Detuvieron su caminata cuando llegaron al patio de la escuela, decidieron sentarse en un lugar escondido detrás de un árbol y unos arbustos, esto gracias a las admiradoras de Sasuke. Naruto recordaba bien esas situaciones donde se vio aplastado por las innumerables chicas que querían solo un vistazo del azabache. Frunció el ceño y un malestar se albergó en la boca de su estómago.

—Bueno ¿De qué quieres hablar? —Se cruzó de brazos mientras se recostaba en el pasto, su tono de voz había sido más hostil de lo que pensaba.

Sasuke levantó una ceja mientras miraba al otro recostado, lo miraba entre curioso y divertido. —¿A qué se debe tu enojo?

—No estoy enojado. —Bufó para luego mirarse a los ojos, un leve sonrojo se mostró en las mejillas de ambos, el más alto sonreía ante el malestar del más pequeño. —Ya, bien... ¿De qué querías hablar? —Esta vez suavizó sus palabras a tal punto de llegar a un susurro.

—¿Qué es lo que te pasa hoy? —Soltó de repente, su semblante era serio junto con esos ojos oscuros entrecerrados con acusación.

Su corazón se saltó por un momento, abrió los ojos con sorpresa pero no movió sus ojos de Sasuke, sabía perfectamente que sería peor hacer eso.

« Lo sabía, sabía que debía tener cuidado con este hombre, es demasiado inteligente. »

—No sé de lo que hablas.

—No recordabas el camino al salón, acosaste a Hinata y a Iruka cuando los viste, no me has intentado fastidiar, pasaste un examen sin que te lo pasará y con una calificación perfecta, además no eres muy bueno mintiendo y sé que no sabías sobre la comida que hice para ti hoy.

« Mierda. »

—Dime la verdad: ¿Te golpeaste la cabeza ayer cuando te empuje fuera de la cama? —El pelinegro se acercó a Naruto hasta quedar encima de él mientras que este no se había movido en ningún momento, estaba recostado cuando Sasuke estaba encima de él, separados por unos cuantos centímetros. Suspiró. —Te conozco y sé que nunca quisieras hacerme sentir mal, pero si te lastimaste anoche que fui a tu casa deberías haberme dicho.

En ese momento Naruto abrió los ojos lo más que podía ¿Anoche se lastimó la cabeza? ¿Con Sasuke? ¿Cómo?

—No recuerdo bien ¿Cómo me lastime?

—No querías levantarte a hacer la tarea cuando habíamos quedado en hacerla juntos y yo tenía que irme a casa, así que te jale de los pies pero caíste al suelo y te golpeaste la cabeza, por unos segundos te desmayaste y te desorientaste.

—Ouh... Si, si recuerdo. —Soltó una risilla nerviosa. —Deberias de tener más cuidado, jaja, mañana estaré bien, no te preocupes, ahora quítate de encima. —Puso sus manos en en el pecho del azabache pero este lo miraba con el ceño fruncido como si no estuviera satisfecho pero finalmente exhaló para terminar por sentarse nuevamente con la espalda recargada en el árbol. —Debería irme, acabo de recordar que tengo unas cosas que hacer, gracias por la comida, la comeré en un rato más. —Avisó cuando ya estaba caminando nuevamente al edificio, el otro no respondió.

Pasaron unos cuantos minutos para que el teléfono del Uchiha sonará y decidiera responder.

—Hey, Sasuke, mamá acaba de decirme que hoy por la noche tendremos otra reunión con una de las familias de la empresa de papá. —Una voz profunda pero cálida sonó por la pequeña bocina del dispositivo.

—¿Ayer tuvimos una y hoy otra?

—Lo sé, lo sé pero ayer hiciste un gran esfuerzo por estar con la hija de la familia Hyuga, otro esfuerzo no te matará.

—Esta en mi clase, no me molesta estar con ella un rato. —Termino por aceptar y colgó la llamada. Se quedó mirando a la nada, cerró los ojos para susurrar un casi inaudible "¿Por qué Naruto me mintió?".