, el niño definitivamente lo había cautivado con su inocencia.
-Y dime- le habló en voz baja- tu madrina estaba luchando?- preguntó curioso pero no pudo escuchar la respuesta pues Víktor había ingresado a la sala.
-Profesor Dumbledore, Severus un gran placer volver a verlos.
-Víktor- Albus se había levantado de su lugar- permíteme presentarte al Sr. Sirius Orión Black.
-Sr. Black es un honor conocerlo por fin- se cuadró como le habían enseñado en su antiguo colegio.
Sirius no pensaba lo mismo, en ese momento no entendía por qué pero quería hechizarlo feamente. Sin embargo como el mago educado que era tomó su mano aunque con un poco más de fuerza necesaria para un cordial saludo.
-Lo mismo digo Sr. Krum y pido disculpas por venir a su casa sin ser invitado pero Albus no me dejó alternativa.
En ese instante Hermione llegó a la habitación, vestía un sencillo vestido strapless, en cuadrillé pequeño de negro y grises, cortaba tanto monocromía con un cinturón y zapatos rojos de tacón alto. Justamente y sin pensarlo vestía lo mismos colores que el mago que la miraba intensamente.
Así es, Sirius Black había quedado cautivado por la imagen de esa bella mujer, entonces ella había dejado de ser la mejor amiga de su ahijado.
Había descubierto a la dama que se escondía en el recuerdo de la jovencita de cabellera rebelde y ávida de conocimientos que lo había enfrentado en una oportunidad, que lo había entendido cuando se sentía preso en la casa que odiaba, que había intentado hacerle sentir un poco libre, que se había preocupado por él, en fin, que lo había hecho sentir importante, querido y necesitado. Entonces esa joven se había quedado definitivamente en su ayer.
Hermione se sorprendió cuando vió a Sirius, quien además sostenía a su pequeño ahijado en los brazos, aferrado a su cuello y compungido. El corazón de la leona empezó a latir desbocado, por la presencia y la mirada que Sirius le estaba dando y por la angustia que encontró en el rostro de su niño mimado.
Se acercó a Severus, temblorosa, sentía que un par de ojos grises la seguían sin disimulo. Su antiguo profesor la abrazó y besó su frente además de acariciarle el rostro, lo que molestó a Sirius y giró hacia el gran ventanal para mirar sin ver, para evitarla.
-Profesor Dumbledore, gracias por venir tan pronto, se está cuidando como le indicó su sanador?
-Hermione querida mi salud está perfecta, Severus y el sanador Nott se encargan de mantenerme en línea- el profesor de pociones bufó fastidiosa- son mis ángeles de la guarda- la frase logró que ella sonriera- me tomé el atrevimiento de traer a Sirius, es necesario que esté presente, es el más interesado en saber lo que hoy saquemos en conclusión- la miró por encima de sus lentes de medialuna.
-tiene razón, no lo pensé así- agregó mientras miró a los Sirius que estaban mirando las estrellas desde el ventanal abierto que dejaba circular una fresca brisa.
Caminó hacia ellos, mientras Severus y Víktor hablaban en el extremo opuesto de la sala y Albus había regresado al confortable sillón masajeador que había en la sala, regalo de Hermione para su compañero de casa.
-Sirius?- habló incómoda y los dos giraron la cabeza hacia ella- Potter- aclaró- ven mi cielo- había estirado sus brazos pero el niño no tenía intenciones de abandonar a quien lo cargaba- por favor- suplicó.
-Amigo, vé con tu madrina y antes de que te duermas te enseño donde está la estrella que se llama como nosotros.
-¿Lo prometes?- preguntó entusiasmado.
-Palabra de merodeador- respondió poniendo su mano en el corazón y puso al niño en los brazos de Hermione.
Ella lo abrazó fuerte contra su pecho- Gracias- susurró a Sirius quien solo asintió sin dejar de mirarla- ya regreso necesito decirte algo.
-No iré a ninguna parte Brownie, lo sabes, yo no huyo.
-lo sé Sirius- giró con el niño y salió hacia la cocina.
-O-O-O-
Kreacher terminaba de preparar la bandeja con comida para el niño.
-¿quieres dormir conmigo esta noche?
-pero los dos solitos-aclaró mimoso.
-como siempre mi amor- le aseguró ella- ahora sube con Kreacher, mira alguna película en mi habitación mientras comes y me esperas hasta que suba.
-Sirius me tiene que mostrar la estrella, lo prometió- había asomado un pucherito en el niño.
-Y lo hará, yo misma lo llevaré para que la vean desde el balcón con mi telescopio.
-Te quiero madrina, aunque Víktor se acueste en nuestra cama.
-Él es mi gran amigo, nada más, hoy te dije que no hay un hombre en mi vida, todavía- Kreacher levantó una ceja y la miró cuando ella agregó la última palabra pero como siempre guardó silencio y salió con el niño tomado de la mano y la bandeja levitando tras ellos. Hermione más tranquila regresó a la sala.
-O-O-O-
Cuando Ginny Potter llegó a la Madriguera casi encuentra el caos. Molly repartía órdenes por doquier, dos de los elfos que habían decidido seguirla una vez finalizada la guerra la obedecían ciegamente pero cuando se trataba de preparar una fiesta hasta ellos le temían. Aunque la matriarca Weasley delegaba la mayoría de los quehaceres domésticos, la elaboración de los manjares seguían siendo su actividad exclusiva.
-Mamá- entró su embarazada hija apurada y la sobresaltó- necesito hablar con todos por favor ven a la sala, es urgente- por la cara de espanto que había puesto Molly, Ginny aclaró- no te asustes James está bien, es algo que acaba de ocurrir hace unas horas pero no lo creerás, es algo fantástico- terminó mientras salía en búsqueda de los demás habitantes de la casa.
Los niños disfrutaban del día en el estanque cercano a la Madriguera cuidados por Winky, la elfina que había pertenecido a la familia Crouch.
Cuando sus padres, Bill y Fleur, que habían llegado para la celebración del día siguiente, los gemelos, que por mera casualidad se encontraban allí con sus familias, habían escuchado lo que Ginny sabía dudaron al principio de que era verdad lo que decía.
-Hija ¿verificaron de que era él realmente?- preguntó Arthur preocupado.
-Totalmente papá, Mione, Remus, Tonks y Harry lo confirmaron.
-supongo que esas cuatro varitas fueron suficientes- opinó George.
-¿y cómo está él? Digo, ¿está herido o algo desnutrido?- se había preocupado Molly.
-mamá solo piensas en alimentarnos- reía Bill.
-yo me ocupo de los detalles que a veces Uds. no tienen en cuenta- se defendió su madre.
-tranquila mamá, él está en perfecta condiciones, Herms se encargó de examinarlo de pies a cabeza.
-esa leona no pierde el tiempo ehhh-había comentado Fred dándole un codazo en las costillas a George quien asintió con un movimiento atrevido de sus cejas- recién aparece y ya le puso sus suaves manos encima.
-Y quién no!!!! Si mal no recuerdo por las fotos que vimos en tu casa Ginny, Sirius era un bombonazo- todas las mujeres presentes reían por la acotación de Angelina y algunos de ellos fruncieron el ceño, entre estos últimos estaba su marido- pero yo tengo al más bello de todos.
-Más te vale- agregó Fred y la abrazó fuerte.
-No se hable más, vamos todos para allá, hay que darle una bienvenida como se merece- Molly se había levantado de su mecedora y arregló su delantal- niñas, manos a la obra.
Ellas intentaron llegar a la cocina cuando Harry salió de la chimenea- hola familia- él no había estado tan feliz desde hace mucho tiempo.
-Hijo- lo abrazó Arthur- ¿Sirius viene contigo?
-Lamentablemente no, pero seguramente lo habría preferido, está con Albus y Severus, lo buscaron para ir a la casa de Hermione y Víktor.
-¿Y qué hay de malo en ello?, si lo dices por Snape te lo creería- agregó George.
-Gracioso mi hijito- Molly se acercó a él y le dio una palmada en la cabeza- ten respeto por nuestros héroes muchachito.
-Yo soy uno de ellos y aún así me maltratas físicamente- giró hacia Katie, su esposa y le preguntó- ¿no vas a defenderme?- Pero ella le respondió con otra palmada.
Entonces Arthur se dirigió a todos-entonces mañana será festejo doble.
-O triple- añadió Molly y la miraron confundidos- miren quién viene allá caminando, es mi Charlie- sus lágrimas asomaron y apuró sus pasos para abordarlo antes de llegar a la casa.
-O-O-O-
Pastas, el platillo favorito de Dumbledore y también el de Severus, pero nadie lo sabía, excepto Hermione y ella adoraba mimar a sus invitados.
-Srta. Granger como siempre te has lucido con la cena, ya estaba en abstinencia de estos manjares- Albus la había alabado- ¿pero me intriga por qué los tallarines son de este color oscuro?
-¿es tinta de calamar?- preguntó Víktor.
-Spirulina, una microalga que según los mayas y aztecas poseen poderes mágicos- respondió como si estuviera en clases en Hogwarts
-¿Ve que tengo razón?- Kreacher le había preguntado a Sirius al recoger su plato vacío- sigue siendo la misma sabelotodo.
-Encantadora charla post ingesta- interrumpió Severus con su habitual humor- pero no estamos reunidos aquí para entablar un debate sobre curiosidades culinarias y menúes ancestrales- terminó con un gesto de desagrado en el rostro.
-Tienes razón Severus- Albus lo calmó- pero no puedes negar que lo disfrutaste tanto como el resto- le sonreía cómplice- pero no demoremos lo inevitable.
-Pasemos a mi estudio, allí estaremos más cómodo- Hermione se había levantado y del brazo con el director se dirigieron al lugar indicado.
La sanadora e investigadora les habló sobre su teoría y evidenció su frustración cuando no pudo explicar el salto en el tiempo que había dado Sirius.
-me parece que la piel del unicornio es aquí el detalle importante- explicó Víktor- más que un escudo, la magia de la correa ha creado, ¿cómo explicarlo?, casi como una cápsula protectora, que lo envolvió y cuando hizo impacto en él la maldición mortal lo impulsó hacia atrás.
- ¿y cómo se entiende que haya saltado en el tiempo sino es un giratiempo?- dudaba Severus de las hipótesis explicadas.
Sirius se había mantenido en silencio.
Por momentos perdía el hilo de la conversación pero no porque no entendía lo que hablaban sino que se había distraído mirando a Hermione, conociéndola, aprendiendo de los gestos de una mujer segura de sí misma, que no se intimidaba ante lo desconocido.
Ella lo miró un instante, había sentido sus ojos examinándola, ojos grises como el acero, como un cielo de invierno pero que la habían ruborizado.
-Hermione tienes el medallón aquí?- le peguntó el profesor de pociones.
Incómoda por la intensidad de la mirada gris, puso el objeto de investigación sobre el ordenado escritorio- los símbolos rúnicos, allí está la clave- acotó Albus entonces lo tomó, apareció la luz celeste y las runas cambiaron- me parece que es un reconocimiento del portador, tómalo Severus- así lo hizo, el mecanismo se repitió- ahora tú Víktor- y ocurrió lo mismo.
-¿y lo del velo, podría tratarse de un choque de fuerzas?
-diste en el blanco Sirius- aplaudió Albus sobresaltando a Hermione- solo que se demoró trece años en definir un ganador y para tu suerte y la nuestra, ganó la piel de unicornio
-es un gran descubrimiento señor Krum, una propiedad más de esta piel.
-y como todo hallazgo fue cuestión de suerte- terminó el búlgaro.
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